lunes, febrero 03, 2025

Eugenio Montale / Ventana fiesolana


Aquí donde el grillo insidioso taladra
los vestidos de seda vegetal
y el olor a alcanfor no pone en fuga
las polillas que muelen  los libros,
el pajarito sube en espiral
sobre el olmo y el sol entre las ramas
oscuro le pone trampas. Otra luz que no colma,
otras llamaradas, oh mis hiedras escarlatas.

Eugenio Montale (Génova, Italia, 1896 - Milán, Italia, 1981), "La bufera e altro", 1956, Tutte le poesie, Mondadori, Milán, 2004
Versión de Jorge Aulicino

El título del poema refiere a Fiesole, antigua ciudad de origen etrusco, a 8 kilómetros de Florencia, sobre la montaña. [N. del T.]


Finestra fiesolana

Qui dove il grillo insidioso buca 
i vestiti di seta vegetale 
e l'odor della canfora non fuga 
le tarme che sfarinano nei libri, 
l'uccellino s'arrampica a spirale 
su per l'olmo ed il sole tra le frappe 
cupo invischia. Altra luce che non colma, 
altre vampe, o mie edere scarlatte. 
---
Foto: Eugenio Montale, Milán, 1966 Giorgio Lotti/ Mondadori/ Getty                                                                    

domingo, febrero 02, 2025

Barbara L. Greenberg / Todos los gatos



"Todos los gatos son grises por la noche", susurra ella
en la noche cenicienta, ¿o es
Zeitgeist su gatito, su mascota para toda la vida,
quien susurra?
Lo mira a los ojos: "Zeitgeist,
¿eres un gato singular de muchas vidas
o una serie de gatos intercambiables?".
"Sí", sisea él, y salta de su cesta
al regazo de ella, después sube para rodearle el cuello
como un collar de piel. ¿Pretende
adornarla u otra cosa?
Unidos, visitan el espejo. Ella se refleja
como una abuelita que luce una mascota suave y gris.
Él se refleja como un gato elegante
vistiendo su propio maniquí gris
por el momento.

Barbara L. Greenberg (Boston, Estados Unidos, 1932 - Weston, Estados Unidos, 2020), Late Life Happiness, University of Wisconsin-Parallel Press, Madison, 2010
Versión de Jonio González


ALL THE CATS

"All cats are gray at night," she whispers
into the graying night, or is it
Zeitgeist her kitty-cat, her pet for life
who's whispering that?
She looks him in the eye: "Zeitgeist,
are you a singular cat of many lives
or a series of interchangeable cats?"
"Yes," he hisses and leaps from his basket
onto her lap, then up to encircle her neck like a fur collar. Does he intend
to adorn her or some other act?
Joined, they visit the mirror. She reflects
as a granny wearing a soft gray pet.
He reflects as an elegant cat
wearing his own gray mannequin
for the time being.
---

sábado, febrero 01, 2025

Verónica Zondek / "Instalaciones de la memoria"

 

Una ventana se construye para mirar a otra.

¿Cuántos rostros en domingo espiaban otro rostro?
¿Qué pared deshojada te pertenecía?
¿En cuál cama gritaste de placer?
¿En cuál te retorciste impotente?



Ninguna carne en ninguna parte.
Ninguna ave.
Ninguna flor.
Ninguna huella de zapato.
Ninguna pata de equino.
Ninguna rueda del mentado progreso.
Ruinas.
Ex-edificios.
Ex… 
Desplome por doquier.


El tiempo devuelve los muros al polvo


El marco de esa ventana es una boca sin palabras.



Ventanas para mirar lo que…
y ventanas para observar al caminante.
Ventanas para mirar la vida al derecho y al revés.


Y nadie.
Sólo el resto viviente de una mano que fue.




Silencios.
Silencios poblados con almas en pena. 
Silencios sin lenguas al aire.




Murmullos.
Murmullos que trepan los muros.
Y ver
 ver cómo brotan
 en qué ventana
 en qué ojo el testimonio
 ver
 ver cómo es que detienen el habla dicotómica
 cómo golpean las puertas
entran a las habitaciones
ponen la mesa
compran el pan
y con qué cupones
y con qué cara
si los tiempos pasan volando
y pasa la carne
y se abre la historia
para el aliento
para la hoja
 la sonrisa del olvido
 el algo
 la alguna cosa
 de Ud. Mr. Sr. Capataz.
Sí Sr.:
murmullos.


Hay un angelito enterrado más allá de los barrotes.



Silencio:
en ese patio y cara a cara
hablan de a dos.
Silencio:
hablan lo que el tiempo enmudeció.



Busco luz en la oscuridad azabache de un adentro.



Los dientes del animal relucen en la negrura de un hocico.



¿Qué responde el aire cuando la carne se desprende del hueso?



Era de hombres construir monumentos que tocaran el cielo.
Era de hombre intentar lo eterno y ganarle a los dioses.
Hoy el hombre construye para mamar sin sacio la tierra.
Es de hombres el fierro, el dinero y el nombre.
Es de hombres el poder por el poder.
Poder por poder por poder.
Por poder poder.


También en el desierto la verja comentó el rostro de la propiedad privada.



Un ojo talla la ventana con sus uñas en el tiempo que ocupa el deterioro.
La historia no está escrita. Los muros no hablan. La ventana es ciega.
El suelo no guarda huellas de animal. En frente

otros muros

otras vidas

otra amnesia.


