sábado, diciembre 07, 2019

Carina Sedevich / De "Grandes metales oscilantes crujen"














El sonido de una llave gira en mis oídos
profundo, extenso. Si el remanente de los gestos
repetidos segrega casi un perfume: ¿no era
el olor de los hoteles por las tardes nuestro?
¿No era más cierta la vida, oscura, sensitiva?

*

La campana del monje en la campana celeste
suena, y no hay viento siquiera. Lo de siempre.
Unos teros fijos sobre el pasto verde.
Nada más a los lados de los puentes metálicos.

*

La casona de los viejos huele a lavandina.
El televisor se escucha en la penumbra. A veces
un destello en la mirada que vuelve, en el cielo
reflejado sobre un vidrio, en una voz que suena
familiar. Es pirotecnia fría, desvaída.

Carina Sedevich (Santa Fe, Argentina, 1972)


Grandes metales oscilantes crujen,
Editorial de l'aire,
Santa Fe, 2019











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