viernes, junio 30, 2023

Sandro Penna / Tres poemas





Andaba por la ciudad, entre las callejuelas
del amado suburbio. Y me topaba
con queridos rostros desconocidos… Y después,
en la portería adonde había ido
en busca de una pieza, encontré…
Encontré algo gentil.

La madre me hablaba del precio a pagar.
Yo estaba en otra orilla. Mi vivienda
ya estaba en el paraíso de la nave. El paraíso
altísimo y confuso, que nos lleva
a beber la cicuta…

Pero volvamos
a la portería, a aquellos sinceros
modos del relato, a aquel vivo rubor…

Pero supremo ante todo era el olor
casto y gentil de la pobreza.

[Poesie, 1939]

*

Las estrellas me miraban si por momentos
entrecerraban los ojos como hacen los gatos

[Una strana gioia di vivere, 1949-1955]

*

¡Qué intenso es el rumor del alba!
Hecho de cosas más que de personas.
A veces lo precede un silbido breve,
una voz que alegre desafía al día.
Pero después en la ciudad todo está sometido.
Y mi estrella es aquella estrella pálida
mi lenta muerte sin desesperar.

[Una strana gioia di vivere, 1949-1955]

Sandro Penna (Perugia, Italia, 1906 - Roma, 1977)
Versiones de Roberto Raschella


Foto: Sandro Penna en la Radiotelevisione Italiana (RAI). Captura de pantalla en La Tramontana


Ero per la città, fra le viuzze
dell’amato sobborgo. E m’imbattevo
in cari vissi sconosciuti… E poi,
nella portineria dov’ero andato
a cercare una camera ho trovato…
ho trovato una cosa gentile.

La madre mi parlava dell’affitto.
Io ero ad altra riva. Il mio alloggio
era ormai in paradiso. Il paradiso
altissimo e confuso, che ci porta
A bere la cicuta…
Ma torniamo
alla portineria, a quei sinceri
modi dell’una, a quel vivo rossore…

Ma supremo fra tutto era l’odore
casto e gentile della povertà.

*
Le stelle mi guardavano se a tratti
socchiudevano gli occhi come fanno i gatti.

*
Come è forte il rumore dell’alba!
Fatto di cose più che di persone.
Lo precede talvolta un fischio breve,
una voce que lieta sfida il giorno.
Ma poi nella cittá tutto è sommerso.
E la mia stella è quella stella scialba
mia lenta morte senza disperazione.

jueves, junio 29, 2023

Elena Annibali / De "El viaje"




prueba del alce llaman a un test de seguridad en el que
vehículos maniobran en un zigzag furioso emulando
situaciones peligrosas: aparición
de animales grandes o pequeños
en ruta, osos fantasmales,
ciertos pájaros de ojos luminiscentes,
espíritus
de los caminos, árboles
que caen por rayos

en el movimiento, los autos, sobre todo
aquellos de gran porte, deben mantener
el equilibrio de, al menos,
dos ruedas: si el conductor
es inhábil o el alce se
espanta y sale corriendo
hacia el auto,
todos mueren
si el alce se queda quieto, pero
el conductor enloquece, viendo
en sus ojos algo que no ha 
visto nadie, salvo
el espíritu de las carreteras,
todos mueren

si el conductor, en cambio,
atropella al alce, y el alce
muere, su espíritu
entra en el cuerpo del conductor
para, definitivamente,
hacer derrapar al vehículo
en un vuelo insólito
inacabable, en el que
el tiempo se retuerce
sobre el tiempo y
todos mueren

Elena Annibali (Oncativo, Argentina, 1978)

El viaje
,
Salta el Pez Ediciones,
Buenos Aires, 2022









---
Foto: Elena Annibali/Facebook

miércoles, junio 28, 2023

Luigi Bartolini / El faisán




Vi al faisán levantar el vuelo. Gritar: "¡Gueregué!",
rojo, el faisán, como el sol entre los sauces;
y en el vuelo hasta un niño lo hubiera alcanzando,
¡pero sin embargo yo estaba pensando en Ana!

