Los buenos y grises guardianes del arte
patrullan las salas con zapatos de esponja,
imparcialmente protectores, aunque
tal vez sospechan de Toulouse.
Uno de ellos dormita aquí contra la pared,
acomodado en una silla mortuoria.
Una bailarina de Degas hace piruetas
sobre la raya de su pelo.
¡Mira cómo gira! Allí está la gracia,
pero también es evidente la tensión.
Degas amaba ambas cosas:
la belleza unida a la energía.
Edgar Degas adquirió una vez
un hermoso Greco, y lo tuvo
junto a la pared, al lado de su cama,
para colgar de él sus pantalones antes de dormirse.
Richard Wilbur (Nueva York, Estados Unidos, 1921 - Belmont, Estados Unidos, 2017), Alberto Girri, 15 poetas norteamericanos [primera serie], Bibliográfica Omeba, Buenos Aires, 1966
patrullan las salas con zapatos de esponja,
imparcialmente protectores, aunque
tal vez sospechan de Toulouse.
Uno de ellos dormita aquí contra la pared,
acomodado en una silla mortuoria.
Una bailarina de Degas hace piruetas
sobre la raya de su pelo.
¡Mira cómo gira! Allí está la gracia,
pero también es evidente la tensión.
Degas amaba ambas cosas:
la belleza unida a la energía.
Edgar Degas adquirió una vez
un hermoso Greco, y lo tuvo
junto a la pared, al lado de su cama,
para colgar de él sus pantalones antes de dormirse.
Richard Wilbur (Nueva York, Estados Unidos, 1921 - Belmont, Estados Unidos, 2017), Alberto Girri, 15 poetas norteamericanos [primera serie], Bibliográfica Omeba, Buenos Aires, 1966
Museum Piece
The good gray guardians of art
Patrol the halls on spongy shoes,
Impartially protective, though
Perhaps suspicious of Toulouse.
Here dozes one against the wall,
Disposed upon a funeral chair.
A Degas dancer pirouettes
Upon the parting of his hair.
See how she spins! The grace is there,
But strain as well is plain to see.
Degas loved the two together:
Beauty joined to energy.
Edgar Degas purchased once
A fine El Greco, which he kept
Against the wall beside his bed
To hang his pants on while he slept.
The good gray guardians of art
Patrol the halls on spongy shoes,
Impartially protective, though
Perhaps suspicious of Toulouse.
Here dozes one against the wall,
Disposed upon a funeral chair.
A Degas dancer pirouettes
Upon the parting of his hair.
See how she spins! The grace is there,
But strain as well is plain to see.
Degas loved the two together:
Beauty joined to energy.
Edgar Degas purchased once
A fine El Greco, which he kept
Against the wall beside his bed
To hang his pants on while he slept.
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Act. 2017
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