martes, diciembre 18, 2012

Pier Paolo Pasolini / De "Transhumanar y organizar", 10



¿Temor de mí?

Oh, un terrible temor;
La dicha explota
contra esos vidrios en la oscuridad
Pero esa dicha, que te hace cantar in voce
es un regreso de la muerte: y quién puede reír -
Detrás, bajo el recuadro del cielo negro
¡Reaparición ctonia!
No es broma: tú tienes conocimiento
de un lugar que nunca exploré: UN VACÍO
EN EL COSMOS
Es verdad que mi tierra es pequeña
Pero siempre he fantaseado con lugares inexplorados
con una cierta dicha, como si no fuera cierto
Pero tú estás aquí, in voce
La luna ha resurgido;
las aguas corren;
el mundo no sabe ser nuevo y su nueva jornada
termina contra las altas cornisas y el negro del cielo
¿Qué hay en ese VACÍO DEL COSMOS,
que llevas en tus deseos y conoces?
¡Está el padre, sí, él!
¿Tú crees que yo lo conozco? Oh, cómo te equivocas;
cómo ingenuamente das por cierto lo que no lo es en absoluto;
fundas todo el discurso, retomado aquí, cantando,
sobre esta presunción que para ti es humilde
y no sabes cuán soberbia, en cambio, es
ella lleva en sí misma los signos de la voluntad mortal de la mayoría -
Mi ojo contento que nunca descendió a los Infiernos,
sombra infernal vagante
esconde
Y tú caes en la trampa
Tú conoces de la realidad aquel Hombre Adulto
o sea aquello que debe conocerse;
ella, la Mujer Adulta, que se quede en el Infierno
o en la sombra que precede a la vida
y desde allí opere con sus maleficios, con sus encantamientos;
ódiala, ódiala, ódiala;
y si tú cantas y nadie te oye, sonríe
simplemente, porque, por ahora, así y todo, eres victoriosa -
in voce como una joven hija ávida
que sin embargo ha experimentado la dulzura;
París aprieta a tus espaldas un cielo bajo
con su trama de ramas negras; ya clásicas;
esta es la historia -
Tú sonríes al Padre -
esa persona de la que no tengo ninguna información,
que he frecuentado en un sueño que evidentemente no recuerdo -
extraño, es de ese monstruo de autoridad
que proviene incluso la dulzura
así sea como resignación y breve victoria;
carajo, ¿cómo lo he ignorado; ignorado al punto de no saber nada de él?-
¿qué hacer?
Tú das, esparces dones, tienes necesidad de dar,
pero tu don te lo ha dado Él, como todo;
y es Nada el don de Nadie;
yo finjo recibir;
te agradezco, sinceramente agradecido;
Pero la débil sonrisa fugitiva
no es de timidez;
es la consternación más terrible, bien terrible
de tener un cuerpo dividido, en los reinos del ser -
es una culpa
si no es más que una desgracia: pero en el lugar del Otro
para mí hay un vacío en el cosmos
un vacío en el cosmos
y desde allí, tú cantas.


Pier Paolo Pasolini (Bolonia, 1922-Ostia, 1975) "Trasumanar e organizzar", 1971, Tutte le poesie, Mondadori, Milán, 2003
Versión: Jorge Aulicino


Nota del traductor:

"Maria estaba enamorada de Pier Paolo Pasolini" escribió Ulderico Munzi en Corriere della Sera, en 1998, luego de recorrer en París una muestra de trajes, documentos y otros objetos de la Callas, la cantante lírica con quien Pasolini filmó Medea. Munzi acababa de leer algunas cartas hasta entonces inéditas de la diva, dirigidas a Pasolini. Los fragmentos reproducidos en aquella nota no brindan demasiados elementos como para conjeturar qué tipo de amor los unía. Son, en casi todos los casos, reconvenciones por la relación del poeta con Ninetto Davoli, el actor que él mismo había creado. Munzi cree ver en esas consejas "acentos de hermana incestuosa". Se trata más bien de un tono duro, íntimo y materno. "¡ Cuándo crecerás, mi dulce P.P.P!", dice, por ejemplo. Una frase, en julio de 1971 -"estoy aquí [París] para esperarte"- se une a otra, en setiembre: "Me hubiese gustado mucho que sintieras la necesidad de venir conmigo". Lo cierto es que el amor de Callas y Pasolini es una leyenda, alimentada por los poemas que se saben inspirados en ella. Uno de éstos es "La bahía de Kingstown", publicado ayer en este blog. Otro "¿Temor de mí?", que ahora se incluye. En realidad, "El soberano que no quiere tener compañero", publicado aquí asimismo, puede considerarse también, o, en todo caso, sujeto a la misma inspiración o dictado por la misma musa, como el cuarto de la serie, "Rifacimento", puesto que los cuatro conforman la sección "La Tierra Santa" de Transhumanar y organizar; el capítulo más críptico y a la vez el más claramente vinculado a la religión y al sentimiento religioso de Pasolini. El libro apareció en 1971. Pasolini filmó Medea en 1969. Quizá más que desentrañar el carácter del amor de Callas y Pasolini, reviste interés -por la evidente relación con los poemas de "La Tierra Santa"- recordar que él describió el nudo o tema de su filme como la confrontación de dos culturas: una arcaica y hierática; la otra, racional y pragmática: "Jasón es el héroe actual, que no sólo perdió el sentido metafísico, sino que ni siquiera se lo plantea", dijo Pasolini al Corriere luego del estreno de la película


Timor di me?

Oh, un terribile timore; 
La lietezza esplode 
Contro quei vetri al buio 
Ma tale lietezza, che ti fa cantare in voce 
È un ritorno dalla morte: e chi può mai ridere - 
Dietro, sotto il riquadro del cielo annerito 
Riapparizione ctonia! 
Non scherzo: chè tu hai esperienza 
Di un luogo che non ho mai esplorato, UN VUOTO  
NEL COSMO 
È vero che la mia terra è piccola 
Ma ho sempre affabulato sui luoghi inesplorati 
Con una certa lietezza, quasicchè non fosse vero 
Ma tu ci sei, qui, in voce
La luna è risorta; 
le acque scorrono; 
il mondo non sa di essere nuovo e la sua nuova giornata 
finisce contro gli alti cornicioni e il nero del cielo 
Chi c’è, in quel VUOTO DEL COSMO, 
che tu porti nei tuoi desideri e conosci? 
C’è il padre, sì, lui! 
Tu credi che io lo conosca? Oh, come ti sbagli; 
come ingenuamente dai per certo ciò che non lo è affatto; 
fondi tutto il discorso, ripreso qui, cantando, 
su questa presunzione che per te è umile 
e non sai invece quanto sia superba 
essa porta in sé i segni della volontà mortale della maggioranza - 
L’occhio ilare di me mai disceso agli Inferi, 
ombra infernale vagolante 
nasconde 
E tu ci caschi 
Tu conosci di ciò che è realtà solo quell’Uomo Adulto 
Ossia ciò che si deve conoscere; 
lei, la Donna Adulta, stia all’Inferno 
o nell’Ombra che precede la vita 
e di là operi pure i suoi malefizi, i suoi incantesimi; 
odiala, odiala, odiala; 
e se tu canti e nessuno ti sente, sorridi 
semplicemente perché, per ora, intanto, sei vittoriosa - 
in voce come una giovane figlia avida 
che però ha sperimentato dolcezza; 
Parigi calca dietro alle tue spalle un cielo basso 
Con la trama dei rami neri; ormai classici; 
questa è la storia - 
Tu sorridi al Padre - 
Quella persona di cui non ho alcuna informazione, 
che ho frequentato in un sogno che evidentemente non ricordo - 
strano, è da quel mostro di autorità 
che proviene anche la dolcezza 
se non altro come rassegnazione e breve vittoria; 
accidenti, come l’ho ignorato; così ignorato da non saperne niente - 
cosa fare? 
Tu doni,spargi doni, hai bisogno di donare, 
ma il tuo dono te l’ha dato Lui, come tutto; 
ed è Nulla il dono di Nessuno; 
io fingo di ricevere; 
ti ringrazio, sinceramente grato; 
Ma il debole sorriso sfuggente 
non è di timidezza; 
è lo sgomento, più terribile, ben più terribile 
di avere un corpo separato, nei regni dell’essere - 
se è una colpa 
se non è che un incidente: ma al posto dell’Altro 
per me c’è un vuoto nel cosmo 
un vuoto nel cosmo 
e da là tu canti.

Ilustración: Boceto de Pasolini, dedicado a María Callas, c.1969

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