Luigi Bartolini (Cupramontana, Italia, 1892 - Roma, 1963), Vintila Horia y Jesús López Pacheco, Poesía italiana contemporánea, Ediciones Guadarrama, Madrid, 1959


Foto: Archivi del Novecento


Il fagiano

Ho visto alzarsi il fagiano. Gridar "ghereghè!"
rosso il fagiano, fra i larici, come il sole;
e l'avrebbe colpito, a volo, anche un fanciullo,
ma io, invece, stavo a pensare alla Anna!

                                                         -1936-

martes, junio 27, 2023

María del Mar Estella / De "Último nombre"




Todo sucede hoy. Nada se esconde.
Drama y comedia son intransferibles.
La memoria prepara su equipaje
de voluble nostalgia y se incorporan
retazos de cadencias, de rescoldos
que alzan su ola de saciada arena.
Las manos del ocaso ya nos buscan
los hombros enramados de fatiga.
De lo que fuimos y no fuimos quedan
unos puñados de inexperto orgullo
con el que iremos a embestir la muerte.
Sólo por vocación de peregrinos
por hermandad de lágrimas y duelos
que llegan a anidar en otro lado.

María del Mar Estrella (Buenos Aires), Último nombre, Vinciguerra, Buenos Aires, 2023


lunes, junio 26, 2023

Carolyn D. Wright / Hoteles



En la penumbra nos quitamos todo,
el amor de pie, inaudible; después, nos metemos en la cama.
Tú duermes con la mente embrollada en sus sueños,
yo me levanto y me acomodo en la silla con una cerveza caliente,
la lámpara apagada. Bajo la mirada hacia un pueblo arbolado
mientras cae la nieve me siento como una novela — densa
y vívida, con un final incierto — observando
los confusos perfiles de otra mujer otro hombre
que corren hacia los carteles luminosos del teatro.

Carolyn D. Wright (Mountain Home, Estados Unidos, 1949-Barrington, Estados Unidos, 2016), Further Adventures With You, University of Chicago Press, Chicago, 1986
Versión de Jonio González




HOTELS

In the semidark we take everything off, 
love standing, inaudible; then we crawl into bed.
You sleep with your head balled up in its dreams,
I get up and sit in the chair with a warm beer,
the lamp off. Looking down on a forested town 
in a snowfall I feel like a novel — dense 
and vivid, uncertain of the end — watching 
the bundled outlines of another woman another man
hurrying toward the theater’s blue tubes of light.

domingo, junio 25, 2023

Mario Nosotti / Las hermanas de Kafka




I.               Las hermanas de Kafka
 

     había algo
en la noche de esas hermanas
cómo hablaban          las cosas que decían
de pronto se encontraban en medio del pasillo
             y seguían andando
arrastrando palabras     latiguillos
murmullos que no eran         sino globos de aire con grafías
      que al unísono trenzaban las tres. 

“se sonrojaban como para sostener en sus mejillas
         cerezas que nadie había lavado”. 

el hermano en su cuarto
las oiría     y ellas
oirían al hermano 

no había comenzado y ese lance
ese párrafo largo     no era
         todavía escribir. 

atrapando esas cuatro paredes
sosteniendo esa cueva      –así lo imaginaron– 

        o según fuera el caso
según fuera la noche que alumbrara su día
             acunar esa rabia 

y con el sobretodo abrir el aire helado
        caminar callecitas
               de oscuridad empinada 

hasta perder la cuenta
de los pasos que doy.

Mario Nosotti (San Fernando, Argentina, 1966)


El paso de las nubes
.
Antología poética (1988-2021),
Ediciones Liliputienses,
Cáceres, España, 2022









Foto: Altazor

sábado, junio 24, 2023

María Laura Decésare / de "El espejo del mundo"




Déjame ser

Dicen que un pájaro 
vuela porque es lo único 
que sabe hacer 
y hoy quisiera ser como él
volar hasta la copa del árbol 
para observar desde lo alto
la belleza
que hemos perdido.


En la tarde

Vi una flor llorar, qué cosa rara
pensé mientras el colibrí con su aleteo
intentaba animarla.
De pronto el cielo se abrió
y unas gotas comenzaron a caer
suaves sobre mí.
En lo simple me detengo y me levanto 
para ver los colores del arcoíris
belleza pura en la tarde de domingo.


