*)
si fuera hombre usaría
la navaja de mi abuelo para afeitarme -
rozaría lentamente el hueco del mentón,
trazaría los ángulos del rostro con precisión de esteta.
Ha de ser un magnífico ejercicio de conciencia y de pulso
mirarse cada día al espejo,
navaja en mano.
*)
esa manera de abandonarlo todo -
la usura del momento que todavía alcanza
para quemar las naves,
o un costal de harina
en la puerta del molino, dejado a su suerte:
manso producto de la civilización.
Y las hormigas que van y vienen
sobre la piedra. Sin dejar rastro
regresan a sus ciudadelas escondidas -
la fortaleza subterránea entendida como un don.
*)
aparece en la brutal tragedia de las meditaciones
vacías
como vaciada será maipu,
esa tierra allanada que en presunta
monotonía encarna
la idea de un país
que a fuer de sangre forja.
Teresa Arijón (Buenos Aires, 1960), OS, Diputación Provincial de Málaga, 2008
Ilustración: Acuarela de Fadel Jalifa
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