jueves, septiembre 27, 2007

Algo que compartimos muchos a mediados de los 80 era el cuestionamiento a la visión del poeta y de la poesía que venía de los 50, por ejemplo del grupo Poesía Buenos Aires, la creencia en que la poesía era una actividad superior a todas las demás y en que solo la poesía podía salvar al mundo. Pero el hecho es que esa misma ideología equivocada, inflada, los llevó a escribir unos tremendos poemas, y a ponerse en una situación de riesgo al escribir. Después llega la tendencia a desmistificar al poeta, y yo estoy de acuerdo, pero la desmistificación fue tan lejos que ahora hay que llenar el poema de indicios de que uno no aspira a nada, de que la poesía es pura joda. Ante eso me doy cuenta de que nunca dejé de preferir la poesía que elabora los problemas que uno tiene frente al mundo, aunque no lo lea nadie. Y no creo que eso se haya terminado con la posmodernidad. Me parece que es fácil darlo por terminado.

Daniel Freidemberg, revista La guacha, año 10, número 27, Buenos Aires, julio 2007
La posición de los poetas de más edad osciló entre esas dos variantes del tema. Pero en ellos cuatro apenas se advirtió la sombra de su propia experiencia concreta de la relación entre poesía y política (...) Y tampoco es tan taxativa su opinión si se trata de hablar de la política de la poesía. Como si esa misma experiencia fuera una carga al momento de elaborar una hipótesis de trabajo, como si cualquier hipótesis se convirtiera en juicio. Por suerte sus escritos (...) dejan ver que esa experiencia histórica se cristaliza en poesía...

Javier Magistris, La guacha, julio 2007, en el comentario a la mesa redonda sobre poesía y política realizada el 26 de junio en el Centro de la Cooperación de Buenos Aires con Susana Cella, Daniel Freidemberg, Jorge Fondebrider, Jorge Aulicino, Leonor Silvestri y Gabriel Reches.


N. de R.: Magistris, uno de los directores de La guacha, fue parte activa del debate que comenta. Los "de más edad", los "cuatro", a quienes alude, son Freidemberg, Aulicino, Fondebrider y Cella. Magistris esperaba "hipótesis", "opiniones taxativas" que en efecto no abundaron. Abundaron opiniones no taxativas. La crónica no las cita.

martes, septiembre 25, 2007

DEL LIBRO DE PARAGUAY


¿Agrega Paraguay a Paraguay el libro?
¿Palabra Paraguay país alude?
¿De libro sale Paraguay entero?

¿Dice Paraguay, si libro dice?
¿Habla Paraguay en libro dicho?
¿Libro Paraguay lo dijo?

Letra alude,
¿si hunde en tierra?
Dice tierra,
¿a letra acude?
Letra evoca,
¿tierra esconde?

¿País sabía lo que letra dice?
¿País en tierra letra esconde?
¿País en tierra sabe letra?
¿Palabra tierra ya sabía?

Fernando Molle (Buenos Aires, 1968) Del libro, inédito

Vía La infancia del procedimiento

lunes, septiembre 24, 2007

Pedro Serrano / Tuscania

5

El sol pega en la cocina, juega
con las sonrisas ladeadas y desmañadas
de platos y tazas.
Cerrados los visillos
la luz irrumpe en la oscuridad como metralla.
En el reflejo, como un cuadro de Sisley
tiembla la iglesia de San Pietro.
La falsa acacia cuida al viento, cubre al sol
y a todo ruido que se acoja en su fronda
monumental. Al fondo el valle,
sus otros ruidos y humos,
su descompuesta placidez.

Pedro Serrano (Montreal, 1957), Desplazamientos. Candaya, Barcelona, 2006






Foto: s/d

María Teresa Andruetto / De "Kodak"


Visita

Hoy vino mi madre a visitarme
y caminamos las dos por estas calles.
Hablamos de mi hermano,
de los hijos, de las chicas del Sur,
de mi cuñado. Otra vez yo critiqué
al gobierno y ella dijo otra vez
“¡Es un país tan grande!”. No quiere
que me queje: “¡Este país generoso
recibió a tu padre!” y rodamos las dos
hacia una zona de tristeza, en silencio,
hasta que se detiene y dice: “Ayer
hice dulce de duraznos” y yo digo
que hablaron de mi libro
en el diario.

