sábado, septiembre 06, 2008

1900 /1930

Poetas influyentes


Con 133 votos y 35 votantes, la encuesta - de respuestas múltiples- de este blog "1900-1930: ¿Cuáles fueron los poetas mas influyentes?" colocó en los primeros lugares a Oliverio Girondo (16 votos),  Juan L. Ortiz (15), Raúl González Tuñón (15), Leopoldo Lugones (14), Jorge Luis Borges (13) y Alfonsina Storni (12).
El primero, y quizá único, dato objetivo que se puede establecer, al observar la lista de los 6 poetas más votados en un conjunto de 17, es la revalorización de la poesía de Borges, absolutamente secundaria, para la poesía y la crítica de poesía, hasta los 90, respecto de la obra narrativa del autor de "El Aleph". Ni la - esquemáticamente- generación vanguardista de los 50, ni la coloquialista-existencial de los 60, ni la barroco-objetivista de los 70-80 había considerado a Borges un poeta infuyente. Recién en los 90, Diario de Poesía le dedicó una serie de artículos al "Borges poeta". Esta producción fue la contrapartida histórica del ya clásico aserto de Alberto Girri, que establecía la prosa - no la poesía- de Borges como decisiva para la poesía argentina, o al menos la porteña, y cuanto menos, seguramente, la de Girri, por su estilo impersonal y distante.
Es difícil saber si los 35 votantes de esta encuesta votaron objetivamente o eligieron según sus preferencias. Esto es, si consideraron las huellas reales de los poetas votados en la producción de los poetas posteriores o sólo tildaron los autores que más les gustan y que, por lo tanto, merecen la consideración de importantes. Si así fuera, y teniendo en cuenta que los votantes son sin duda lectores de poesía y en su mayoría, tal vez, autores, la elección personal no deja de ser significativa.
Daniel Freidemberg, quien mucho - y a mi juicio, bien- ha escrito sobre la historia de la poesía en la Argentina, explicó su voto de esta manera: "... aclaro: voto Lugones, Carriego, Storni, Borges, Tuñón, Ortiz y Girondo. Porque el criterio decía 'influyentes'. Si hubiera sido 'los mejores', o, para ser más exactos, 'los que usted valora más', no habría incluido a Carriego ni a Storni y no sé si a Lugones (puede que sí), y en cambio sí habría incluido a Baldomero, Macedonio, Marechal, Molinari, Fijman y Portogalo".
De cualquier manera, y por reducida que sea, una encuesta de esta naturaleza entre lectores de poesía no deja de significar un clima de época, por no decir, en términos más prácticos, más actuales, una lectura o un recorte de época.
No sé si los 17 autores que puse a consideración son el canon como se dice ahora - término a mi juicio que se ampara, como los otros, en la comodidad de lenguaje- de la primera mitad del siglo pasado; hice una elección al proponerlos, y de hecho, esa elección es un voto, mi propia lista de compras. Por eso, también mi evaluación de la encuesta está viciada de subjetividad, o de época.
Baldomero Fernández Moreno recibió un solo voto y Dávalos ni uno. La presencia de ambos en la lista no se debe sin embargo a un propósito tentativo: Baldomero abrió con Carriego el camino a los martinfierristas en los años 20, y Dávalos dejó huella o encuentra afinidades en autores de los 40 y aun de los 60, como por ejemplo, Armando Tejada Gómez.
No hace falta una lupa para ver la presencia - influencia- de Girondo, el más votado en esta encuesta, en la poesía de los 40 en adelante; la de Tuñón también es evidente y declarada (por los poetas de los 60, sin duda). Girondo es asimismo el poeta por excelencia del puerto, si se trata de hacer una película mala cuyo protagonista sea un poeta porteño. Pero la obra de Girondo influyó en dos direcciones: en la del realismo-surrealismo urbano, y en la del neobarroquismo; en este caso, sobre todo por su último libro, En la masmédula, elogiado por un surrealista como Enrique Molina, quien lo consideró a la par de Trilce de César Vallejo (prólogo a Oliverio Girondo, Obras completas, Losada, 1968). - En el margen de este texto de Molina se podría escribir hoy un interesante apunte sobre el cruce de vanguardia, surrealismo y neobarroquismo, apunte que sería tema de otro tratado -.
