jueves, agosto 13, 2009

Liliana García Carril / Dos poemas


Algas marinas arrancadas...

Algas marinas arrancadas de sus costas
por ciclones de verano
se arrastran hasta una zona calma.

me arrastro hasta encontrar una zona calma,
no hay que alarmarse; se llega
en algún momento de la conversación
y se cambia de tema, se habla
del brillo de las algas en el agua.


Estoy de vacaciones...

Estoy de vacaciones con una gran poeta.

Será lo nutritivo de la conversación
lo que me hace aumentar de peso.

Noto que la gran poeta
no sufre el horror de la página en blanco
sino del vacío de la heladera,
la incertidumbre de qué comeremos
las cinco noches que nos quedan.

Liliana García Carril (Buenos Aires, 1951), La paciencia, ediciones Bajo la Luna, Buenos Aires, 2009

Foto: García Carril Bajo la Luna

3 comentarios:

  1. El de las algas es extraordinario. Aunque tal vez haya que avisarle a liliana que con algas se pueden hacer unos buñuelos estupendos, uniendo así el poema siguiente, lo útil y agradable, el arte culinario con el del desconsuelo...

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