Un dolor está embalsamado.

Un silencio graba su mano en el cuaderno alto y celeste.

Un ojo es un paso estancado en la arena del reloj.



¿Qué desaparece cuando un muro se descascara?

¿Cuál es el orificio que elegiremos para leer la historia?



¿Qué amor de hombre construyó la casa de la cruz?
¿Por qué mi querido dios?
¿Por qué haces que permanezca ese monumento que cobijó al hombre
y en cambio
derrotas al ser que lo construyó?
Aun así
dicen los que dicen
que tú dices
que sí
que lo amas igual que a ti mismo.


Un viento ara el paisaje.

Dos cordilleras guardan La Oficina.

Lo que sólo se construye para explotar un mineral muere de muerte súbita


Donde estuvo el hombre
hambre hubo.
Basura.
Luz y sombra.
Más basura.
¿Qué hubo?
Donde estuvo el hombre
hambre hubo.

Basura.
Luz y sombra.
Más basura.
¿Qué hubo?



¿Colgará aún
una palabra
de 
estos muros
devastados?
¿Serán esos fierros
la escritura que signa una historia?
¿Habrá una voz
un eco en la arena
un enterrado
que sonroje el rostro de los escombros?



Cuando se detiene el trabajo repta baboso un sigilo.



El hombre censura la carga del silencio y el vacío.



Cuando él se aleja encalla el tiempo
 y los cañones dejan de humear


Él habita la tierra arenosa y sin flores de este lecho terminal.




Una rueda.
Una rueda que rodó y que ya no rueda.



Un ojo despierto enfoca siluetas de hombres que ya no son.



Un no cristal que filtra el día.
Una chimenea. Dos chimeneas. Tres.
Ningún perro.
Un silencio de origen o término.




Otra vez una ventana que mira la calle.

Otra vez una ventana que encuentra otra ventana.

Sí, dos ventanas que miran la calle.


Fragmentos de un ayer.

Fragmentos de un otro.

Fragmentos de un hoy.

No hay nada ya que devuelva el rostro.

No espejismos
no vidrios
no cristales
no vanidad.

Un solo en el viento.
Un polvo de tiempo.
Un ojo.

Ya la muerte estuvo
y bailó con sus pies huesudos.

La luz se derrama sobre una calle alongada.


Polvo de entrada y polvo de salida.

Restos.

Resistencia en los bordes.

Lucha estática.

El día.
La noche.


La ausencia de palabras.

Verónica Zondek (Santiago de Chile, 1953),"Instalaciones de la memoria", El esplendor de la granada. Poesía reunida (1984-2022)Libros del Cardo, Valparaíso 2023

---
Foto: La Raza Cómica s/d

viernes, enero 31, 2025

W. H. Auden / Lenguaje de pájaros




Tratando de entender las palabras
Pronunciadas en todos lados por pájaros,
Reconozco en lo que escucho
Ruidos que significan miedo.

Pensé que algunos de ellos, estoy seguro, deben
Representar rabia, bravuconadas, lujuria,
Todas las otras notas que las aves emplean
Suenan como sinónimos de alegría. 

W. H. Auden (York, Inglaterra, 1907 - Viena, 1973), City Without Walls and Other Poems, Faber and Faber,  Londres. 1969.
Traducción: Ricardo Ruiz



Bird-Language

Trying to understand the words
Uttered on all sides by birds,
I recognize in what I hear
Noises that betoken fear.

Thought some of them, I'm certain, must
Stand for rage, bravado, lust,
All other notes that birds employ
Sound like synonyms for joy.

 Collected Poems by W.H. Auden, editado por Edward Mendelson, Vintage International, 2002
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Foto. W. H. Auden, Venecia, Italia, 1951 Ruth Orkin/Getty Images


jueves, enero 30, 2025

Bernard Chambaz / Cinco días de agosto


1
Las cinco la mañana
Salvaba la ruta
Que habíamos seguido desde la mitad de los años 
Setenta
Bajando como en planeador
Hacia el límite del mar y Tesalónica
La otra mitad del mundo, a la derecha, todavía oscura
Y dormida


2
Vestigios
En los últimos minutos de la séptima hora
Sqqarah aparece en las cercanías
La mata de papiros y las pirámides
De ocres en la imperfección de los peldaños
Aquí los rastros de un templo
Donde desapareces
Entre dos columnas y las colinas de arena desierta


3
La noche negra
Al punto que no se ve nada del barranco inaudito
Recorrido por el range-rover
Hasta Nemrut
Un cono de piedras azules como
La intuición del cielo &
Tu suéter cuando antes del sol te estiras
Bajo el rostro oval y benévolo de Antioquía


4
M'zab
Anagrama encabado una letra por hijo
El árbol de las estrellas, a la noche
Titila como la mezquita &
Los viejos colectivos con el parabrisas decorado con pequeñas
/medialunas
Verdes realzado por un milagroso sistema de luces de guiño
El infinito se inclina
Derramando dicha


5
El tiempo se dilata
Y vacila
Como el barco de la vuelta a Brindisi o Trapani
El olor de las especias y el gusto del café
Cuando una nube rosada-rosada recubre la chimenea
Cuya sombra desciende por bocanadas sobre el puente
Donde soñamos
En la misma cubierta


