Akinari Monogatari
II / El invierno
No planten, en el jardín, el sauce, aunque
en agosto, antes que nada, impaciente, reverdezca.
En marzo, con la primera lluvia fría, tenue,
amarilleará.
La helada azul, más tarde, no tendrá qué quemar.
No es la inconstancia
sino el insomnio
la ansiedad del que vigila
la vecindad del invierno
esa corona de ramas grises sobre la herrumbre del cielo
y el espesor de la niebla
transfigurado en transparencia
lo que desnuda
en una noche crucial
el pavor
el horror al horror
-sofisma de suicidas.
La invasión del miedo como un ejército cerrado
arrasando, en círculo y apretadamente, un país todavía limpio.
Más vale
amarillear y declinar
que soportar la llamas de la helada
atravesando ciegos el invierno como a una noche
hacia jirones de octubre improbables
Decapitar
diseminarse
decaer
No planten, en el jardín, el temblor amarillo
aunque en agosto, y antes que nadie, tienda su sombra
gentil
porque más tarde, en la intemperie de junio,
ninguna savia arderá.
Juan José Saer (Serodino, Argentina, 1937-París, 2005), El arte de narrar, Universidad Nacional del Litoral, Santa Fe, Argentina, 1988
Ver Akinari Monogatari I
https://campodemaniobras.blogspot.com.ar/2008/10/lleg-de-este-modo-el-mes-del-deshielo.html
---
Foto: El Esquiú
II / El invierno
No planten, en el jardín, el sauce, aunque
en agosto, antes que nada, impaciente, reverdezca.
En marzo, con la primera lluvia fría, tenue,
amarilleará.
La helada azul, más tarde, no tendrá qué quemar.
No es la inconstancia
sino el insomnio
la ansiedad del que vigila
la vecindad del invierno
esa corona de ramas grises sobre la herrumbre del cielo
y el espesor de la niebla
transfigurado en transparencia
lo que desnuda
en una noche crucial
el pavor
el horror al horror
-sofisma de suicidas.
La invasión del miedo como un ejército cerrado
arrasando, en círculo y apretadamente, un país todavía limpio.
Más vale
amarillear y declinar
que soportar la llamas de la helada
atravesando ciegos el invierno como a una noche
hacia jirones de octubre improbables
Decapitar
diseminarse
decaer
No planten, en el jardín, el temblor amarillo
aunque en agosto, y antes que nadie, tienda su sombra
gentil
porque más tarde, en la intemperie de junio,
ninguna savia arderá.
Juan José Saer (Serodino, Argentina, 1937-París, 2005), El arte de narrar, Universidad Nacional del Litoral, Santa Fe, Argentina, 1988
Ver Akinari Monogatari I
https://campodemaniobras.blogspot.com.ar/2008/10/lleg-de-este-modo-el-mes-del-deshielo.html
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Foto: El Esquiú
Siento la belleza en todo el poema: el "temblor amarillo",etc. pero tropiezo en la comprensión total. Voy a releer, èste y su referencia pero si alguien me quiere orientar... gracias.
ResponderBorrarCreo que es "la segunda parte" de otro poema, Akinari Monogatari / I El deshielo, también de Saer. Y creo que ambos están inspirados en una persona de la vida real
ResponderBorrarHola Pan: recién leo tu ayuda, gracias. Sí, vi la primera parte. Esa persona podría ser un "suicida". Pienso en Ángel Leto pero me pregunto por la crítica en I "¿ Por qué no hablas nunca de eso/ al enseñarnos la doctrina oficial?" .Y la correspondencia: fracasa. Gracias.
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