María Teresa Andruetto (Arroyo Cabral, 1954), Kodak. Ediciones Argos, Córdoba, 2001

Vía Las elecciones afectivas

sábado, septiembre 22, 2007

Un hotel ruinoso


2

He llegado a un hotel tan ruinoso como mi alma
antes del viaje.
Suelen llamar café al brebaje que preparan por la mañana
y no existen cerraduras en las puertas.
La felicidad debe parecerse bastante
a este estado de exposición a los detalles
y a una oscura revancha sobre "los elementos del desastre".

El tarareo del mar llega hasta mi hamaca
y el salitre hasta la máscara
de mi pobre memoria.
La soledad tiene patas de ángel en este lugar;
no escribirá nada, no puede escribir nada,
pero acribillará a preguntas mi pasión por lo astroso.

Desde acá, las ciudades
son arcaicas esculturas de asfalto y de vidrio
iluminadas por las matemáticas,
como lo son los durazneros por la estructura musical
del viento al anochecer.

Paulina Vinderman (Buenos Aires, 1944), Hospital de veteranos. Alción Editora, Córdoba, 2006

jueves, septiembre 20, 2007

Estimados colegas y amigos:

Reciban un saludo cordial y a la vez mi exhortación para sumarse a la campaña para encontrar al poeta Juan Ramírez Ruiz, fundador del movimiento poético Hora Zero, y que hoy se encuentra perdido en algún punto de Trujillo o el norte peruano.

La última vez que fue visto, por quien suscribe estas líneas, fue en el mes de mayo de casualidad en la Av. América, cerca al Complejo Chicago.

Juan pudo asearse, descansar y pernoctar en mi casa. Al día siguiente, con ayuda de personas generosas, se pudo conseguir un lugar para que JRR pueda quedarse, pero el poeta rechazó el ofrecimiento y se marchó, sin aceptar ser retenido. En ese momento, no consideré oportuno retenerlo por la fuerza, lo cual ahora lamento mucho.

Hace unos días recibí la visita del colega periodista José Ramírez Ruiz (hermano mayor del poeta) quien anda tras las pistas de este gran escritor, también consternado por esta situación, pues el poeta partió de la ciudad de Chiclayo con rumbo a Lima el año pasado en vísperas de las elecciones. No se le ha vuelto a ver.

Para cualquier inquietud o noticia pueden escribir al hermano mayor del escritor, don José Ramírez Ruiz a esta dirección: jramirezr@speedy.com.pe

Atte
Nivardo Cordova
01-95634097

Vía Sol Negro

martes, septiembre 18, 2007

-Difícil definir la poesía si no es por la métrica y adicionales, como las rimas de diversos tipos -dijo el doctor García Colomer.
-Yo diría en cambio que la poesía se define por lo breve dado con la mayor intensidad -dijo Logroño.
-Defina intensidad -demandó García Colomer.
-Ahí sí que me ha cogido -dijo Logroño.

Gustav Who, Viñetas madrileñas de Garbeld, Milpitas, 1989

lunes, septiembre 17, 2007

La existencia es deseable porque se siente que ella es una cosa buena y esa sensación (aísthesis) es en sí misma dulce. Pero entonces también para el amigo se deberá consentir que él existe, y esto adviene en el convivir y en el tener en común (koinoneîn) acciones y pensamientos. En ese sentido se dice que los hombres conviven (syzén), y no como el ganado, que comparte la pastura.

Aristóteles, Ética para Nicómaco, citada por Agamben en La amistad
Llegados a este punto, el rango ontológico de la amistad en Artistóteles se puede dar por descontado. La amistad pertenece al protè philosophia, porque lo que en ella está en cuestión concierne a la misma experiencia, la misma "sensación" del ser. Se comprende entonces por qué "amigo" no puede ser un predicado real, que se suma a un concepto para inscribirlo en una cierta clase. En términos modernos, se podría decir que "amigo" es un existencial y no un categorial. Pero este existencial -como tal, no conceptualizable- está atravesado sin embargo por una intensidad que lo carga de algo así como una potencia política.

