jueves, julio 06, 2017

Circe Maia / Cimientos















Se lee en Anaxágoras
que todo estaba junto y todo era infinito
que las cosas más chicas
también eran inmensas
que aun lo más pequeño
también era infinito.

Y Platón, en su extraño
"Parménides", nos dice
que puntos y unidades
las más chicas posibles
una y otra vez se van abriendo
como a golpes se escinden
como estrellas que se parten
en chispas inasibles.

Unidades finales, ladrillos últimos
con los que se construye el universo
enredada maraña de partículas.
¿Dónde apoyar el pie que no resbale
hacia pozos-misterios
incógnitas-arenas movedizas?

Circe Maia (Montevideo, 1932), "Cambios, permanencias", 1978, La pesadora de perlas. Obra poética. Conversaciones con María Teresa Andruetto, Viento de Fondo, Córdoba, Argentina, 2013

Foto: Circe Maia en su casa, por Iván Franco

Ref. La mejor flor, La Diaria, 28.10.2015

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