Une anthologie de circonstance, 1993

Bernard Chambaz (Boulogne-Billancourt, Francia, 1949), Poesía francesa contemporánea 1940-1997. Selección, traducción, prólogo y notas de Jorge Fondebrider, Libros de Tierra Firme, Buenos Aires, 1997

Cinq jours d’ aóut

1
Cinq heures le matin/Enjambait la route/Que nous avions suivie depuis le milieu des années soixante-/Dix/Dévalant comme en parapente/ Vers la lisière de la mer et Thessalonique/ L'autre moitié du monde, à droite, encore obscure/ Et endormie

2
Vestiges/ Aux dernières minutes de la septième heure/Sqqarah apparaît à proximité/ La touffe des papyrus et les pyramides/ D'ocres dans l'imperfection des degrés/ Ici les traces d'un temple/ Où tu disparais/ Entre deux colonnes et les collines de sable désert

3
La nuit noire/Au point qu'on ne voit rien du ravin inouï/ Longé par la range-rover/ Jusqu'au Nemrut/ Un cône de cailloux bleus comme/ L'intuition du ciel &/ Ton chandail quand avant le soleil tu t'allonges/Sous le visage ovale et bienveillant d'Antioche

4
M`zab/ Anagramme inachevée une lettre par fils/ L'arbre aux étoiles, le soir/ Scintille comme la mosquée &/ Les vieux autocars au pare-brise décoré petits croissants/ Verts rehaussé par un miraculeux système de clignotants/ L'infini penche/ Versant bonheur

5
Le temps se dilate/ Et tangue/ Comme le raffiot du retour à Brindes ou Trapani/ L'odeur des épices et le goût du café/ Quand un nuage rose-rose recouvre la cheminée/ Dont l'ombre descend par bouffées sur le pont/ Où nous rêvons/ A même le bois
---
Foto: Bernard Chambaz, Saint-Malo, 2014 Raphaël Gaillarde/Gamma-Rapho/Getty Images

miércoles, enero 29, 2025

Volker Braun: / Dos poemas



La trituradora

Los últimos días tranquilos empiezan a correr
En un precipicio. Al futuro también
Lo arrastran ahí adentro. ¿Qué pensé, entonces?
Mi antiguo silencio se convierte en grito
Ya no es comprensible. ¿Qué me proponía?
La trituradora recuerda de manera fragmentaria
Mi vida pacífica, vista a la distancia
Se transforma en una catástrofe. EL QUE
HA RECONOCIDO SU SITUACIÓN, ese debe ser detenido
¿Y ahora hacia dónde ir? La miseria sale a su encuentro
desde todas partes.


Ahora estoy contento

Bueno, ahora estoy contento.
Dejo pasar el aire por mis arterias
Y todavía conservo los cinco sentidos. –
¿En este mundo sin sentido? –
Vivo pegado a la tierra
Que no me pertenece ni a mí ni a nadie. 
Todavía veo árbol y pez
Y mares flotantes. – Los ves
Morir. – Estados
De hormigón repulsivo. Hasta
El más libre, sumiso.
El crimen aún mata al humano.
Tengo miedo a la guerra. –
¿Y por eso estás contento? –
Vivir en el mayor peligro
Del presente, el último
Humano o el primero.

Volker Braun (Dresde, Alemania, 1937), “La trituradora / "Der Reißwolf”, Lustgarten, Preußen, Suhrkamp, 2000; “Ahora estoy contento" / "Nun bin ich froh”, Langsamer knirschender Morgen, Suhrkamp, 1987

Versiones de Silvana Franzetti

Más poemas de Volker Braun en 

Der Reißwolf

Die vergangenen ruhigen Tage beginnen zu rennen
In einem Abgrund. Auch die Zukunft
Reißen sie mit hinein. Was dachte ich denn?
Mein altes Schweigen wird zum Gebrüll
Nicht mehr verständlich. Was bezweckte ich?
Der Reisswolf erinnert sich bruchstückhaft
Mein friedliches Leben, mit Abstand besehn
Verwandelt sich in eine Katastrophe. WER
SEINE LAGE ERKANNT HAT, der ist aufzuhalten
Aber nun wohin? Das Elend kommt ihm von
überallher entgegen.


Nun bin ich froh 
Nun also bin ich froh.
Ich ziehe die Luft durch die Adern
Und habe noch meine fünf Sinne. –
In dieser sinnlosen Welt? –
Ich wohne dicht auf der Erde
Die keinem und mir gehört.
Ich sehe noch Baum und Fisch
Und schwimmende Meere. – Sterben
Siehst du sie. – Staaten
Aus gräßlichen Beton. Selber
Der Freieste, Untertan.
Die Tat noch tötet den Mann.
Ich fürchte mich vor dem Krieg. –
Und des bist du froh? –
In der Gefahr größester
Gegenwart leben, der letzte
Oder der erste Mensch.
---
Foto: MDR

martes, enero 28, 2025

Eugenio Montale / El mechón de pelo...


El mechón de pelo que te vela
la frente infantil, distraerlo
con la mano no debes. También habla
de ti, sobre mi camino es todo el cielo,
la única luz junto con los jades con que has
rodeado la muñeca, en el tumulto del 
sueño la cortina que tus indultos
extienden, el ala que te lleva,
transmigrante Artemisa e ilesa,
entre las guerras de los nacidos muertos;  si
de aéreos plumones se enflora
ese fondo eres tú la que de un salto
bajaste a agitarlo
e intranquila tu frente
se confunde con el alba, la esconde.