El jardín de mi madre

Lo más cercano a jardín que tuve
fue un malvón de flores rojas
hasta que el viento en el balcón 
desparramó los pétalos,
la lavanda se mantuvo un tiempo 
hasta que el sol secó sus ramas.
Si de jardín se trata pienso en Caseros. 
Allí todo es verde y florido: la santa 
rita con sus flores de color fucsia, 
la oreja de elefante, 
el perfume del jazmín chino 
y mi madre que pregunta
si están más altos los pinos.

María Laura Decésare (Rufino, Argentina, 1969)


El espejo del mundo
,
Ediciones del Dock,
Buenos Aires, 2023










viernes, junio 23, 2023

Alfredo Lemon / De "23"



Ante la tumba de Gandhi en Nueva Delhi

Con la muerte de un hombre,
agoniza Occidente.

Cada lágrima enseña una verdad.
Cada deseo demanda demasiado.

No eres un cuerpo
—frágil y débil ante el fin—
sino una conciencia sedienta
erguida inmortal.

¿Cómo proclamar la paz, 
si el odio infectó los tronos de la tierra?

¿Cómo predicar humildad,
si el poder hipnotiza con sus garfios de oro? 

Tú, escritor: 
¿Darías la vida por una frase?
¿Te esforzarás por el poema?


60 años

Ahora, cuando el paladar todavía puede gozar las frutas,
en un momento en que las dudas parecen aquietarse,
oportuno resulta intentar un balance.

Pero: 
¿cómo decir la fugacidad 
mientras el acontecer sucede siendo?   

La vida dibuja nuestros rasgos
con rastros de memoria y arenisca.

Somos un soplo, una tiza en el viento del tiempo.

La máscara dice la verdad 
y el rostro miente.

La muchacha que baila a orillas del mar
será mañana la anciana que no podrá sostenerse.

Retorciéndose, el pensamiento sufre en secreto.

Las palabras también anochecen
y el color del olvido las cubre de negro.

Dios es un poema que no terminaré de escribir.

Alfredo Lemon (Córdoba, Argentina, 1960)

23
,
Buenos Aires, 2023










jueves, junio 22, 2023

Stanley Moss / Alegoría del mal en Italia



Los Visconti te pusieron en su bandera: una serpiente
devorando a un niño, ¿o estás vomitando a un hombre
con los pies por delante? Algunas serpientes cazan ranas, otras el
     libre albedrío.
Hay algo bueno en ti: un hombre puede contar años en tu piel.
Generosamente, tú, criatura robada a una madre y un padre,
al elegido ofreces tu pastel de higos.
Bocio en mi cuello, lames mi oído con mentiras,
aun así tengo que escuchar, sonreír y besarte la mejilla
o puedes tragarte al niño del todo. En Milán
existe un tríptico, la virgen entronizada en gloria,
debajo, en el mármol, el cadáver desnudo de un hombre
y una gigantesca, a escala humana, rana muerta de espaldas.
¡Hay esperanza! Miro en lo alto de mi cabeza
la guirnalda de serpientes que a veces me corona.

Stanley Moss (Woodhaven, Nueva York, Estados Unidos, 1925), A History of Color: New and Selected Poems, Seven Stories Press, Nueva York, 2003
Traducción de Jonio González


Foto: Stanley Moss en la portada de sus Almost Complete Poems, Seven Stories Press, Nueva York, 2016


ALLEGORY OF EVIL IN ITALY

The Visconti put you on their flag: a snake
devouring a child, or are you throwing up a man
feet first? Some snakes hunt frogs, some freedom of will.
There’s good in you: a man can count years on your skin.
Generously, you mother and father a stolen boy,
to the chosen you offer your cake of figs.
A goiter on my neck, you lick my ear with lies,
yet I must listen, smile and kiss your cheek
or you may swallow the child completely. In Milan
there is a triptych, the throned Virgin in glory,
placed on the marble below, a dead naked man
and a giant dead frog of human scale on its back.
There’s hope! My eyes look into the top of my head
at the wreath of snakes that sometimes crowns me. 

