martes, agosto 26, 2014

Humberto Quino Márquez / Poema para ser cantado por un papanatas








No alcanzaré el frágil reposo.

Ni la sombra rosa crecerá en mi sexo.

La cabellera de una lápida
El son de mi muerte toca.

Y
El sonreír es agrio
En medio de las cenizas.

Sin embargo
Llegamos al sitio
Donde la intemperie cubre mi cráneo
La fosa común donde sobrevive el muerto.


de Mudanza de oficio, La Paz, 1983

Humberto Quino Márquez (La Paz, 1960), Unidad variable. Bolivia-Argentina. Poesía actual, La Hoguera, Santa Cruz de la Sierra, 2011

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