Las noches, los puentes ferroviarios, el cielo tormentoso.
Sus horribles compañeros no lo sabían;
Pero en aquel niño la mentira del retórico
Reventó como una tubería: el frío había hecho un poeta.
Tragos que le pagaba su débil y lírico amigo
Sus sentidos sistemáticamente trastornados,
A todo habitual disparate pusieron fin;
Hasta que lo alejaron de la lira y la fragilidad.
El verso era una enfermedad propia del oído;
La honestidad no bastaba; aquello parecía
El infierno de la infancia; debía intentarlo de nuevo.
Ahora, galopando a través de África, soñaba
con un nuevo yo, un hijo, un ingeniero,
cuya verdad resultara aceptable para los mentirosos.
W. H. Auden (York, Inglaterra, 1907-Viena, 1973), Selected Poems by the Author, Penguin Books, Harmondsworth, Middlesex, 1964
Versión de Jonio González
Poetry Foundation - Otra Iglesia Es Imposible - UNAM - Hablar de Poesía - Ignoria - Clarín - Página 12 -Adriana Hidalgo - Eterna Cadencia
Foto: The Pulitzer Prizes
RIMBAUD
The nights, the railway-arches, the bad sky,
His horrible companions did not know it;
But in that child the rhetorician’s lie
Burst like a pipe: the cold had made a poet.
Drinks bought him by his weak and lyric friend
His five wits systematically deranged,
To all accustomed nonsense put an end;
Till he from lyre and weakness was estranged.
Verse was a special illness of the ear;
Integrity was not enough; that seemed
The hell of childhood: he must try again.
Now, galloping through Africa, he dreamed
Of a new self, a son, an engineer,
His truth acceptable to lying men.
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