Parece más difícil ver la influencia de Lugones. La tuvo solo como el Adversario en toda la primera mitad del siglo Veinte. Borges escribió en contra y finalmente a favor de Lugones, aunque manteniendo siempre los méritos del cordobés dentro de los límites de lo formal. No puede decirse que los 40 neorrománticos le deban nada, excepto la rima, que en rigor aquellos autores buscaban mucho más atrás. Los 50 y 60 lo ignoraron o ya no lidiaron con él. Exagerando, y por comodidad de lenguaje, podría decirse que Lugones no escribe en castellano. Lo que menciona sólo está vivo en el diccionario. Pero hay en los ambientes de sus poemas algo de biombo chino que puede percibirse justamente en el neobarroco, y una voluntad de forma que sin duda maravilla al neoclasicismo. Ha de tenerse, entonces, su presencia entre los más votados en esta encuesta como un toque a la vez neobarroco y neoclásico.
Ortiz es punto de llegada de ese simbolismo que en América se llamó modernismo, y punto de partida de una reflexiva posición ante el paisaje, que desemboca por canales ocultos en los 80 neobarrocos y objetivistas.
Duro es ver la influencia de Borges, mediante sus poemas, a no ser en su trabajada austeridad e imitación de traducción a fuerza de alternancia de la rima esporádica con el verso blanco y aliterado.
Storni vuelve a ser influyente, o es por primera vez influyente, más bien por temperamento que por una concepción particular de la poesía. Tal vez no exista poesía femenina, pero existe femineidad en la poesía. Y eso se encuentra en cantidad muy apreciable en Storni, quien fue mucho más que esa Alfonsina que flota entre sirenitas y caballitos de mar en una especie de santuario popular creado por Félix Luna. Storni ha sido femeninamente áspera y concreta, a la vez que ornamentalmente lírica.
¿Cuánto de histórico tiene el voto de esta encuesta? ¿Cuánto de vigencia actual? Toda respuesta sería inestable, imprecisa, ya que es a la vez actual e histórica; y es históricamente actual cualquier elección. Qué quiere decir histórico, en fin, o clásico. "Y hay también quien dice que nada de esto es importante, ya que, para los 'post noventa' o 'cero cero' - como se los ha dado en llamar últimamente -, todo lo anterior a ellos es clásico, lo que en buen criollo significa que está muerto. Al menos hasta el próximo esquema" (Jorge Fondebrider, "Una hipótesis de trabajo sobre terreno inestable", prólogo a Una antología de la poesía argentina (1970-2008), Lom, Santiago de Chile, 2008). Me detengo antes de la apelación de Fondebrider al "buen criollo": "todo lo anterior es clásico". En ese clasicismo, en esa historia dada, 35 votantes, lectores presuntos de poesía, quizá convictos de escribirla, han dicho que Girondo, Ortiz, Tuñon, Lugones, Borges y Storni son los que más influyeron. Me parece cierto que participaron activamente en la fundación de la poesía moderna en la Argentina. Catando una percepción simbolista mallearmeana (Lugones) que se prolonga en Ortiz, en el Girondo de Campo nuestro y En la masmédula, en el neobarroco; un realismo activo (Baldomero, Carriego) que sigue en Olivari, en Portogalo, en el grupo del Pan Duro de los 60; un otro realismo cosmopolita, globalizado ya, fragmentario, (Girondo, Tuñón, ávidos lectores al parecer de Valéry Larbaud, al que casi plagian), que se metamorforsea en los 60; la veta dura entre el ornamento lírico (Storni); el clasicismo de presencia, más que de forma, de Molinari; la épica reflexiva del paisaje y la historia de Ortiz, que es legado común, sin derechohabientes plenos, como la  mística de los perdedores de Almafuerte o las iluminaciones de Fijman o la nostalgia del soneto imposible, de Banchs. Inestable, entonces - incluso-, la idea de lo clásico, que Borges tan bien representa en esta etapa.
Lo posclásico - "un ismo de lo clásico", ha escrito Javier Adúriz, inventor de esa categoría - es el signo tal vez de la lectura actual de la historia, en tanto la voluntad de cerrarla compite con la de disfrutarla como relato o cuento precisamente, y paradojalmente, a-histórico: poesía en lo antropológico. "Tiene [lo posclásico] de lo clásico, en principio, un peculiar trabajo sobre la lengua, que deviene en enfoque; y de la vanguardia, el ADN de la libertad: una cabeza que incluye dentro de sí una voladura de tejas como núcleo fundante" (Javier Adúriz, en Tres décadas de poesía argentina, Libros del Rojas, 2006).

