lunes, mayo 17, 2021

Luciana Mellado / De "El coloquio de las plantas"
















Lavanda

2.

Abandono el deseo
de abandonarlo todo.

Armo un ramo de lavanda
y recojo las sobras de cada espiga
toda molida como la fe.

Me gustan las flores apenas cortadas,
cuando su vida existe
lejos del cuidado
y las expectativas de futuro.

Miniaturas violetas,
sus despojos fragantes
se desarman adentro de mi mano.

Las huelo y florece en mí
un recuerdo que se vierte
en cada gota de agua.

La presión del riego es fuerte
como la orina de un potrillo.

Una luz modesta tiembla
entre los árboles.

La lluvia de la manguera golpea
la fragilidad de las flores pequeña


Abrojo

1.

El abrojo tiene un fruto con espinas
que se pega a la ropa y al pelo
de la gente y de los animales.

Cuando los tallos son rastreros
las púas se clavan en las piernas o las patas.

Cuando lo notamos, nos urge sacarlos,
eliminar la intrusión.

¿Qué fue la primera cosa que robaste?
¿Qué color tenía, qué textura, qué brillo?

A vos te encantaban las latas de paté,
la redondez dorada de esas monedas
llenas de hígado invisible.

A vos te gustaban las latas, no el paté.

La forma no es igual que el contenido.

¿Las plantas son una forma o un contenido?

¿Y tus ideas y tu insomnio qué cosas son?

Luciana Mellado (Buenos Aires, 1975), De lo que no Aparece en las Encuestas, 24 de abril de 2021

El coloquio de las plantas
La Ballesta Magnífica, 
Delta de San Fernando, 2021










Foto: Letralia

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