miércoles, junio 21, 2023

Jorge Fondebrider / Berkeley afirma



que la realidad depende
de la percepción del mundo que tiene una persona;
o sea, los objetos materiales
dependen por entero de nuestra percepción.
En síntesis, no existe la materia, hay sólo mente. Dice Boswell
que ahí mismo el Dr. Johnson
pateó una piedra para refutar ese argumento.
Sin embargo nadie niega la solidez de aquella piedra.
La anécdota se tradujo en una estatua.
La estatua nunca vi, sólo las fotos
del Jardín de los Héroes y Villanos, donde está,
rodeada de otras cincuenta estatuas –los Beatles incluidos–
en el pueblo de Dorsington, situado en Warwickshire.
La realidad ahora depende
de encontrar su referencia en Internet.
El resto es patear piedras, preguntarse
si hay luz u oscuridad cuando no estamos
pensando.

[inédito]

Jorge Fondebrider (Buenos Aires, 1956)


martes, junio 20, 2023

Ágnes Nemes Nagy / Árboles



Es hora de aprender. Los árboles en invierno.
El modo en que están recubiertos de escarcha de pies a cabeza.
Tapices rígidos y monumentales.

Es hora de aprender esa región donde
el cristal se transforma en vapor y en aire,
y donde los árboles flotan a través de la neblina
como algo que se recuerda pero se ha perdido hace tiempo.

Los árboles, y luego el arroyo detrás,
el silencioso movimiento de las alas de los patos salvajes,
la noche de un azul profundo, blanca y ciega,
donde destaca la encapuchada tribu de cosas,
aquí deben aprenderse los nunca celebrados
actos heroicos de los árboles.

Ágnes Nemes Nagy (Budapest, 1922-1991), The Night of Akhenaton. Selected Poems, Bloodaxe Books, Newcastle Upon Tyne, 2004
Traducción del húngaro al inglés, George Szirtes
Versión del inglés al castellano, Jonio González



TREES

It’s time to learn. The winter trees.
How head to toe they’re clad in frost.
Stiff monumental tapestries.

It’s time to learn that region where
the crystal turns to steam and air,
and where the trees swim through the mist
like something remembered but long lost.

The trees, and then the stream behind,
the wild duck’s silent sway of wing,
the deep blue night, white and blind,
where stand the hooded tribe of things,
here one must learn the unsung deeds
of heroism of the trees.
---
Foto: Nök Lapja

lunes, junio 19, 2023

Ciaran Carson / La desactivación de la bomba




¿Es como forzar una cerradura
con la lenta deliberación de un funeral,
vacilando a través de una nave oscura
hasta que encuentres la respuesta?
 
¿Escuchando la garrapata malévola
de su corazón, puedes leer
el mensaje de las venas enlazadas
como grabado, la historia médica de su cuerpo?
 
La ciudad es un mapa de la ciudad,
sus áreas prohibidas cambian diariamente.
Me encuentro en un taxi lleno de gente
desviándonos respecto de la ruta conocida, 

terminando en un callejón sin salida
donde todos estallan de repente
en susurros, observando las ventanas tapiadas,
las persianas cerradas.

[1976]

Ciaran Carson (Belfast, Irlanda del Norte, Reino Unido, 1948 - 2019), Collected Poems, Gallery Press, República de Irlanda, 2008
Traducción de Jorge Fondebrider




The Bomb Disposal 

Is it just like picking a lock
With the slow deliberation of a funeral,
Hesitating through a darkened nave
Until you find the answer? 

Listening to the malevolent tick
Of its heart, can you read
The message of the threaded veins
Like print, its body’s chart? 

The city is a map of the city,
Its forbidden areas changing daily.
I find myself in a crowded taxi
Making deviations from the known route, 

Ending in a cul-de-sac
Where everyone breaks out suddenly
In whispers, noting the boarded windows,
The drawn blinds.

domingo, junio 18, 2023

Santiago Espel / De "Esto que a secas llamamos patria"



En este rizo está dicha la suerte de los mercados
 
 Salido de los humedales, se arremanga y dice lo que será. 
En el bucle de una oveja negra descubre el vaivén de la bolsa. 
Los silos pudren el grano y esperan el decomiso; acciones.
Los reseros pisan el empedrado. Bajan en las pulperías
y cambian moneda. Y a más, se atiborran de caña dulce.
El vidente consulta el hueco del nido del hornero: sudeste
mediante para la refrigeración. El hueco dice será esto y así.