Giorgio Agamben, La amistad. Adriana Hidalgo Editora, Buenos Aires, 2005

sábado, septiembre 15, 2007

Juan Desiderio / Campo de árboles secos


XXII

Campo de árboles secos
y tierra enferma
donde vive un amigo

Prendemos el radio
para hablar
con algún aficionado

Y una voz aparece en el estéreo
"los voy a matar, perros"
pregunto quién es
"el que se electrocuta en tu cocina"

Entramos a oscuras
respetando la radiación azul
de un cuerpo que sale
del tomacorriente de la heladera

Una pasta marrón
se levanta y dice:
"Denme forma o los mato"

¿Qué forma preferís?, dice mi amigo
¿Humana, vegetal, arte moderno?
"lo último", y parece entusiasmada
La convertimos en pared con azulejos.

Y vamos a tener, por fin,
pared con quien hablar.

Juan Desiderio, La zanjita, Barrio trucho, El asesino de Dios. Ediciones Vox, Bahía Blanca, 2007
---
Foto: s/d

lunes, septiembre 10, 2007

Jorge Aulicino (1949)


Victoria Land


They make unmistakable signs:
they draw fingers across their throats.
I don't forget: there are no shadows or smoke,
there is ice where the stranded ship
is rocked by polar winds.

They draw fingers across their throats.
It's useless: I don't speak.
I couldn't speak of anything, except the boat,
the imaginary boat.
Of nothing but the boat.

Trad. Michelle Clayton



Victoria Land

Hacen señas inconfundibles:
se pasan la mano por la garganta.
No olvido: no hay sombras ni humo,
hay hielo donde el barco varado
se hamaca con los vientos polares.
No hay sombra: hay claridad sobre el hielo.

Se pasan la mano por la garganta.
Es inútil: no hablo.
No podría hablar de nada, sólo del barco,
del barco imaginario.
De ninguna otra cosa nada más que del barco.

Agentinian Culture Week, Dublin - 12-18 September, 2007
The best of contemporary Argentinian music, literature and film will form part of the Argentina Now! – the first Dublin Argentinian Culture Week. The programme has been curated by the poet and arts editor, Jorge Fondebrider in Buenos Aires in co-operation with Sinéad Mac Aodha, Director of Ireland Literature Exchange in Dublin.

Fabio Morábito / Sobre la poesía de Montale



"Tal vez en ese largo y acidioso lapso de inacción juvenil, con su probable sentimiento de inutilidad y hasta de culpa, surge el futuro male di vivere de Montale, que determinará el tono introspectivo y desolado de su poesía. También debió sellarse entonces, en esos paseos divagantes por la Génova laboriosa de principios de siglo, muy pronto nimbados por "indefinidas vocaciones extra-comerciales", es decir, la filosofía y la literatura, la importancia del mar en la percepción montaliana de la realidad. Quien conozca Liguria, reconocerá en los poemas de Huesos de sepia, el primer libro de Montale, una auscultación casi encarnizada de su paisaje marino, en especial la parte que va desde Génova hasta Cinque Terre, donde la familia de Montale tenía una casa de veraneo en la localidad de Monterosso; un paisaje escabroso, en el que la violencia del oleaje, el viento, los rociones de espuma y la vegetación aferrada a la roca se constituyen en emblemas de una radical dificultad de vivir, de una indecisión crónica, que tiene su objetivación más acabada en la luz del mediodía, esa luz paralizante y a menudo espectral que ha tenido en Montale, tal vez, a su cantor más profundo.

(...) 

"Si acaso, el concepto cristiano que más atrae a Montale es el de gracia, que él entiende, laicamente, como un regalo, esto es, como una virtud de la que gozan aquellos que no hicieron el menor esfuerzo por ganársela. La idea de esfuerzo no tiene casi cabida en el mundo de Montale, donde sólo un milagro, una coincidencia, un afortunado golpe de dados pueden resquebrajar la rigurosa trama de eventos que nos oprimen.

"Así, para Montale, la dignidad estriba, más que en esforzarse por ser mejores, en resistir, sobrellevando el propio papel, sin quejas. ¿En qué consiste el papel del poeta? Consiste, dicho metafóricamente, en atenuar el impacto del mar sobre la costa, reproduciendo en su propia poesía el lenguaje marino, con la secreta esperanza de hallar la brecha, el pasadizo, que el mar busca en cada una de sus arremetidas.

"... y le otorga, por ese carácter que tiene el encabalgamiento de eludir la escansión esperada de los versos y relativizar de esa manera el cauce señalado por los mismos, un carácter de rápida anotación periodística, de apunte in situ. El resultado es una cadencia movediza, casi arisca, que aspira, con las herramientas de la poesía, a sonar como prosa. Por ello, no es de sorprender que la renuncia a una musicalidad plena y sin fisuras lleve a Montale a revalorizar esas zonas grises del poema en el que éste muestra inevitablemente sus costuras y sus remiendos."

