¿Espiritualmente qué?
Calamidad y dicha,
latente
la una en la otra como estados
de calamidad y de dicha
y latente también
tu resistencia:
¿por qué puros estados,
por qué no en centros
localizables, zonas de uno mismo
donde gozarse, quedarse,
o donde dar rodeos, no entrar?
Débil objeción, tanto
más que no reconocemos lo palpable,
felicidad y desgracia dando señas
en tu cuerpo, que a su manera es ellas
y las consume:
¿no respiras
por la boca, ahogándote,
durante la desdicha,
y en el contentamiento
no se complace tu nariz en respirar,
llevar el aire hasta tu vientre,
y no es
con pies fríos, cabeza caliente,
como anuncias tu pena,
y con pies calientes, cabeza fresca,
la posesión de un bien?
Estos son los términos,
de lo contrario
caer en el ilusorio coraje
de desdeñarlos, negarles
mínima y verdadera certidumbre,
calamidad y dicha
bajo el desplante, desabrimiento
de que sólo son formas de paso
por nuestra vida entendida como apenas
una construcción alzada en el vacío;
esos son, piénsalo,
si no, ¿espiritualmente qué?
Alberto Girri (Buenos Aires, 1919-1991), "Arbol de la estirpe humana", 1978, Obra poética III, Ediciones Corregidor, Buenos Aires, 1980
---
Ilustración: La realidad en su totalidad, 1968, Antoni Tàpies
Calamidad y dicha,
latente
la una en la otra como estados
de calamidad y de dicha
y latente también
tu resistencia:
¿por qué puros estados,
por qué no en centros
localizables, zonas de uno mismo
donde gozarse, quedarse,
o donde dar rodeos, no entrar?
Débil objeción, tanto
más que no reconocemos lo palpable,
felicidad y desgracia dando señas
en tu cuerpo, que a su manera es ellas
y las consume:
¿no respiras
por la boca, ahogándote,
durante la desdicha,
y en el contentamiento
no se complace tu nariz en respirar,
llevar el aire hasta tu vientre,
y no es
con pies fríos, cabeza caliente,
como anuncias tu pena,
y con pies calientes, cabeza fresca,
la posesión de un bien?
Estos son los términos,
de lo contrario
caer en el ilusorio coraje
de desdeñarlos, negarles
mínima y verdadera certidumbre,
calamidad y dicha
bajo el desplante, desabrimiento
de que sólo son formas de paso
por nuestra vida entendida como apenas
una construcción alzada en el vacío;
esos son, piénsalo,
si no, ¿espiritualmente qué?
Alberto Girri (Buenos Aires, 1919-1991), "Arbol de la estirpe humana", 1978, Obra poética III, Ediciones Corregidor, Buenos Aires, 1980
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Ilustración: La realidad en su totalidad, 1968, Antoni Tàpies
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