a Javier Adúriz
No escuches al río Okusai
escúchame a mí
ensaya mejor movimientos aeróbicos
a través del sendero de bambú
y no te preguntes dónde termina
el camino flota porque flotas
No escuches al río Okusai
escúchame a mí
será el corazón una figura tridimensional
de terracota, en otra vida practicabas
arquería con blancos móviles
siente los latidos como el temblor
de los peces al salir del agua.
No escuches al río Okusai
escúchame a mí
es tu insignia igual a la inscripción
de los aeroplanos: una circunferencia roja
el ojo del dragón descansando
una máquina navegando por el aire
te recuerda la visión periférica
el filo de una rama en la tarde del otoño
No escuches al río Okusai
escúchame a mí
en el bosque los árboles entonan una canción
"abre el oído. Somételo al silencio de las flores”
–dice– el roble más viejo,
“sardinita: pez blanco el agua se lleva
finalmente los pétalos a la orilla” repiten
a coro las hojas de los cerezos.
No escuches al río, eres el amuleto del bosque
en el reverso yace un hogar en miniatura
unas ramitas de bonsaí señalan tu regreso
sostenlas hasta desaparecer en las sombras
y olvídate de mi voz:
Okusai.
Marcelo Díaz (Villa Mercedes, San Luis, Argentina, 1981) en FB
---
Foto: Marcelo Díaz /Facebook
No escuches al río Okusai
escúchame a mí
ensaya mejor movimientos aeróbicos
a través del sendero de bambú
y no te preguntes dónde termina
el camino flota porque flotas
No escuches al río Okusai
escúchame a mí
será el corazón una figura tridimensional
de terracota, en otra vida practicabas
arquería con blancos móviles
siente los latidos como el temblor
de los peces al salir del agua.
No escuches al río Okusai
escúchame a mí
es tu insignia igual a la inscripción
de los aeroplanos: una circunferencia roja
el ojo del dragón descansando
una máquina navegando por el aire
te recuerda la visión periférica
el filo de una rama en la tarde del otoño
No escuches al río Okusai
escúchame a mí
en el bosque los árboles entonan una canción
"abre el oído. Somételo al silencio de las flores”
–dice– el roble más viejo,
“sardinita: pez blanco el agua se lleva
finalmente los pétalos a la orilla” repiten
a coro las hojas de los cerezos.
No escuches al río, eres el amuleto del bosque
en el reverso yace un hogar en miniatura
unas ramitas de bonsaí señalan tu regreso
sostenlas hasta desaparecer en las sombras
y olvídate de mi voz:
Okusai.
Marcelo Díaz (Villa Mercedes, San Luis, Argentina, 1981) en FB
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Foto: Marcelo Díaz /Facebook
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