Jorge Aulicino

Ilustración:  Exposición de la actual poesía argentina (1922-1927), compilada por Juan Vignale y César Tiempo, Editorial Minerva, Buenos Aires, 1927. Poemas de: Alvaro Yunque, Oliverio Girondo, Angel Guido, Luis Cané, Conrado Nalé Roxlo, Carlos Vega, Luis L. Franco, Brandán Caraffa, C. Delgado Fito, Amado Villar, Cayetano Córdoba Iturburu, Horacio Rega Molina, José Pedroni, Gustavo Riccio, Eduardo González Lanuza, Leopoldo Marechal, Enrique M. Amorim, Jorge Luis Borges, Nicolás Olivari, Francisco Luis Bernárdez, Carlos Mastronardi, Jacobo Fijman, Pedro Juan Vignale, Antonio Vallejo, Francisco López Merino, José Sebastián Tallón, Aristóbulo Echegaray, Raúl González Tuñón, Norah Lange, Andrés L. Caro, Santiago Ganduglia, Juan Guijarro, Antonio Gullo, Guillermo Juan, Eduardo Keller Sarmiento, Ricardo E. Molinari, Sixto Pondal Ríos, Horacio A. Schiavo, José Soler Darás, César Tiempo, Rafael Jijena Sánchez, Carlos Muñóz, Antonio A. Gil, Francisco Isernia, Lysandro Z. D. Galtier. 

Resultados de la encuenta "1900-1930: ¿Cuáles fueron los poetas más influyentes?"

Leopoldo Lugones  14  
Evaristo Carriego  7  
Alfonsina Storni  12  
Baldomero Fernández Moreno  1  
Macedonio Fernández  4  
Jorge Luis Borges  13  
Raúl González Tuñón  15 
Juan L. Ortiz  15  
Oliverio Girondo  16  
Leopoldo Marechal  5  
Ricardo Molinari  8  
Enrique Banchs  3  
Nicolás Olivari  5  
Jacobo Fijman  3  
Juan Carlos Dávalos  0 
José Portogalo  3  
Almafuerte  7  
Otros  3 

Total de votantes: 35
Cerrada el 5 de setiembre de 2008

2 comentarios:

  1. Sí, el espectro es amplio. Al decir espectro, me refiero al criterio empleado para votar, como así también a quiénes votaron (generacionalmente hablando). Parámetros más acotados, redundarían en una data más objetiva. Sus conclusiones son las conclusiones posibles, teniendo en cuenta las circunstancias planteadas. Ahora bien, cabe observar, si me permite, que de una lista de compras como la suya, (pregunta al margen: está completa su lista? o ha dejado algún producto olvidado ‘casualmente’ en una góndola?) los votantes hicieron una práctica notoriamente reduccionista. No cuento la cantidad de votos per se, pero deduzco (mi matemática es pésima) que la mayoría de los votantes seleccionó una cierta cantidad de poetas. La lista se contrajo, de voto en voto. Como usted bien explica, las cadenas de influencias pueden rastrearse con la ayuda de una lectura dedicada. Siendo que, hablo de mi caso particular, dejé afuera dos de los posibles poetas influyentes y confieso que lo hice por ignorancia y desconocimiento, eso me lleva a pensar, que además de los trillados (digo trillados en el sentido de moda, marketing, aggiornamiento sin negar la calidad de los mismos) nombres: Girondo, Ortiz, González Tuñón, Lugones, Storni…, cuántos de estos autores son en verdad conocidos o frecuentados por aquellos que votamos. Se me ocurre que, no muchos han de haber leído a Portogalo, a Dávalos, a Banchs (aunque ahora se ha puesto de moda, como se puso de moda Juanele en su momento). Se me ocurre también que las generaciones más jóvenes, salvo excepciones, (pienso en Leonor Silvestri como excepción) han reducido y acercado los clásicos mucho más acá en el tiempo. Sucede que hay tanto poema contemporáneo para leer y tanto poeta actual con el que competir, que no queda tiempo para rastrear orígenes, fuerzas sedimentales, antecedentes. El enciclopedismo ha muerto de la mano del ‘dios estoy apurado’, tengo una entrega para la revista y mi representante me organizó una lectura en Palermo… Esto también marca época. Esto también forma parte de la historia. Lo digo sin pesadumbre. Es un hecho, una política de supervivencia. Por mi parte, seguiré leyendo, lo viejo (clásico?) y lo nuevo y, seguramente, en el camino, me perderé de algo.
    silvia camerotto

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  2. soy de los que voté "otro", que tu lista no incluía
    creo que lópez merino, pedroni, por ejemplo, son poetas que tienen que ser reivindicados, a lo mejor no "influyeron", pero para quienes sentimos la poesía de otra manera, a lo mejor un poco pasada de moda, tienen vigencia
    la encuesta igual muestra las cosas como son ahora

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