Fabio Morábito, en el "Prólogo" de Poesías completas de Eugenio Montale, Galaxia Gutenberg, Barcelona-Navarra, 2006

---
Foto: s/d

viernes, septiembre 07, 2007

Qué hace contemporáneo un poema



Seminario de poesía coordinado por Jorge Fondebrider.
Realizado el 27, 28, 29, 30 y 31 de agosto de 2007 en el Centro Cultural de España en Buenos Aires.
Participantes: Jorge Aulicino, Susana Cabuchi, Víctor Manuel Mendiola y Pedro Serrano.


"En el marco del seminario 'Qué hace contemporáneo un poema' se presentaron cuatro poetas. A través de la exposición de sus propios puntos de vista sobre esta cuestión, cada uno abrió en días diferentes, una serie de interrogantes para el debate del día final en una mesa redonda.

"La primera jornada estuvo a cargo del poeta mejicano Pedro Serrano. Presentamos, a modo de resumen, algunos de los puntos destacados de su exposición:
"La contemporaneidad de un poema fue cotejada en su capacidad de actualizarse en el momento de su lectura. En este sentido, cabe asimilar el poema a una marsupia: aquella bolsa húmeda que las crías de los marsupiales abren para vivir. Sin esta actividad del poema en la mente del lector el poema simplemente no es contemporáneo. La marsupia se marchita, el marsupial se seca.
"Esta relación es independiente del momento de su escritura: un poema de vanguardia o el Cid Campeador pueden ser contemporáneos. Lo importante radica en que esa actualización del poema no tiene que ver con una activación automática de la lectura. Si sucede esto, el poema es reiterativo, no contemporáneo: poemas rumiantes, mascan y mascan lo mismo continuamente.
"Con vistas a que se de esa relación de contemporaneidad, Serrano aboga por la experiencia directa del lector con el poema. Esto no implica que no deban existir mediaciones a la hora de acercarse a un poema. Para que esos estados de inmediatez se alcancen, es necesario un proceso de rodeo, acercamiento y asedio por parte del lector.
"Los interrogantes del público sobre la ponencia del escritor mexicano giraron en torno a un elemento clave: el hecho de que la contemporaneidad de un poema estuviera analizada desde el punto de vista de la vigencia, de su capacidad de perdurar, y no desde los factores que pueden generar que una poesía actual logre la contemporaneidad.
"La segunda jornada estuvo a cargo de la escritora argentina Susana Cabuchi. De acuerdo con su postura, todo poema está anclado en el marco de ciertas condiciones sociohistóricas que lo atraviesan y determinan. A diferencia de la exposición anterior, su planteo buscó establecer qué es lo que hace contemporáneo a un poema actual.
"Como respuesta a este interrogante sugiere una aproximación: el prosaísmo. En otras palabras, es en el acercamiento de la poesía al dominio de la vida cotidiana lo que le aporta el carácter de contemporaneidad. A partir de esta premisa, Cabuchi propuso un recorrido por una serie de poemas de distintos poetas actuales (Manuel Bandeira, Alejandro Nicotra, Pedro Mairal, etc.) en los que se exhibe la manera en que la relación de la palabra poética con la cotidianidad -que aparece en forma de plato de sopa, mancha de barro o tierra- van construyendo ese momento fugaz que es la contemporaneidad de un poema.
"Más allá de la técnica particular que se use, todo poema contemporáneo logra a partir del uso de prosaísmos, desautomatizar, desordenar nuestra visión acostumbrada de la realidad, exhibiendo la deshumanización imperante en la vida actual.
"Frente a esta exposición surgieron algunos debates que aun no habían sido invocados y que reaparecerían a lo largo del seminario. Estos estaban fundamentalmente centrados en la problemática de la forma-contenido en arte. De acuerdo con un concurrente, la posición de Cabuchi frente al prosaísmo en poesía, amparada en el poema de Mairal 'El durazno', aboga por un contenidismo que no representa un verdadero progreso en el arte. Desde esta perspectiva, la inclusión de cadenas de supermercados o marcas de productos en el poema son sólo la apariencia de una poesía contemporánea y, en esencia, simple poesía conservadora. Por otro lado, se valorizó la necesidad de renovar el lenguaje poético y no recaer en temas desgastados.
"La tercera jornada tuvo como expositor al poeta mejicano Victor Manuel Mendiola. Su propuesta se basó en una periodización y su punto de partida en un análisis de los presupuestos de las vanguardias, a las que le adjudica la responsabilidad de la falta de contemporaneidad de los poemas actuales. En este sentido, el arte del Siglo XX, en su negación de los presupuestos del clasicismo y del arte simbolista, afirmaban la renuncia a la razón, le fe en la espontaneidad y disolución del sentido.
"Frente a este panorama desolador, Mendiola afirma que 'la Modernidad ya no tiene nada que negar'. La contemporaneidad del poema estaría dada entonces por una pura afirmación: la restitución de un sujeto, de un sentido para llegar a una nueva concreción, tal como puede entreverse en el poema de Ted Hughes, 'El cuervo'. Dada su radicalidad, esta propuesta no pretende negar ciertas herencias de la vanguardia: es posible un uso sincrónico de las técnicas y recursos dominantes en el arte del Siglo XX para una poesía diferente, contemporánea.
"En este caso, el debate con el público se centró en la experiencia de Mendiola como editor de poesía. De acuerdo con el escritor mejicano, su crítica a la poesía vanguardista se ve respaldada por el progresivo rechazo de las editoriales a seguir trabajando con ese material y, consecuentemente, la creciente demanda de una nueva expresión poética.
"En la cuarta jornada el escritor argentino Jorge Aulicino desarrolló una hipótesis sobre la contemporaneidad del poema ligada a la preeminencia de la forma. Se trata, más bien, de un movimiento de recuperación frente al contenidismo en el que habían caído las vanguardias. En este contexto, solo una poesía que no reverencie el propio pathos, que no asocie mecánicamente la vida y la obra, podría acercarse a la pretendida contemporaneidad.
"Así, frente a un Romanticismo que se extendió por más de doscientos años, la nueva poesía brilla con el sol de la impersonalidad. Como puede observarse en la parte de la obra de Borges que versa sobre orillas y cuchilleros, o bien en los poemas de Alberto Girri (por ejemplo en 'Cuando la idea del yo se aleja' o 'El poema como idea de la poesía'), la despersonalización aparece como la forma en que se manifiesta lo contemporáneo en la poesía actual.
"Frente a esta exposición, el debate con el público se centró en si era posible dar con una poesía verdaderamente impersonal y se manifestó que el peso del sujeto es imprescindible para la humanización de una sociedad deshumanizada. Aulicino respondió que en la génesis de esa deshumanización estaba la subjetividad burguesa –que concuerda con el surgimiento del Romanticismo-, y que, por lo tanto, la poesía debía asumir una resistencia frente a ese estado de cosas.
"En la jornada final, tras un resumen de los diferentes interrogantes que surgieron a lo largo de la semana, cada escritor leyó una serie de poemas propios que consignamos en el apéndice que sigue."