 Salido de los humedales, se arremanga y levanta apuestas.
Sale ahora por la boca del subte, campante y de etiqueta.
No lo amilana la quema de neumáticos ni las balas de goma.
Mantiene un aire seguro y satisfecho; la suma del oráculo.

 Comprobados los sucesivos e imperdonables yerros del rizo
la oveja negra es sacrificada y entregada en postas al pueblo.

 Salido de la niebla, el vidente no concurre a las exequias.
Recto en la silla del caballo, se pierde lento en los humedales.

Santiago Espel (Buenos Aires, 1960) 

Esto que a secas llamamos patria
Ediciones La Carta de Oliver, 
Buenos Aires, 2023










Foto: Espel/La Carta de Oliver

sábado, junio 17, 2023

Dylan Thomas / Nuestros sueños de eunuco



I

Nuestros sueños de eunuco, sin frutos bajo la luz,
de luz y amor los vaivenes del corazón,
golpean las extremidades de sus niños,
y, amortajados en sus mantos y  sábanas,
preparan a las novias oscuras, las viudas de la noche
envueltas entre sus brazos. 

Las sombras de las chicas, todas acicaladas con sus sudarios,
cuando se va el sol son apartadas del gusano,
los huesos de los hombres, rotos en sus lechos,
arrancados de la tumba por poleas nocturnas.

II

En esta época nuestra el gánster y su novia
dos fantasmas unidimensionales, se aman en el celuloide,
ajenos a la verdad de nuestros ojos, 
y dicen sus nadas nocturnas mientras se agrandan;
cuando las cámaras se apagan corren a su agujero
en el jardín diurno.

Bailan entre sus luces y nuestra calavera,
imponiendo sus fotos, exhibiendo sus noches;
vemos el show de sombras que se besan o matan,
aderezados con celuloide mienten amor.

III

¿Cuál es el mundo? De nuestros dos sueños, ¿cuál
será el que despierte cuando el remedio y su escozor
levante esta tierra de ojos rojos?
Despacha a las formas del día y su rigidez,
a los alegres caballeros, a los galeses ricachones,
o empuja a la luz a quienes se proveen con la noche.

La foto está unida al ojo,
injerta en su novia la piel parcial de la verdad;
el sueño se tragó la fe del durmiente
esos hombres amortajados podrían regenerarse mientras vuelan.

IV

Este es el mundo; la engañosa semejanza de
nuestros pedazos que se hacen jirones cuando nos movemos
amando y siendo reacios;
el sueño que saca a los enterrados  de su bolsa
y honra sus despojos tanto como a los vivos.
Este es el mundo. Ten fe.

Porque seremos cantores como el gallo,
llamando a nuestros muertos; nuestras fotos se besarán
con la imagen de las placas;
y seremos camaradas dignos de por vida,
y el que permanezca florecerá mientras ellos se aman,
sean alabados nuestros corazones errantes.

Dylan Thomas (Swansea, Gales, 1914 – Nueva York, Estados Unidos, 1953), "18 poems, 1934", The Collected Poems of Dylan Thomas, 1934-1952, New Directions Publishing, New York, 1971
Versión © Silvia Camerotto



Our eunuch dreams 

I
Our eunuch dreams, all seedless in the light,
Of light and love the tempers of the heart,
Whack their boys' limbs,
And, winding-footed in their shawl and sheet,
Groom the dark brides, the widows of the night
Fold in their arms.

The shades of girls, all flavoured from their shrouds,
When sunlight goes are sundered from the worm,
The bones of men, the broken in their beds,
By midnight pulleys that unhouse the tomb.

II
In this our age the gunman and his moll
Two one-dimensional ghosts, love on a reel,
Strange to our solid eye,
And speak their midnight nothings as they swell;
When cameras shut they hurry to their hole
down in the yard of day.

