lunes, diciembre 06, 2010

de archivo / Molinari

Leopoldo Marechal, Francisco Luis Bernárdez
y Ricardo Molinari, década del '20 
de archivo / Ricardo Molinari

"Todo es breve, inútil y suspenso"

por Jorge Aulicino



En 1985, un auto chocó contra otro y, en la carambola, golpeó a un anciano peatón que todos hubieran dicho que iba distraído. El accidente arrojó al poeta Ricardo Molinari, entonces de 87 años, a una clínica de traumatología y a cierta consideración pública. Resultó que era uno de los mejores poetas argentinos y no tenía un peso para pagar su tratamiento. Los diarios se hicieron eco de la lamentable situación y hubo colectas, más la buena voluntad del dueño de la clínica, para ayudar en su lenta recuperación a este hombre casi abstracto. Del accidente salió Molinari casado con la poeta Ofelia Zúcoli Fidanza. Y el año siguiente recibió el Premio de Honor del Fondo Nacional de las Artes con el que los funcionarios culturales intentaron hacer alguna justicia frente a quien era considerado por sus pares estrictamente un maestro de la poesía, algo quizá más inasible pero tal vez más esencial que un escritor importante. Molinari dijo entonces a Clarín con tranquila desfachatez: "Qué quiere que le diga... esta distinción significa dinero (eran 10.000 australes), independientemente del valor espiritual... Me permitirá paliar algunos problemas". *


El espacio y las nubes

Era tipo de espacios abiertos. Nacido en Villa Urquiza, que por entonces era quintas y campo, la poesía de Molinari se acercó a las vanguardias que se debatían entre los célebres grupos de Florida y Boedo, para hacer más sorprendente el adjetivo y más afinadas las imágenes, antes que para aprender el ingenio y el estruendo.

Francisco Luis Bernárdez recuerda que en las terturlias con Leopoldo Marechal, con Jorge Luis Borges, en los años veinte, aquel muchacho "mudo y sonriente" sufría cierta impaciencia al llegar cierta hora. Era la hora en que salía el último tranvía para Villa Urquiza. "¿Qué hacer de nuestras vidas, María del Pilar?", podía escribir por entonces en medio de versos delicados y engañosamente simples que hablaban de árboles y nubes.

Publicaba en ediciones privadas un libro tras otro. Fueron tal vez setenta, que si se quiere componen un poema único. Así lo entendió la crítica cuando en 1975 aparecieron sus obras completas bajo el título Las sombras del pájaro tostado. En el agua fluida de ese largo poema se encuentran a veces algunas palabras sólidas, pero en general la lectura de Molinari deja la sensación de que no se leyó estrictamente nada -nada que pueda contarse, recordarse- y que se ha tenido una experiencia que impresionó en un lugar profundo.

"Vivo en mi mundo extraño,/ alegre y firme/ como un dormido." Un tipo de cara oscura y pelo de algodón, de palabras que se veían en el aire seguidas de puntos suspensivos, pero de ojos negros analíticos, fue lo que la prensa descubrió cuando se enteró, en 1985, que en una clínica traumatológica intentaba reponerse el poeta que muchos consideraban uno de los grandes de América, de la primera mitad del siglo, a la par de cualquiera que se mencione. El crítico inglés J. M. Cohen dijo que esos hombres eran cuatro: el chileno Pablo Neruda, el peruano César Vallejo, el mexicano Octavio Paz y Molinari.

Un creyente en busca de un dios, un tipo de inusitadas propuestas -"Completar un mate, peinar un muerto" eran cosas del orden de la vida que él creía debían saberse-, su obra giraría entre la apología de lo fugaz y la decepción: "Todo es breve,/ inútil/ y suspenso". En cierto sentido, clásico -"la música de lo terrible no debe herir el oído", podría haber dicho con Mozart-, si terminó por crear una figura, un ícono de sí mismo, éste fue el de la sombra de la literatura nacional, el eterno hombre secreto, cuya imagen, piel oscura, pelo blanquísimo, parecía justamente un negativo fotográfico.

Clarín, 1996

* Ricardo Molinari (Buenos Aires, 1898-1996) obtuvo el Premio Nacional de Poesía en 1958 y fue miembro de la Academia Argentina de Letras.

Foto: Leopoldo Marechal, Francisco Luis Bernárdez y Ricardo Molinari s/d

2 comentarios:

  1. Estimado Jorge:
    de archivo / Molinari
    (agregar la "c")
    Atte/
    PD: Trabajos de Molinari en su página?

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  2. Gracias por la corrección
    Sí, hay Molinari en el blog

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