APENDICE

Pedro Serrano: “Prurito”, “Golondrinas”, “Cuatro pájaros”, “Jardín de Rodin”, “Dos mujeres”, “Escolares en Vía Augusto” y “En capilla”.

Susana Cabuchi: “A mis abuelos”, “Raíces”, “Milagro”, “La carta”, “Visita”, “Oficio”, Álbum familiar”, “Aires”, “Pasos”, “Rimbaud”, “12 de junio”, Van Gogh” y “Emily Dickinson”

Victor Manuel Mendiola: “Tu mano y mi boca” (poema en 49 fragmentos para dos voces).

Jorge Aulicino: “Cierta dureza en la sintaxis…”

Fuente: Centro Cultural de España en Buenos Aires (CCEBA)

jueves, septiembre 06, 2007

Pessoa por Sábat


Hermenegildo Sábat, Anónimo transparente. Una interpretación gráfica de Fernando Pessoa. Ediciones Universidad Nacional de Quilmes, Buenos Aires, 2007

Geoffrey Hill / Para Lucien Richard: Sobre el sufrimiento


















La ruta ondulante hace que la remota marea
suba y baje. Después de las casas de los comerciantes
las chozas de pesca y los lugares que venden carnada;
tras la sombra de los árboles las desnudas extensiones de arena.
Abundan los róbalos. Aunque a los más pequeños
los vuelven a arrojar – tal la ley –la mayoría muere,
flotan un poco, y en sus escamas se refleja el sol.