They dance between their arclamps and our skull,
Impose their shots, showing the nights away;
We watch the show of shadows kiss or kill
Flavoured of celluloid give love the lie.

III
Which is the world? Of our two sleepings, which
Shall fall awake when cures and their itch
Raise up this red-eyed earth?
Pack off the shapes of daylight and their starch,
The sunny gentlemen, the Welshing rich,
Or drive the night-geared forth.

The photograph is married to the eye,
Grafts on its bride one-sided skins of truth;
The dream has sucked the sleeper of his faith
That shrouded men might marrow as they fly.

IV
This is the world; the lying likeness of
Our strips of stuff that tatter as we move
Loving and being loth;
The dream that kicks the buried from their sack
And lets their trash be honoured as the quick.
This is the world. Have faith.

For we shall be a shouter like the cock,
Blowing the old dead back; our shots shall smack
The image from the plates;
And we shall be fit fellows for a life,
And who remains shall flower as they love,
Praise to our faring hearts.
---
Foto: Dylan Thomas, 1953,  Rollie McKenna/The Guardian

viernes, junio 16, 2023

Gabriel Pantoja / De "327 vacas"



Composición
(Línea argumental)

Ese dedo dice: este es un dedo
que señala: hacia aquel hombre
pensando contra el
árbol
a metros de sí
en la vaca,
en la carnal mancha de la vaca metafísica,
en la carnal mancha que tiene
en el ojo
la vaca
metafísica.
Pero ese dedo que dice
no dice en verdad vaca sino ojo negro
de la real metafísica. La real
metafísica que lo tiene al hombre
además, así: mirado por la profunda
academia de la vaca. Lo tiene
al hombre contra el árbol, de tal modo
viendo el ombligo profundo que hace
crecer de raíz la negritud vacuna
de las cosas.
Es un atardecer de otoño.
Después ese dedo dice: ese
no es un dedo sino éste y no
dice necesariamente sino observa.
Está observando este dedo: la brisa
de los últimos días de marzo
golpear un rostro. Y es leve
el rostro
en esa brisa de marzo atardecida.
Ahora sí. Este dedo entonces
muestra: en el profundo atardecer
de otoño el árbol, el amplio pasto, la carnal negrura
de lo profundo, el minúsculo viento
formando un rostro que se borra, un rostro llevado
ahora por el dedo
profundo de la real negrura metafísica
a la mancha.
Es llevado hasta aquí,
donde apenas si sabe de la fuerza
que declina y quema
el pasto de las cosas,
el amplio pasto sobre cuyas láminas gastadas
dibuja la vaca metafísica su carnal
sombra
extendida.
Después dice:
ese hombre recostado
en el extenso pasto del otoño
muestra
ese decir que no llega a dedo ni a carne
ni
a
hueso,
ese dedo que no llega
sino a la real cadencia de la metafísica
cuando hace materia al caer contra el pasto,
cuando hace materia al caer, cuando hace
peso contra el amarillo quemado
de las cosas y del hombre,
ese dedo no
dice sino
hiere.
Entonces esta vaca que ha quebrado
digo esta (monu)mental vaca otoñal que ha
quebrado
más bien el dedo metafísico del hombre
ha apuntado una vez hasta mí
apunta ahora mismo hasta
que estoy a metros de todo esto
mirando el hilo continuo de su sed
que crece de mis órganos
como un levísimo viento que mueve las formas
de la mancha, un levísimo
viento ondulándose
sobre un espejo de agua.

---

Esta vaca cuando te mira se apodera de ti.
Este asno cuando a la vaca mira
se apodera de la vaca que
si mira se apodera
de ti. Busca
desde luego el asno. Tuércele
el cuello. Si te apoderas del círculo
de poder y vas por el asno
torciéndole el cuello, si
a tiempo vas
por el asno, un día no habrá
vacas, ni días ni poder;
solo tiempo
para mirar los pajaritos
arriba, en el atardecer
los pajaritos que están meta
piar y piar y piar
ahí, sobre el poderoso
cuello de los asnos. 

