Quevedo frente al espejo
-Mírate de boludo
en el espejo; bolas tristes, bolas
del que no pudo o pudo
pero no quiso; a solas,
míratelas son, sí, tus tristes bolas.
Te pesa, son pesadas,
con un pensamiento que da muerte
y no vida; allí, colgadas,
como tu mala suerte
que abominas, como abominas verte.
No escupas al espejo
sin embargo; y síguete mirando
en tus bolas, añejo:
ya no recuerdas cuando
un día fueron felices, desovando.
Míralas sin gemidos,
sin pena, sin dolor, con una risa:
tan plenas han sido
alguna vez, desliza
al menos una mueca si agonizan.
Flácidas, agrietadas,
un bulto innecesario que te inclina
a huir hacia la Nada,
esperma que declina
como, sin pausa, tu país en ruinas.
Leónidas Lamborghini (Buenos Aires, 1927-2009), Encontrados en la basura, Paradiso, 2006
seguido de La risa canalla (o la moral del bufón),
Encontrados en la basura,
Paradiso,
Buenos Aires, 2021
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Foto: Editores Argentinos
Oh!! Ese final en este momento (como en otros que él y muchos hemos conocido).Cambiando la óptica, leo en Quignard que "es simplemente imposible para un sexo hablar por otro. A la mujer la experiencia del acto amoroso correspondería el "estado de abandono" , del cual el hombre no puede hablar. Y al hombre luego del estertor, el "increíble desierto al que esa pérdida lo arroja"(habla el hombre aquí). Bueno, gracias por sus posteos-
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