----------

Bloques de granito en barrancas de arena.
Los pequeños faros semejan pabellones o glorietas
para pintores de dameros. Las gaviotas parecen
perezosas, aunque impecablemente equipadas.
La fina maquinaria de las naturalezas instintivas
está bien adaptada al medioambiente,
conecta las llegadas a la torre termal.

--------

Enfrento a Séneca, podría haber cantado
como Jonás a tu antojo. Por eso me alegré cuando
la pesada línea que arrojaste se cortó de la caña
con carnada y todo, y aleteando desapareció,
el timing perfecto, perfecta tu resignación
cargada de fracaso, la mirada muda y expresiva:
ninguna chance de practicar la custodia de los ojos.

-------

Entonces, medio encandilado, les dije ¿cuál
de ustedes es el ángel? ¿Y que ángel?
No creía que existiesen los ángeles. La luz
del mar fue visionaria, como lo es a veces
para la gente susceptible. Vivos o muertos
moramos en el refugio y matadero del mundo.
Que lástima la línea. Podría haber llorado.

Geoffrey Hill (Bromsgrove, Worcestershire, Inglaterra, 1932-Cambridge, Inglaterra, 2016), Without Title, Penguin Group, Nueva York, 2006
Versiones: Jorge Salvetti y Darío Rojo
---

act. 2021

martes, septiembre 04, 2007

Fernando Pessoa / Aforismos


Aforismos sensacionistas

Texto con la referencia: para Orpheu

[tal vez 1916]


Sentir es crear.

Sentir es pensar sin ideas, y por eso sentir es comprender, visto que el Universo no tiene ideas.

– ¿Pero qué es sentir?

Tener opiniones es no sentir.

Todas nuestras opiniones son de los otros.

Pensar es querer transmitir a los otros aquello que se piensa que se siente.

Sólo lo que se piensa se puede comunicar a los otros. Lo que se siente no se puede comunicar. Sólo se puede comunicar el valor de lo que se siente. Sólo se puede hacer sentir lo que se siente. No que el lector sienta la pena común [?]. Basta que sienta de la misma manera.

El sentimiento abre las puertas de la prisión con que el pensamiento cierra el alma.

La lucidez sólo debe llegar a la entrada del alma. En las propias antecámaras del sentimiento está prohibido ser explícito.

Sentir es comprender. Pensar es errar. Comprender lo que otra persona piensa es discordar con ella. Comprender lo que otra persona siente es ser ella. Ser otra persona es de una gran utilidad metafísica. Dios es toda la gente.

Ver, oír, oler, gustar, palpar: son los únicos mandamientos de la ley de Dios. Los sentidos son divinos porque son nuestra relación con el Universo, y nuestra relación con el Universo Dios.

[...]

Actuar es descreer. Pensar es errar. Sólo sentir es creencia y verdad. Nada existe fuera de nuestras sensaciones. Por eso actuar es traicionar nuestro pensamiento.

[...]

No hay criterio de verdad sino no concordar consigo mismo. El universo no concuerda consigo mismo, porque pasa. La vida no concuerda consigo misma, porque muere. La paradoja es la fórmula típica de la Naturaleza. Por eso toda verdad tiene una forma [?] paradojal.

[...] Afirmar es engañarse en la puerta.

Pensar es limitar. Razonar es excluir. Hay mucho que es bueno pensar, porque hay mucho que es bueno limitar y excluir.

[...]

Substitúyete siempre a ti mismo. Tú no eres bastante para ti. Sé siempre imprevenido [?] por ti mismo. Acontécete frente a ti mismo. Que tus sensaciones sean meros acasos, aventuras que te acontecen. Debes ser un universo sin leyes para poder ser superior.

Son estos los principios esenciales del sensacionismo. [...]

Haz de tu alma una metafísica, una ética y una estética. Substitúyete a Dios indecorosamente. Es la única actitud realmente religiosa. (Dios está en todas partes excepto en sí mismo).

Haz de tu ser una religión ateísta; de tus sensaciones un rito y un culto. [...]

Fernando Pessoa (Lisboa, 1888-1935)

Vía Ensayo Pessoa

Publicado por Carlos H. Rasines