Eugenio Montale (Génova, Italia, 1896 - Milán, Italia, 1981), "La bufera e altro", 1956, Tutte le poesie, Mondadori, Milán, 2004
Versión de Jorge Aulicino


LA FRANGIA dei capelli che ti vela
la fronte puerile, tu distrarla
con la mano non devi. Anch'essa parla
di te, sulla mia strada è tutto il cielo,
la sola luce con le giade ch'ài
accerchiate sul polso, ne tumulto
del sonno la cortina che gl'indulti
tuoi distendono, l'ala onte tu vai,
trasmigratrice Artemide ed illesa,
 tra le guerre dei nati-morti; e s'ora
d’aeree lanugini s'infiora
quel fondo, a marezzarlo sei tu, scesa
d'un balzo, e irrequieta la tua fronte
si confonde con l'alba, la nasconde.
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Foto: Eugenio Montale, Milán, años 60 Giorgio Lotti/Mondadori/Getty Images

lunes, enero 27, 2025

Miyó Vestrini / El país, decíamos



El país, decíamos, 
lo poníamos en las mesas, 
lo cargábamos a todas partes, 
el país necesita, 
el país espera, 
el país tortura, 
el país será, 
al país lo ejecutan, y estábamos allí por las tardes 
a la espera de algún doliente 
para decirle 
no seas idiota 
piensa en el país.

Marie-José Fauvelle Ripert, Miyó Vestrini (Nimes, Francia, 1938 - Caracas, 1991), Todos los poemas, Monte Ávila, Caracas, 1994
Envío de Jonio González

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domingo, enero 26, 2025

Alberto Cisnero / De "Clase 75"



10-

más que la planta y la bestia
tranqueamos con el riesgo.
en tanto progresa el día.
mañana será otro pálido
recuerdo. verás la sombra
de un rincón y algunas flores.
una sola línea sincera basta
para distinguir la propina
de la limosna. así nos
lo dijo el corazón.


11-

leeremos exégesis de los vates
parroquiales (sufren mucho,
piden su óbolo: confidencias,
miserias, querellas). en provincia
y en capital. luego de ilustrados
vamos a repetir frases sacadas
de los libros, alegres sin bajezas.
y aunque la ilusión sea vana,
nos oiremos entonar canciones
que acompañan la guitarra.

cumbias, vidalas, chamamé.
son nuestras limitaciones.

16-

mi pueblo tiene un río, un río
que es como un mar. he aquí
que fluye cual ninguno y forma
otra parte del horizonte. cuando
la época de troya y su guerra,
dentro de libros duplicados
sobre piel encalada, donde
los campos de concentración
del territorio nacional, en aquella
estampa de la abanderada
de los hundibles y en el doblón
de oro de ocho escudos. es la masa
molecular de un cuerpo. escribir

es hacer el trabajo sucio, por eso
hay que saber para quién.

Alberto Cisnero (La Matanza, Argentina, 1975)

Clase 75
,
Buenos Aires, 2025









---
Foto: Gentileza de editorial Barnacle

sábado, enero 25, 2025

Robert Frost /Dos vagabundos en tiempo de barro


Desde el barro llegaron dos extraños
Y me sorprendieron partiendo leña en el jardín,
Uno de ellos me distrajo
Con un saludo alegre: "dales con todo".
Supe muy bien por qué se había detenido
Dejando que el otro se le adelantara.
Supe muy bien lo que tenía en mente:
Quería hacer mi trabajo por dinero.

Yo partía buenos bloques de roble,
Tan grandes como el tronco donde los cortaba;
Y cada pieza que golpeaba limpiamente
Caía sin astillarse, como piedras divididas.
Los golpes que una vida de autocontrol
Había retenido en favor del bien común,
Los descargaba ese día, dándole permiso a mi alma,
Contra esas maderas sin importancia.

Al sol hacía calor, aunque la brisa era fresca.
Ustedes saben cómo es un día de abril
Cuando sale el sol y para el viento,
Estás un mes adelantado, en la mitad de mayo.
Pero apenas terminas de decirlo,
Viene una nube y cubre la bóveda soleada;
un viento baja de un pico helado,
Y entonces estás dos meses atrás,
En la mitad de marzo.

Un mirlo azul baja suavemente, se posa
Y se vuelve hacia el viento para alisar sus plumas,
Su canto, tan modulado que no podría despertar
A ninguna flor aún en capullo.
Cae un copo de nieve, el mirlo supo a medias
Que el invierno jugaba a hacerse el muerto.
Salvo por su color, él no está triste,
Pero tampoco es que anuncie ningún florecimiento.

El agua, que en el verano
Tendremos que rastrear con una vara mágica,
Forma ahora un arroyo en cada huella,
Un estanque en cada pisada.
Alégrate con el agua, pero no te olvides
De que la escarcha se agazapa debajo de la tierra,
Ella irrumpirá ni bien se ponga el sol
Para mostrar en el agua su diente de cristal.

