jueves, diciembre 14, 2023

Encuesta lírica / Los libros de 2023, 8

Inés Legarreta *


Res extensa, de Zulma Zubillaga (El Mono Armado, 2023)
 
Zarza

1

por qué de vos en vos este jumento
carga la palabra se despeña en cuerpo
contra sombra y frágil
o temida yo hube de servir el hambre
en caldos tristes composturas suaves
del morir: te nombro

2

ahora bebo la penumbra
subo del tendón al cielo
cimitarra en vos por el aciago linde
–por los cuerpos–
duele tu mitad febril la permanencia
suave de tus manos: subo
 
3

es de noche salgo de pujar vacío
–pequeña conmoción de lana en el
cobijo– un caldo de negrura abarca
este silencio caigo en el amén
ahora voy al centro de tus ojos: callo


Casa de buey, Estela Zanlungo (El Andamio, 2023)

La hora del ángel

                                      a Cristina Landa

1- Ruptura de un orden

Una mujer escarba con las manos
quita la mala hierba
pone a resguardo
de la peste un vaso de agua en el océano.
Ahora se endereza y aparta un mechón de la frente,
se estira el delantal.

En el extremo opuesto
sobre la sombra austera de los lirios
un gato se acicala.

Casi no hay luz,
y esa morosidad del movimiento
filtrada por una veladura azul
de última hora de la tarde
necesita otra manera de ser dicha.

Yo me imagino que el volumen del aire
viene de otro lugar,
como una escena antigua dibujada en un lienzo.

Cuidado, jardinera, una paloma
va a estrellarse
contra los altos cielos de tu casa
y en cuestión de segundos,
el estallido 
te sacará de sabe Dios
qué pensamientos.

2- La presa

El gato acaba de llevarse
la paloma entre los dientes.

Su amor de carne blanca se irá saciando
a medida que horade
la seda de la pluma alrededor del corazón.

Nosotras -la jardinera y yo -
sólo atinamos a gritar
antes de hacer el ademán de disuadirlo
con lentitud de estatua
congelada en el sueño.

Volvamos al principio:
la mujer con el gato, cada uno en lo suyo.
Ella
que se retira el pelo de la cara
mi ojo atrás del ventanal va
del gato que se lame
al gesto de la mano enguantada de barro.

¿Qué fue primero?
¿El estallido del pecho contra la trampa de los vidrios?
¿La confianza del pájaro sesgada por la luz
de la hora del ángel
que desdibuja los contornos?

Querida, en el mínimo cielo de tu patio
pasan las mismas cosas que en el vasto universo,
sólo que la distancia
mitiga las secuelas de la ferocidad.


Final francés, Valeria Pariso (Ediciones AqL, 2023)

1

Te han dado poco amor.
Has dado poco amor.
Es cierto, y también
es cierto
que otra vez
alguien te amó
y amaste tanto
que el asombro te hizo dudar
sobre la existencia de la muerte.

Y hubieras querido amanecer
en los días tibios bajo la parra
muchas veces al día.

Amanecer diez, veinte, treinta veces,
abrir los ojos y gritar:

¡Por fin la suavidad sobre las hojas,
la victoria esperada de los brotes,
el verde furioso en los racimos!

También yo fui así de feliz.
También yo dormí bajo la parra;
hay que guardar ese alimento,
flor iluminada del hospicio,
porque, ya ves, 
acá estamos,
solos como antes, 
no: más solos que antes,
despiertos
a las dos de la mañana,
tratando de entender.

3

He corrido bajo la lluvia hasta la soga
con la ilusión de un náufrago.
He dado el tirón para acercar
la camisa blanca, las sábanas.
Algunos broches han saltado al suelo,
y no me importa porque he corrido
bajo la lluvia hasta la soga
y ahora intento
recoger
la funda de la almohada,
dos remeras, un corpiño,
estos repasadores que no llegaron a secarse.

Es curioso lo que sucede con la lluvia:
nos hace creer que existe una familia.

19

Delante de la cámara que no existe,
está la escena luminosa.
Nosotros que fuimos predecibles
ahora estamos ahí:
                                 la luz apunta nuestro desconcierto.

Nuestros hijos no tomarán en cuenta
la trayectoria del cuidado
y nos mirarán desde lejos.
Nuestros padres estarán cansados y dormirán.
Los amigos saben que la historia siempre es real
así que beberán y fumarán con nosotros
hasta el día siguiente.
Habrá música porque siempre hay música.
Una vez más
no entenderemos nada del amor
y nos debatiremos
entre teorías contrapuestas.
Parecería que es 
el final francés de una película
pero la historia es nuestra
y nadie nos confunde
con Juliette Binoche. 



* Inés Legarreta, nació y reside en Chivilcoy, provincia de Buenos Aires. Narradora y poeta. Ha publicado ocho libros de narrativa (cuentos y nouvelles) y cinco libros de poesía: La puntada invisible, El jardín desconocido, Una gramática para mis sueños, Un amor doméstico y oscuro y De lejos y de cerca.

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