La sexta armonía
Primera parte
(Fragmento)
……….
No importa quién viaje ni adónde
en su descripción del movimiento
tampoco está la respuesta. No hay
respuesta ni descripción, sujeto u objeto
hay una sustancia que va del exterior
al exterior: al menos así parece.
Parece que una rana traspasa la puerta.
Parece que un guanaco caga en el patio.
Parece que el conde recibe una trucha.
……….
Los antiguos llamaron sensación
a los hechos y objetos a los viajes:
el aleteo del sobretecho
de una carpa y los polígonos
radiales que enriquecen
con educado vocabulario
la representación de las coníferas.
En el recorrido de las sustancias
el comandante Wang estrelló
el contenido de su sartén
en una lámina donde aún quedan
gotas resecas de un material
anterior a las primeras palabras
que alguien hubiese pronunciado
en ese hogar. Escamas encostradas
en la tierra de turistas.
Una lata que se abre, un sobre
que es abierto, un relicario que
contiene cuatro fotos, una carpeta
en la computadora. La puerta
de par en par, ventana
con persiana que no baja
y al haber sintetizado ese instante
en que la vista posar no puede:
¡Ginkgo biloba!
o felpa de cornamenta
de demonio doméstico, sintetizado
y encapsulado en carrocería de magnífico
metal, en goretex sin mácula
que a nonato llega solo en nombre.
El topo convoca a fuerzas auxiliares
de patrones presentes
en el aire circundante, un topo
cuyo corazón pertenece a sí mismo
y a las flores que el exterior orlan.
Darío Rojo (Eduardo Castex, La Pampa, 1964), La sexta armonía, inédito
Ilustración: Das Schlaraffenland (El País de Jauja), 1567, Pieter Brueghel, el Viejo
Alucinante. ¿Inédito?
ResponderBorrarInédito
BorrarEs impresionante tu universo Dario, ojalá podamos acceder a todo el libro!!! o quizás ya está publicado?
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