jueves, enero 10, 2013

Giacomo Leopardi / Las remembranzas, 6




Las remembranzas

(Sexta parte)

¿Quién remembrar puede sin suspiros,
oh primer fragor de juventud, o días
deliciosos, inefables, cuando
al afanado mortal primeramente
sonríen las doncellas y a su alrededor
cada cosa sonríe, la envidia calla,
no despierta y aún benigna; y casi
(¡inusitada maravilla!) el mundo
la diestra en su auxilio extiende,
excusa los errores y festeja al recién
llegado a la vida, e inclinándose
parece que por amor lo acoge y nombra?
¡Días fugaces! Semejantes a un rayo
se diluyen. ¿Y qué mortal ignaro
puede uno ser de la pena, pasada
esa vaga estación, si su buen tiempo,
juventud, ay juventud, está extinta?

Giacomo Leopardi (Recanati, 1798-Nápoles, 1837)
Versión de Ángel Faretta

Chi rimembrar vi può senza sospiri,
o primo entrar di giovinezza, o giorni
vezzosi, inenarrabili, allor quando
al rapito mortal primieramente
sorridon le donzelle; a gara intorno
ogni cosa sorride; invidia tace,
non desta ancora ovver benigna; e quasi
(inusitata maraviglia!) il mondo
La destra soccorrevole gli porge,
scusa gli errori suoi, festeggia il novo
suo venir nella vita, ed inchinando
mostra che per signor l'accolga e chiami?
Fugaci giorni! a somigliar d'un lampo
son dileguati. E qual mortele ignaro
di sventura esser può, se a lui già scorsa
quella vaga stagion, se il suo buon tempo,
se giovanezza, ahi giovanezza, è spenta?
Si la juventud, ay, juventud, está apagada.

Ilustración: Vista de la bahía de Nápoles, 1829, Carl Gustav Carus

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