XXI
Recuerdas, recuerdas… Era Calvero
que se llevaba una flor a la boca
y de ella comía y la flor era Terry
que danzaba inalcanzable.
Él era el pasado y la muerte
a la luz del universo.
Había luces, entonces luces hay siempre,
en los paseos por la ciudad, en los azules
insinuados del arte y la naturaleza,
detrás de las ventanas de noche,
Calvero todavía con sus ojos abiertos de comprensión
como otro enigma de la vida
y de la muerte, la mente y el corazón.
Y es la densa noche, cuando se escuchan
los gritos que invocan a dios,
bárbaros, desconsolados…
Roberto Raschella (Buenos Aires, 1930), La casa encontrada. Poesía reunida, 1979-2010, Fondo de Cultura Económica, Buenos Aires, 2011
Ilustración: Blue Moby Dick, 1943, Jackson Pollock
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