martes, septiembre 08, 2009

John Hewitt / Dos poemas


El cuerno del carnero

Me he vuelto hacia el paisaje porque los hombres me decepcionan:
el tronco de un árbol es orgulloso: cuando los leñadores lo derriban,
conserva una contenida, jónica solemnidad:
es un hecho rotundo que no necesita explicación.

Nunca me vi forzado a evitar el alba
porque oculte traición detrás de su rostro animado:
incluso el carnero que mira adusto en el pantano,
aunque símbolo del mal, avanzará con gracia por la hierba
/que arrastra el viento.

Animal, planta o insecto, piedra o agua,
son, cada minuto, ellos mismos; actúan conforme a la ley.
No hace falta que yo les encuentre motivo,
o que me rasgue el corazón para excusar a la rata en el heno.

Vivo a gusto en el paisaje, me siento cómodo allí;
el único problema que veo lo traje en la mano.
Miren, lo dejo caer con un crujir de tallos en las ortigas
y ni por un instante espero que ellas entiendan.


Substancia y sombra

Hay una austeridad en las imágenes
con que atempero el tiempo en defensa de mi mente;
conservan sus propios, sus obstinados secretos;
inútil enojarse con su reticencia:
la zambullida de un ibis, una garza junto a un estanque
una última corneja volando a su nido al caer el sol,
una araña acechando en una hoja de helecho,
y cardos en la corona borlada de un haz de maíz,
una roca, manchada de liquen, en la falda de una colina,
los destellos del sol sobre cálamos de hielo que gotean,
su perdurable significado contenido
en la textura, el color, la forma, y nada más.
Sobrios, magros, simples, naturales
de esta pequeña república que he presentado
como el terreno seguro donde mi percepción es firme,
mientras alrededor de sus límites se extienden los pedregales de la duda.

Mi lámpara alumbra la pava en el hornillo
y arroja su sombra contra la pared blanqueada,
como un perfil asirio con un yelmo
y una serpiente o un pájaro coronando la cimera;
pero sigue siendo una sombra; cuando cambio
la lámpara de sitio o muevo la pava, desaparece;
la substancia y la sombra escapan
del bronce preciso para encerrarlas, bronce o piedra.

John Hewitt (Belfast,1907-1987), Poesía irlandesa contemporánea, Libros de Tierra Firme, Buenos Aires, 1999
Traducción de Gerardo Gambolini

The ram's horn
I have turned to the landscape because men disappoint me:/ the trunk of a tree is proud: when the woodmen fell it,/ it still has a contained ionic solemnity:/ it is a rounded event without the need to tell it.// I have never been compelled to turn away from the dawn/ because it carries treason behind its wakened face:/ even the horned ram, glowering over the bog hole,/ though symbol of evil, will step through the blown grass with grace.// Animal, plant, or insect, stone or water,/ are, every minute, themselves; they behave by law./ I am not required to discover motives for them,/ or strip my heart to forgive the rat in the straw.// I live my best in the landscape, being at ease there;/ the only trouble I find I have brought in my hand./ See, I let it fall with a rustle of stems in the nettles,/ and never for a moment suppose that they understand.

Substance and shadow
There is a bareness in the images/ I temper time with in my mind's defense;/ they hold their own, their stubborn secrecies;/ no use to rage against their reticence:/ a gannet's plunge, a heron by a pond,/ a last rook homing as the sun goes down,/ a spider squatting on a bracken-frond,/ and thistles in a cornsheaf's tufted crown,/ a boulder on a hillside, lichen-stained,/ the sparks of sun on dripping icicles,/ their durable significance contained/ in texture, colour, shape, and nothing else./ All these are sharp, spare, simple, native to/ this small republic I have charted out/ as the sure acre where my sense is true,/ while round its boundaries sprawl the screes of doubt.// My lamp lights up the kettle on the stove/ and throws its shadow on the whitewashed wall,/ like some Assyrian profile with, above,/ a snake, or bird-prowed helmet crested tall;/ but this remains a shadow; when I shift/ the lamp or move the kettle it is gone,/ the substance and the shadow break adrift/ that needed bronze to lock them, bronze or stone.

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Foto: Hewitt Universidad del Ulster

5 comentarios:

  1. ¡Quye buenos! La traducción impecable y la foto no me suscita ningun comentario digestivo como a Irene Gruss

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  2. Buenísimos. El primero me gustó aun más, especialmente estos versos:
    "Animal, planta o insecto, piedra o agua,/son, cada minuto, ellos mismos...".
    No conocía a este poeta. Gracias, Jorge.

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