Yo no tengo otra cosa que ponerme
que no sean mis polleras oscuras,
mi ropa negra.
Tengo además un pañuelo gris:
con él me cubro el pelo,
lo llevo incluso en verano
y estoy en una aldea de Sicilia,
y estoy en los caseríos
de los Apeninos o los Prealpes
donde vivieron los hermanos,
y estoy en un pueblo polaco de judíos:
atravieso esos lugares marrones
sobre mi carromato.
(...)
Me tiran piedras si vago por las calles
de Munro, de Adelina, de Florida;
construyo mi refugio entre las ramas.
Hablo una lengua rara.
Diego Bentivegna (Munro, Vicente López, Argentina, 1973), La pura luz, Cabiria, Buenos Aires, 2015
que no sean mis polleras oscuras,
mi ropa negra.
Tengo además un pañuelo gris:
con él me cubro el pelo,
lo llevo incluso en verano
y estoy en una aldea de Sicilia,
y estoy en los caseríos
de los Apeninos o los Prealpes
donde vivieron los hermanos,
y estoy en un pueblo polaco de judíos:
atravieso esos lugares marrones
sobre mi carromato.
(...)
Me tiran piedras si vago por las calles
de Munro, de Adelina, de Florida;
construyo mi refugio entre las ramas.
Hablo una lengua rara.
Diego Bentivegna (Munro, Vicente López, Argentina, 1973), La pura luz, Cabiria, Buenos Aires, 2015
Doblemente nteresante este entrecruzaiento entre Diego Bentivegna y Ana Amájdova
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