Mendiga
Cuando yo tenía cuatro años mi madre me llevó al parque.
El sol primaveral calentaba poco. La calle estaba casi desierta.
La bruja de mi libro de cuentos de hadas vino caminando hacia nosotros.
Se detuvo para pescar algunas uvas mohosas junto al cordón de la vereda.
Te Deum
No canto
a las victorias,
no tengo ninguna,
sino a la simple luz del sol,
la brisa,
la generosidad de la primavera.
A las victorias no
sino al trabajo cotidiano hecho
lo mejor que he podido;
no por un lugar en el estrado,
sino en la mesa común.
Escena nocturna
Vi el cobertizo entre las sombras del patio
y vi la nieve en su techo:
un brillo alargado a la luz de la luna.
No podía descansar ni cerrar los ojos
aun cuando sabía que a la mañana siguiente
debía levantarme temprano y reemprender el trabajo,
y reemprender el trabajo.
Ese día estaba perdido, ese mes también;
y un año y otro por lo que sé.
Charles Reznikoff (Nueva York, 1894-1976), The Poems of Charles Reznikoff :1918-1975, Seamus Cooney ed., David R. Godine, Boston, 2005
Versiones de Jonio González
Beggar Woman
When I was four years old my mother led me to the park.
The spring sunshine was not too warm. The street was almost empty.
The witch in my fairy-book came walking along.
She stooped to fish some mouldy grapes out of the gutter.
Te Deum
Not because of victories
I sing,
having none,
but for the common sunshine,
the breeze,
the largess of the spring.
Not for victory
but for the day’s work done
as well as I was able;
not for a seat upon the dais
but at the common table
Night-Piece
I saw within the shadows of the yard the shed
and saw the snow upon its roof—
an oblong glowing in the moonlit night.
I could not rest or close my eyes,
although I knew that I must rise
early next morning and begin my work again,
and begin my work again.
That day was lost—that month as well;
and year and year for all that I can tell.
Foto: Charles Reznikoff Poetry Foundation
Cuando yo tenía cuatro años mi madre me llevó al parque.
El sol primaveral calentaba poco. La calle estaba casi desierta.
La bruja de mi libro de cuentos de hadas vino caminando hacia nosotros.
Se detuvo para pescar algunas uvas mohosas junto al cordón de la vereda.
Te Deum
No canto
a las victorias,
no tengo ninguna,
sino a la simple luz del sol,
la brisa,
la generosidad de la primavera.
A las victorias no
sino al trabajo cotidiano hecho
lo mejor que he podido;
no por un lugar en el estrado,
sino en la mesa común.
Escena nocturna
Vi el cobertizo entre las sombras del patio
y vi la nieve en su techo:
un brillo alargado a la luz de la luna.
No podía descansar ni cerrar los ojos
aun cuando sabía que a la mañana siguiente
debía levantarme temprano y reemprender el trabajo,
y reemprender el trabajo.
Ese día estaba perdido, ese mes también;
y un año y otro por lo que sé.
Charles Reznikoff (Nueva York, 1894-1976), The Poems of Charles Reznikoff :1918-1975, Seamus Cooney ed., David R. Godine, Boston, 2005
Versiones de Jonio González
Beggar Woman
When I was four years old my mother led me to the park.
The spring sunshine was not too warm. The street was almost empty.
The witch in my fairy-book came walking along.
She stooped to fish some mouldy grapes out of the gutter.
Te Deum
Not because of victories
I sing,
having none,
but for the common sunshine,
the breeze,
the largess of the spring.
Not for victory
but for the day’s work done
as well as I was able;
not for a seat upon the dais
but at the common table
Night-Piece
I saw within the shadows of the yard the shed
and saw the snow upon its roof—
an oblong glowing in the moonlit night.
I could not rest or close my eyes,
although I knew that I must rise
early next morning and begin my work again,
and begin my work again.
That day was lost—that month as well;
and year and year for all that I can tell.
Foto: Charles Reznikoff Poetry Foundation
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