miércoles, enero 23, 2008

Daniel Durand / De "Ruta de la inversión"





Luz y oscuridad

Llego, entro, prendo la luz de la cocina
y sorprendo a las hormigas coloradas
puliendo los platos y cargando
todos los restos de comida.
No me molestan, pero mentalmente
las advierto sobre la superpoblación:
hasta ahora, el ecosistema se mantiene.
Sin embargo, si consigo trabajo
comeré más, vendrán amigos y mujeres,
habrá más restos, ustedes crecerán
y tendré que echar insecticida.
Sólo esta pobreza puede mantenernos
delicadamente unidos.


Otra vez

La fiesta se acabó. Las mujeres
más lindas se fueron primero,
después se fueron los amigos.
Ebrio, tambaleante
parado en el medio de la pista,
reconocí los primeros acordes
de una canción famosa en mi adolescencia
y decidí salir al frío cristalino de la calle.
Ahora espero el 65 agarrado al caño
de la parada, siempre lo mismo, sé
que estoy en una noche clónica
de aquella
en que las emociones fueron esenciales.

2/2

Susy está de blanco, adentro
de este calor de febrero, fresca,
le da la teta a su hijo de 20 días
que nació el mismo día de mi cumpleaños.

Y qué significa?

Nada, eso, que las enormes cosas del pasado
se transforman y reducen y concentran
y brillan en el presente
como una pequeña coincidencia.

Daniel Durand (Concordia, Argentina, 1964), Ruta de la inversión, Ediciones Gog y Magog, Buenos Aires, 2007

Foto: Daniel Durand en su casa, Buenos Aires, c. 2005

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