miércoles, agosto 24, 2022

Fabián Iriarte / De "El método del discurso"



DISCURSO SOBRE LA MUSEOLOGÍA

En los museos, el tiempo se detiene. Literalmente. No es una 
sensación. Los minutos cesan de transcurrir. El tiempo 
discurre afuera, como la sucesión de sonidos en el aire. El arte 
de la preservación abarca el tiempo. Nunca he salido de un 
museo con arrugas de más, con más edad que la que tenía al 
entrar. El hipopótamo William es azul. Un mundo está 
cerrado dentro de un mundo. Donde todo es bello, incluso lo 
horroroso. Lo que provoca llanto. Uno se siente feliz de estar 
tan triste. Alguien, algún día, podrá preservar una lágrima 
como una perla, una pluma o un pétalo en un trozo de ámbar 
o cristal. Sería como llorar por toda la eternidado.


DISCURSO SOBRE LA MUERTE DEL CAMP

                                                         You have to meditate on it
                                                              and feel it intuitively…
                                                            -Christopher Isherwood,
                                               The World in the Evening (1956)

¿Cuánto, de lo que pasa, no hemos visto? Se parecen tanto a 
nosotros en lo que no somos. Se anuncia el fin y la decadencia 
de un modo de sentir.

En la copa de los olmos se posan los pájaros. Mientras pueda 
cometer errores, sabré que estoy vivo.

“I never can understand how critics managed to do without it”. 
Como vivir sin pavos reales, sin seda ni lámparas.

¿Qué pesa más? ¿Qué llena más de sentido el estado de cosas: 
la letra o la periferia? Terriblemente difícil de definir es, en el 
mundo al atardecer violeta.


DISCURSO SOBRE EL PAISAJE LUNAR DE SU ESCRITURA

Una señora, viuda de un famoso profesor de literatura 
hispanoamericana de la Universidad de California, objetó la 
traducción que mi amiga C. C. estaba haciendo de las 
memorias del docente. Decía que “lunar” (que en los escritos 
de su difunto esposo era claramente un adjetivo, en las 
cláusulas: “el paisaje lunar de su escritura”, “la superficie lunar 
de su poesía”) se refería sin dudas a un lunar que “Arturo” 
tenía en el dorso de la mano. Entonces debía corregirse. Debía 
traducirse como “mole”, que significa “lunar” en inglés, pero 
también “topo” y por extensión, “espía secreto”. Los topos son 
ciegos. Algunos escritores son más ciegos. Algunas viudas se 
ciegan. Quizás porque están alunadas. Mi amiga es cubana e 
irlandesa, y ama los gatos. Dicen que los gatos también son 
muy lunares.

Fabián O. Iriarte (Laprida, Provincia de Buenos Aires, Argentina, 1963)

El método del discurso
,
Tren Instantáneo,
Buenos Aires, 2022









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Foto: Fabián Iriarte, peatonal San Martín, Mar del Plata, Argentina, 2017 Fabián Iriarte/Facebook

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