Aquella vez fue cuando más amé mi trabajo,
Y esos dos, al venir con su pedido,
Hicieron que lo amara más.
Se podría pensar que yo nunca había sentido antes
El peso de un hacha equilibrándose en lo alto,
El contacto con la tierra en la planta de los pies,
La vida de los músculos balanceándose con suavidad,
Regulares y húmedos, en la tibieza primaveral.

Salidos de los bosques, dos vagabundos corpulentos
(Que Dios sabe dónde habrán dormido anoche,
aunque hasta hace poco estarían en algún campamento maderero)
Consideraban que partir leña era asunto de ellos.
Hombres de los bosques y leñadores,
Me juzgaban según sus habilidades.
Excepto por el modo en que un tipo manejaba el hacha
No tenían manera de reconocer a un tonto.

Ni ellos ni yo decíamos nada.
Sabían que solo tenían que quedarse ahí
Para que el peso de su lógica entrara en mi cabeza:
Yo no tenía derecho a jugar
Con aquello que para otros era un trabajo.
Mi derecho podría ser el amor pero el de ellos era la necesidad.
Y puestos lado a lado,
El derecho de ellos era más justo -de acuerdo.

Pero ceda quien quiera a esa separación.
El objetivo de mi vida es unir
Mi afición con mi vocación,
Tal como mis dos ojos se hacen uno en la mirada.
Solo donde el amor y la necesidad son uno,
Y en el trabajo se juega la vida,
Se consuma realmente la acción
Para el Cielo y para el bien futuro.

[A Further Range, 1936]

Robert Frost (San Francisco, Estados Unidos, 1874-Boston, Estados Unidos, 1963), Biblioteca Ignoria
Versión de Isaías Garde



Two Tramps in Mud Time

Out of the mud two strangers came
And caught me splitting wood in the yard,
And one of them put me off my aim
By hailing cheerily "Hit them hard!"
I knew pretty well why he had dropped behind
And let the other go on a way.
I knew pretty well what he had in mind:
He wanted to take my job for pay.

Good blocks of oak it was I split,
As large around as the chopping block;
And every piece I squarely hit
Fell splinterless as a cloven rock.
The blows that a life of self-control
Spares to strike for the common good,
That day, giving a loose my soul,
I spent on the unimportant wood.

The sun was warm but the wind was chill.
You know how it is with an April day
When the sun is out and the wind is still,
You're one month on in the middle of May.
But if you so much as dare to speak,
A cloud comes over the sunlit arch,
A wind comes off a frozen peak,
And you're two months back in the middle of March.

A bluebird comes tenderly up to alight
And turns to the wind to unruffle a plume,
His song so pitched as not to excite
A single flower as yet to bloom.
It is snowing a flake; and he half knew
Winter was only playing possum.
Except in color he isn't blue,
But he wouldn't advise a thing to blossom.

The water for which we may have to look
In summertime with a witching wand,
In every wheelrut's now a brook,
In every print of a hoof a pond.
Be glad of water, but don't forget
The lurking frost in the earth beneath
That will steal forth after the sun is set
And show on the water its crystal teeth.

The time when most I loved my task
The two must make me love it more
By coming with what they came to ask.
You'd think I never had felt before
The weight of an ax-head poised aloft,
The grip of earth on outspread feet,
The life of muscles rocking soft
And smooth and moist in vernal heat.

Out of the wood two hulking tramps
(From sleeping God knows where last night,
But not long since in the lumber camps).
They thought all chopping was theirs of right.
Men of the woods and lumberjacks,
They judged me by their appropriate tool.
Except as a fellow handled an ax
They had no way of knowing a fool.

Nothing on either side was said.
They knew they had but to stay their stay
And all their logic would fill my head:
As that I had no right to play
With what was another man's work for gain.
My right might be love but theirs was need.
And where the two exist in twain
Theirs was the better right--agreed.

But yield who will to their separation,
My object in living is to unite
My avocation and my vocation
As my two eyes make one in sight.
Only where love and need are one,
And the work is play for mortal stakes,
Is the deed ever really done
For Heaven and the future's sakes. 
---

viernes, enero 24, 2025

Biancamaria Frabotta / De "Il rumore bianco"


Escribo para no fumar pero si no fumo no escribo
Escribo para no esperar el maldito timbre del teléfono.
pero si no llamas no escribo
escribo para no escapar de la abundancia de tu vena.
pero si no escapo no escribo
Escribo para no volver a la mala senda
pero si no vuelvo no escribo
escribo para no darles la victoria, mosqueteros del viento y del engaño
pero si no vivo más y escribo, ¡ay!
victoria siempre tendrán sobre mí.

Biancamaria Frabotta (Roma, 1946-2022), Il rumore bianco, Feltrinelli, 1982; Facebook, 23 de enero de 2025
Versión de Jorge Aulicino


Scrivo per non fumare ma se non fumo non scrivo 
scrivo per non aspettare il sanguinoso squillo del telefono 
ma se non telefoni non scrivo
scrivo per non scappare dalla abbondanza della tua vena 
ma se non scappo non scrivo
scrivo per non tornare sulla cattiva strada
ma se non torno non scrivo
scrivo per non darvela vinta moschettieri del vento e del falso 
ma se più non vivo e scrivo ahimè
vinta voi sempre l’avrete su di me.
---

jueves, enero 23, 2025

Antón Arrufat / Dos poemas


Post scriptum

Tocan a la puerta
mientras escribo esta página:
me levanto y recojo
un pequeño patíbulo.
Regreso y sigo escribiendo.


