Al igual que las gárgolas en su trayectoria
por el vacío descubrimos
que los cálculos eran incorrectos.
A falta de equilibrio
nos dirigimos hacia el desastre.
No le pregunté al astrólogo
por los ojos del dragón;
oh, pequeño dios desplegado
en la alfombra amarilla
desenfunda tus cazadores
con sus maquinarias nocturnas
convierte los enunciados
en una lengua de fuego
enciende los árboles de la experiencia
como el manto de un meteorito
que avanza imperturbable
sobre los acontecimientos.
Marcelo Díaz (Villa Mercedes, Argentina, 1981)
"La máquina celestial",
El arquero real,
Borde Perdido Editora,
Córdoba, Argentina, 2016
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Foto: Marcelo Díaz por Juan Pablo González en Facebook
Magnífico desde antes de siempre.
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