miércoles, septiembre 19, 2018

Frank Stanford / La luz que ven los muertos
















Hay muchas personas que vuelven
después de que el médico ha alisado la sábana
en torno a sus cuerpos
y ha abandonado la habitación para hacer su llamada.

Mueren, pero viven.

Se los llama los muertos que vivieron a través de su muerte,
y entre mi gente
se los considera sabios y rectos.

Flotan fuera de sus cuerpos
y se mueven ágilmente en el techo igual que polillas,
observando el trajín de cuantos los rodean.

Las voces y las imágenes de los vivos
se desvanecen.

Un estruendo los absorbe bajo
las ruedas de una oscuridad sin dolor.
A lo lejos
hay alguien
que hace oscilar una linterna como si fuese un guardavía.

La luz aumenta, una flor blanca.
Se vuelve muy intensa, como música.

Ven los rostros de aquellos a quienes amaron,
los verdaderos muertos que hablan amablemente.

Ven a su padre sentado en el campo.
La cosecha ha acabado y su silla de mimbre está reparada.
Hay una toalla en torno a su cuello,
huele a ron.
Luego ven a su madre
de pie detrás de él con unas tijeras de esquilar.
Sopla el viento.
Ella le está cortando el pelo.

Los muertos han contado estas historias
a los vivos.

Frank  Stanford (Richton, Misisipi, Estados Unidos, 1948-Fayetteville, Arkansas, Estados Unidos, 1978), The Light the Dead See: Selected Poems, University of Arkansas Press, Arkansas, 1991
Versión de Jonio González

Ref.:
Poetry Foundation
Poets Org
Punk Freud

Foto: Copper Canyon Press/The Stranger

The Light the Dead See

There are many people who come back
After the doctor has smoothed the sheet
Around their body
And left the room to make his call.

They die but they live.

They are called the dead who lived through their deaths,
And among my people
They are considered wise and honest.

They float out of their bodies
And light on the ceiling like a moth,
Watching the efforts of everyone around them.

The voices and the images of the living
Fade away.

A roar sucks them under
The wheels of a darkness without pain.
Off in the distance
There is someone
Like a signalman swinging a lantern.

The light grows, a white flower.
It becomes very intense, like music.

They see the faces of those they loved,
The truly dead who speak kindly.

They see their father sitting in a field.
The harvest is over and his cane chair is mended.
There is a towel around his neck,
The odor of bay rum.
Then they see their mother
Standing behind him with a pair of shears.
The wind is blowing.
She is cutting his hair.

The dead have told these stories
To the living.

-The Light the Dead See: Selected Poems of Frank Stanford. Copyright © 1991 by Frank Stanford.  Reprinted by permission of University of Arkansas Press. Poetry Foundation

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