Ellos

Un día vendrán a buscarme,
lo aseguro.
Dos hombres vestidos de hombre
subirán la escalera, que la vecina
ha terminado de limpiar.
Los espero sentado en mi sillón
de siempre: donde escribo.
Me llamarán, saben mi nombre.
Después seré expulsado
de los cursos
y de la historia.

Antón Arrufat (Santiago de Cuba, Cuba, 1935 - La Habana, 2023), La huella en la arena. Poemas reunidos, Editorial Letras Cubanas, La Habana, 1986
Envío de Jonio González
---

miércoles, enero 22, 2025

Cesare Pavese / Encuentro




Estas duras colinas que han hecho mi cuerpo
y lo sacuden con tantos recuerdos, me han abierto el prodigio
de ella, que no sabe que la vivo y no llego a comprenderla.

La encontré una noche: una mancha muy clara
bajo las estrellas ambiguas, en la neblina de verano.
Había alrededor el olor de estas colinas
más profundo que la sombra, y de repente sonó,
como salida de estas colinas, una voz más limpia,
y áspera a la vez, una voz de tiempos perdidos.

Alguna vez la veo, vívida delante,
definida, inmutable, como un recuerdo.
Nunca pude aferrarla: su realidad
cada vez se me escapa y me lleva lejos.
Si es bella no lo sé. Entre las mujeres es joven:
me sorprende al pensarla un recuerdo remoto
de la infancia vivida entre aquellas colinas,
tan joven es. Es como la mañana. Me trae en los ojos
todos los cielos lejanos de aquellas mañanas remotas.
Y tiene en los ojos un propósito firme: la luz más limpia
que haya tenido jamás el alba sobre estas colinas.

La he creado desde el fondo de todas las cosas
que me son más queridas y no llego a comprenderla.

[8 - 15 de agosto de 1932]

Cesare Pavese (Santo Stefano Belbo, Italia, 1908-Turín, Italia, 1950)

"Trabajar cansa",
Poesía completa,
Traducción de Jorge Aulicino
Buenos aires 2025







Más poemas de Cesare Pavese en Otra Iglesia Es Imposible
Una selección de poemas de Pavese en italiano en Avamposto
Una introducción a los poemas de Pavese en Op. Cit.


Incontro

Queste dure colline che han fatto il mio corpo
e lo scuotono a tanti ricordi, mi han schiuso il prodigio
di costei, che non sa che la vivo e non riesco a comprenderla.

L’ho incontrata, una sera: una macchia più chiara
sotto le stelle ambigue, nella foschìa d’estate.
Era intorno il sentore di queste colline
più profondo dell’ombra, e d’un tratto suonò
come uscisse da queste colline, una voce più netta
e aspra insieme, una voce di tempi perduti.

Qualche volta la vedo, e mi vive dinanzi
definita, immutabile, come un ricordo.
Io non ho mai potuto afferrarla: la sua realtà
ogni volta mi sfugge e mi porta lontano.
Se sia bella, non so. Tra le donne è ben giovane:
mi sorprende, a pensarla, un ricordo remoto
dell’infanzia vissuta tra queste colline,
tanto è giovane. È come il mattino. Mi accenna negli occhi
tutti i cieli lontani di quei mattini remoti.
E ha negli occhi un proposito fermo: la luce più netta
che abbia avuto mai l’alba su queste colline.

L’ho creata dal fondo di tutte le cose
che mi sono più care, e non riesco a comprenderla.
---
Imagen superior: De la tapa de Poesía completa, retrato de perfil de Cesare Pavese, por Merlina H. Cisnero, basado en las fotos de prontuario del autor durante su confinamiento en un pueblo de Calabria en la década de los 30 del siglo pasado.

martes, enero 21, 2025

Eugenio Montale / Serenata india


Y aún es nuestro el deshacerse de las tardes
Y para nosotros la estría que del mar
sube hasta el parque y hiere los aloe.

Puedes llevarme de la mano si finges
creerte conmigo, si tengo la locura

de seguirte lejos y si aquello que tomas,
aquello que dices me parece tu poder.

***

Si fuese tu vida la que me sostiene sobre
los umbrales, podría prestarte un rostro,
delirar tu figura. Pero no es,


no es así. El pulpo que insinúa tentáculos
de tinta entre las rocas
puede servirse de ti. Le perteneces 
y no lo sabes. Eres él, te crees tú. 

Eugenio Montale (Génova, Italia, 1896 - Milán, Italia, 1981), "La bufera e altro", 1956, Tutte le poesie, Mondadori, Milán, 2004
Versión de Jorge Aulicino



Serenata indiana 
 
È pur nostro il disfarsi delle sere. 
E per noi è la stria che dal mare 
sale al parco e ferisce gli aloè. 

Puoi condurmi per mano, se tu fingi 
di crederti con me, se ho la follia 

di seguirti lontano e ciò che stringi, 

ciò che dici, m'appare in tuo potere. 

***
Fosse tua vita quella che mi tiene sulle 
soglie - e potrei prestarti un volto, 
vaneggiarti figura. Ma non è, 

non è cosi. Il polipo che insinua tentacoli 
d'inchiostro tra gli scogli 
può servirsi di te. Tu gli appartieni 
e non lo sai. Sei lui, ti credi te. 