Gabriel Pantoja (Córdoba, Argentina, 1978)

327 vacas
,
Barnacle,
Buenos Aires, 2023










jueves, junio 15, 2023

Rodolfo Ortiz / Dos poemas




[donde un oscuro río pierde el nombre]*

la imagen del río es primero la imagen de los nombres del río
pero no bien atiendes a uno otros pasan sin ser nunca el mismo río.

* Endecasílabo de Borges (manuscrito) /
             Arquiano (Purg. V, 94-99)


[Mano falsa]

cada vez que dices una palabra
detrás se esconde otra imagen
detrás de la palabra pizza -dice 
gander- se esconden 
los tendones de una mano
machucada -entonces-
detrás de un árbol
los tubos de un viejo urinario
y detrás de la espalda
el futuro anterior de tu fosa.
Pero cada vez que pronuncias una palabra
recuerda -pedazo de carne
algo habrá caído a un costado
y no necesariamente tu lengua
sino detrás del todo áspero
que habá venido en carroña
de un más atras
todavía peor.

Rodolfo Ortiz (La Paz, Bolivia, 1969), Antología del Festival Internacional de Poesía Bolivia 2022, Plural Editores, La Paz, 2022


miércoles, junio 14, 2023

Seamus Heaney / El encargo



“¡Vamos! Hijo, rápido, corre
y dile a tu madre que trate
de encontrarme una burbuja para el nivel
y un nudo nuevo para esta corbata.” 

Pero sé que le dio alegría que me plantara,
delante de él con una sonrisa
que superaba la suya y su encargo tonto
esperando el siguiente paso en el juego.

Seamus Heaney (Bellaghy, cerca de Castledawson, Irlanda del Norte, 1939 - Dublín 2013), Spirit Level, Faber & Faber, Reino Unido, 1996
Traducción de Jorge Fondebrider


Foto: BBC

The Errand 

'On you go now! Run, son, like the devil
And tell your mother to try
To find me a bubble for the spirit level
And a new knot for this tie.’ 

But still he was glad, I know, when I stood my ground,
Putting it up to him
With a smile that trumped his smile and his fool’s errand,
Waiting for the next move in the game.

martes, junio 13, 2023

Mary Oliver / Algunas preguntas que deberías hacerte




¿Es el alma sólida, como el hierro?
¿O es tierna y quebradiza, como
las alas de una polilla en el pico de una lechuza?
¿Quién la tiene, y quién no?
No dejo de mirar en torno a mí.
El rostro del alce es tan triste
como el de Jesús.
El cisne abre las blancas alas lentamente.
En otoño el oso negro lleva hojas hacia la oscuridad.
Una pregunta conduce a otra.
¿Tiene esto forma? ¿Como un iceberg?
¿Como los ojos de un colibrí?
¿Tiene esto un solo pulmón, como la serpiente y la vieira?
¿Por qué iba a tenerla yo, y no el oso hormiguero
que ama a sus crías?
¿Por qué iba a tenerla yo, y no el camello?
Ahora que lo pienso, ¿y qué hay de los arces?
¿Qué hay del lirio azul?
¿Qué hay de todas las piedritas, solas a la luz de la luna?
¿Qué hay de las rosas, y de los limones y sus brillantes hojas?
¿Qué hay de la hierba?

Mary Oliver (Maple Heights, Estados Unidos, 1935-Hobe Sound, Estados Unidos, 2019), House of Light, Beacon Press, Boston, 1990
Versión de Jonio González


Foto: Mary Oliver, Long Beach, California, Estados Unidos, 2010 Frederick Brown/Getty Images


SOME QUESTIONS YOU MIGHT ASK

Is the soul solid, like iron? 
Or is it tender and breakable, like 
the wings of a moth in the beak of the owl? 
Who has it, and who doesn’t? 
I keep looking around me. 
The face of the moose is as sad 
as the face of Jesus. 
The swan opens her white wings slowly. 
In the fall, the black bear carries leaves into the darkness. 
One question leads to another. 
Does it have a shape? Like an iceberg? 
Like the eye of a hummingbird? 
Does it have one lung, like the snake and the scallop? 
Why should I have it, and not the anteater 
who loves her children? 
Why should I have it, and not the camel? 
Come to think of it, what about the maple trees? 
What about the blue iris? 
What about all the little stones, sitting alone in the moonlight? 
What about roses, and lemons, and their shining leaves? 
What about the grass?

