Mi abuelo era sacerdote
creía en Dios de 9 a.m. a 6 p.m.
después de las 6 p.m. descansaba
mi padre era físico
de 9 a.m. a 6 p.m. refutaba a Dios
y después de las 6 p.m. creía en Dios secretamente
mi tía guardaba todas sus cartas de amor
en páginas raídas de Biblia
en la secuencia de las revelaciones
ella leía la Palabra de Dios
y sus cartas de amor
con la misma expresión en su rostro
y en ambas confiaba sólo la mitad
dependiendo de su misteriosa sonrisa
a través del ojo de la cerradura
era difícil saber
a quién prefería mi tía
para la salvación
de ese día
mi madre
(estaba a punto de olvidarlo)
no tenía tiempo para creer o no creer
estaba siempre ocupada
creando algo desde la nada
mi madre siempre estaba en silencio
Heredé la fe diurna de mi abuelo
la fe crepuscular de mi padre
la sonrisa de mi tía
y las manos de mi madre
mi padre físico creía seriamente
la historia
de que Cristo nació en un pesebre
mi padre decía
que a veces las historias
que parecían absurdas al principio
pueden ser ciertas,
porque nadie (decía mi padre)
se permitiría
inventar semejante historia
mi padre siempre habló con simpatía
de José
mi padre físico creía en milagros también
mi madre era un milagro
estos días
llevo a Dios bajo mi camisa
como un pan recién horneado
y lo comparto con cualquiera
que se cruce en mi camino
en nuestra cocina
el gran abrevadero de madera
siempre estaba lleno de masa en igual medida
era como si mi madre hiciera masa de sus dedos
o más bien
la masa parecía ser la metamorfosis
de los dedos de mi madre en el abrevadero de madera
mi madre a veces trataba de secar
el sudor de su ceño
y diez chorros iguales de masa salían
desde los dedos de mi madre hasta su frente
mi padre decía que mi madre
nos hizo de masa y se reía
mi madre guardaba silencio y continuaba
colgando blancos ángeles de masa
de las puntas de sus dedos
mi madre
lo juro
podría caminar sobre el agua
si sólo pudiera despegar sus dedos
de la masa…
Sona Van (Ereván, 1952), Festival de Poesía de Medellín, Antología
Traducción de la autora
En Otra Iglesia Es Imposible: Mi tío, lisiado de guerra
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Foto: Sona Van/Facebook