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Foto: Eugenio Montale, Milán 1962  Mario De Biasi / Mondadori / Getty Images

lunes, enero 20, 2025

Bertolt Brecht / Tres poemas



Epístola sobre el suicidio

Matarse uno mismo
es un asunto trivial.
Se puede charlar de eso con la lavandera.
Discutir con un amigo los pros y los contras.
Un convencido patetismo, que emocione,
debería evitarse.
Aunque tampoco es preciso que esto sea dogma en absoluto.
Pero me parece mejor
un poco de trampa, como de costumbre:
 Que ya está uno harto de mudarse de ropa; o mejor aún:
Que la mujer le ha sido infiel a uno
(esto convence a los que se admiran de tales cosas
y no es demasiado grandioso).
En todo caso
no debería parecer
que uno se ha dado
demasiada importancia.


Nacido después

Lo confieso: yo
no tengo esperanza.
Los ciegos hablan de una salida.
Yo veo.
Cuando se agotan los errores,
queda, como última compañía,
sentada frente a nosotros, la Nada.


Epístola

Puede llegar alguien de Ulm y matarme.
Entonces palidece un día en el aire,
el temblor de unas briznas de hierba que observé en otro tiempo
se detiene ahora al fin.
Un hombre que era amigo mío y murió
ya no tiene a nadie que sepa cómo era.
Mi humo de tabaco,
que ha subido mientras tanto a través de millones de cielos,
pierde su fe en Dios
y sigue subiendo.

Bertolt Brecht (Augsburgo, Alemania, 1898 - Berlín, Alemania, 1956), "Poesías juveniles (1914-1926)", Poesías, selección y traducción de José María Valverde [1973], Ediciones de la Banda Oriental, Montevideo, 2017

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Foto: Retrato juvenil de Bertolt Brecht Roger Viollet/ Getty Images

domingo, enero 19, 2025

Jacques Prevert / Dos poemas


Una linda mañana 

No tenía miedo de nadie
No tenía miedo de nada
Pero una mañana una linda mañana
Cree ver alguna cosa
Pero No es nada
Y tenía razón
Con su razón sin duda alguna
No era nada
Pero la mañana esa misma mañana
Creyó escuchar a alguien
Y abrió la puerta
Y la cerró diciendo Nadie
Y tenía razón
Con su razón sin duda alguna
No había nadie
Pero de pronto tuvo miedo
Y comprendió que estaba solo
Pero que no estaba solo del todo
Y es entonces cuando vio
Nada de nadie delante de él. 

Histoires, et d'autres histoires,Gallimard, 1963
Historias, Rodolfo Alonso Editor,1970
versión de Rodolfo Alonso


Desayuno

Echó café
En la taza
Echó leche
En la taza de café
Echó azúcar
En el café con leche
Con la cucharilla
Lo revolvió
Bebió el café con leche
Dejó la taza
Sin hablarme
Encendió un cigarrillo
Hizo anillos
De humo
Volcó la ceniza
En el cenicero
Sin hablarme
Sin mirarme
se puso de pie
Se puso
El sombrero
Se puso
El impermeable
Porque llovía
Y se marchó
Bajo la lluvia
Sin decir palabra
Sin mirarme
Y me cubrí
La cara con las manos
Y lloré.

Paroles, Gallimard, 1945
Palabras,Fabril Editora, 1960
versión de Juan José Ceselli         

Jacques Prevert (Neuilly-sur-Seine, Francia,1900 -Omonville-la-Petite, Francia, 1977)

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Foto: Jacques Prevert, París, años 60, Reporters Associes/ Gamma-Rapho/ Getty Images

sábado, enero 18, 2025

Herman Melville / Canto fúnebre


Arrojamos nuestros muertos al mar,
El insondable, insondable mar;
Cada burbuja un suspiro hueco,
Mientras se hunden por siempre jamás.
Arrojamos nuestros muertos al mar— 
No huelen a nada los muertos;
Arrojamos nuestros muertos al mar—
El mar nunca dedica a ello un pensamiento.
Húndete, húndete, oh cadáver, sigue hundiéndote,
Profundamente en el insondable mar,
Donde merodean las desconocidas formas
Abajo, abajo, en el insondable mar.
Arriba es de noche, y es de noche en todas partes,
Y la noche será contigo;
Mientras te hundes, y te hundes por siempre jamás
Cada vez más hondo en el insondable mar.

Herman Melville (Nueva York, Estados Unidos 1819-1891), Complete Poems, edición de Hershel Parke, Library of America, Nueva York, 2019.
 Versión de Jonio González. 

Más poemas de Herman Melville en Otra Iglesia Es Imposible

Dirge

We drop our dead in the sea,
The bottomless, bottomless sea;
Each bubble a hollow sigh,
As it sinks forever and aye.
We drop our dead in the sea,--
The dead reek not of aught;
We drop our dead in the sea,--
The sea ne'er gives it a thought.
Sink, sink, oh corpse, still sink,
Far down in the bottomless sea,
Where the unknown forms do prowl,
Down, down in the bottomless sea.
'Tis night above, and night all round,
And night will it be with thee;
As thou sinkest, and sinkest for aye,
Deeper down in the bottomless sea.
---
Foto: Herman Melville a los 66 años. Rodkwood/ Universidad de Yale /Getty Images

viernes, enero 17, 2025

Eugenio Montale / En el sueño

   
El canto de las lechuzas cuando un iris
con intermitentes latidos se estrecha
y gemidos y suspiros
de juventud, el error que rodea
las sienes y el vago horror de los cedros sacudidos
por el golpe de las noche - todo eso
puede volver a mí, desbordar las zanjas,
romper conductos, despertarme
con tu voz. Hiere el sonido
de una giga cruel, el adversario baja 
la celada sobe el rostro. Entra la luna
de amaranto en lo ojos cerrados, es una nube
que se hincha: y cuando el sueño la lleva
hacia el fondo, es todavía sangre más allá de la muerte.