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Foto: Mary Oliver, Long Beach, California, Estados Unidos, 2010 Frederick Brown/Getty Images

lunes, junio 12, 2023

Raquel Jaduszliwer / De "Todos los lugares se llamaban promesa"



Una palabra que valga por la cosa
no la hay, no la hay.
Observa ahora mejor
esas edificaciones que bajan hacia adentro:
erguidas como lámparas inversas
se hunden en la tierra,
difunden esa aureola a lo largo y lo ancho
de todo su profundo alrededor.

Así es cómo se abre
el lugar extranjero donde ya no se habla,
donde sólo se yace.

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¿Hubo alguien ahí? ¿alguien en esa silla
que no encuentra manera
de encarar por sí sola una conversación?
Su madera es de barco, resto de navegaciones
surgidas de otros puertos, mar afuera. 
Ha dejado la escena, ha tomado otra forma.
Mástil. Timón. O en su defecto
rueda.
Atrás queda perdida
la precaria estabilidad de lo visible.


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No. El Predicador no es claro. Lo que niega
lo afirma.
Aquél círculo mágico del fuego protector,
aquello sí que era certero.
Lo inmediato reinaba. No había decepciones,
la llama era la única verdad, 
la verdad revelada en el terror nocturno.
Y todo era presencia -el terror es pletórico.
No había esperanza ni desesperanza,
nada estaba roto todavía.

Raquel Jaduszliwer (San Fernando, Argentina, 1946)

Todos los lugares se llamaban promesa
,
Ediciones Ruinas Circulares,
Buenos Aires, 2023











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Foto: Lexia

domingo, junio 11, 2023

Raúl González Tuñón / De "La calle del agujero en la media", 3



La trastienda

¿Va en la carreta Scaramouche?
¿Y mi amigo François Villon?
Piéd Blanc aguarda en el recodo
con el puñal de su rencor.

Oh, la taberna, el vaso tosco,
la mesa dura, el piso fuerte.
Los velones han encendido
y en la ventana está la muerte.

A la trastienda llegó ya
toda cubierta la duquesa;
golpeó tres veces en la mesa
y yo soy quien responderá.

Sobre el tonel que está vacío
he de subir, mis camaradas.
Soy el poeta, estoy contento
y la duquesa está borracha.

Pero me iré porque el camino
no tardará en reconocerme.
Los velones han encendido
y en la ventana está la muerte.

Raúl González Tuñón (Buenos Aires, Argentina, 1905-1974), "Tres poemas de algún país", La calle del agujero en la media [1930], Centro Editor de América Latina, Buenos Aires, 1981
Envío de Jonio González

Foto: "Mural orillero de González Tuñón en una calle de Constitución" [Buenos Aires], Libros Inútiles

sábado, junio 10, 2023

Antonio Deltoro / Dos poemas




Zopilote

Descubrí que eran el mismo
el doctor de los signos silenciosos,
sereno, resistente, infatigable,
sosegado maestro de los giros,

y el retórico, histérico, rijoso,
pequeño saltarín endemoniado,
danzante en la carroña
con sus patas y pico:

los dos zopiloteando;
pendientes de las vísceras,
de lo muerto o lo herido.

Pero en lo alto del calor,
en Cuernavaca,
encima de la barranca y la alberca,
planeaba, para mí, sólo el artista.


Lección de astronomía

En el ocaso el sol al sesgo
deja que los ojos lo miren,

a su caída,
los ojos llevan a los oídos,
a lo obscuro.

A la luz del día
el sol despliega ante los ojos
multitudes,
pero los quema
si intentan sostenerle la mirada.

Al sol hay muchos detalles,
en la noche, los detalles son fieras.

De noche el silencio es felino...

Después, a pleno día,
la música de las esferas:
el ronroneo del gato
como un metrónomo
de mosquitos y abejas.

Antonio Deltoro (Ciudad de México, 1947-2023), Los árboles que poblarán el Ártico, Ediciones Era-Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Ciudad de México, 2012


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