Eugenio Montale (Génova, Italia, 1896 - Milán, Italia, 1981), "La bufera e altro", 1956, Tutte le poesie, Mondadori, Milán, 2004
Versión de Jorge Aulicino



Nel sonno 

Il canto delle strigi, quando un'iride 
con intermessi palpiti si stinge, 
i gemiti e i sospiri 
di gioventu, l'errore che recinge 
le tempie e il vago orror dei cedri smossi 
dall'urto della notte - tutto questo 
può ritornarmi, traboccar dai fossi, 
rompere dai rondotti, farmi desto 
alla tua voce. Punge il suono d'una 
giga crudele, l'avversario chiude 
la celata sul viso. Entra la luna 
d'amaranto nei chiusi occhi, è una nube 
che gonfia: e quando il sonno la trasporta 
piu in fondo, è ancora sangue oltre la morte. 
---
Foto: Eugenio Montale, Milán, 1973 Giorgio Lotti/ Mondadori/ Getty Images

jueves, enero 16, 2025

Héctor Pedro Blomberg / De "Flor salvaje"


II.
En la aurora

I
Palideció la postrimera estrella
De la noche en el tibio firmamento
Y se alejó por misteriosa huella;
Clareó en el monte la alborada bella
Y una calandria despertó en el viento...

II
Era el alba. La noche fugitiva
Arrastróse llorosa hacia Occidente
Como una sombra del dolor cautiva.
Ardiente el sol de la región nativa
Nació sobre los cielos del Oriente.

III
Yaya lo vio, y el rayo de la aurora
Se deslizó en su negra cabellera
Y alumbró su pupila soñadora.
Una duda sombría la devora
En la inquietud de la eternal espera.

IV
¡No vendrá, Yaya! El indio infortunado
Que te dio el ser, se doblegó a la suerte
Y cayó como el árbol desgajado...
Cayó en la negra noche y a su lado
Resonaron los pasos de la muerte.

V
No, Yaya, no vendrá, cuando el torrente
En las laderas escarpadas truena,
Ni cuando el rayo de la luz naciente
Amanece en las sombras de la mente
Y en la noche terrible de la pena!

VI
Toda la noche lo esperó. Su acento
El nombre del ausente repetía
En las alas fantásticas del viento:
Y en el mustio desierto soñoliento
La quietud de la muerte respondía.

VII
Toda la noche lo esperó. En el cielo
Las estrellas, muy pálidas, miraban
Con expresión de amargo desconsuelo,
Tal vez sumidas en el mismo duelo
Con Yaya melancólicas soñaban.

VIII
Con Yaya, la indiecita soñadora
Que pobló de canciones el desierto
Del nocturno crepúsculo en la hora;
Y en cuya cuna, al preludiar la aurora,
Templó sus quenas el guerrero muerto.

IX
Soñaron con la flor de la llanura,
La que aún espera que el guerrero vuelva
En la noche tristísima y oscura.
Solo volvió a su nido en la espesura
El ave solitaria de la selva.

X
No volverá jamás, oh Yaya mía,
Pobre flor del desierto abandonada...
En el misterio de la selva umbría
Parece que resuena todavía
El grito de la raza desolada...

[1908]

Héctor Pedro Blomberg (Buenos Aires, 1889-1955),

"Flor salvaje" *, Poesía reunida, Barnacle, Buenos Aires, 2025. Edición de Alberto Cisnero. Prólogo de Santiago Sylvester. Retrato de tapa de Merlina H. Cisnero










* Libro entregado a la estampa en 1908, en la ciudad de Buenos Aires, firmado como Héctor Pedro Blomberg López e impreso por Escuelas Profesionales Huerfanitas de Don Bosco (de las "Notas del Editor")

De la "Advertencia al lector" en esta Poesía reunida:

"Flor salvaje, un primer libro datado en 1908 con doble rúbrica: Blomberg López; llamativamente no hay mención del mismo en ninguna de las profusas referencias literarias y digitales firmadas por insignes especialistas, que con ahínco cotejamos.
"(…) Al recorrer el largo poema asistimos al trance (destierro) de una cautiva a través del desierto, un motivo harto repetido en la literatura nacional (la pampa, el mar serían en lo sucesivo el verdadero territorio literario y concreto de una pugna que no ha cesado)…"

Más poemas de Héctor Pedro Blomberg en Otra Iglesia Es Imposible, Poetas Siglo XXI, Periódico de Poesía, Espacio Latino
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Foto: Una de las pocas imágenes conocidas de Blomberg y la más difundida. Fue publicada en 1968, en Historia de la literatura argentina, del Centro Editor de América Latina (CEDAL), y provino, seguramente, de uno de los muchos archivos oficiales y académicos consignados en esa publicación.