sábado, enero 08, 2011

Russell Edson / Tres poemas


Otoño

Érase un hombre que encontró dos hojas y entró en la casa sosteniéndolas con los brazos extendidos y dijo a sus padres que era un árbol.
Ante esto ellos dijeron entonces ve al jardín y no crezcas en la sala o tus raíces arruinarán la alfombra.
Él dijo estoy bromeando no soy un árbol y dejó caer las hojas.
Pero sus padres dijeron mira es otoño.


Autopsia

En un cuarto trasero un hombre realiza la autopsia de un viejo impermeable.
Su mujer aparece en el vano de la puerta con una lámpara y pregunta ¿cómo va eso?
Aún falta, aún falta, todavía voy por el forro, murmura él con impaciencia.
Sólo quiero saber si has encontrado algún coágulo de sangre.
¿Un coágulo de sangre?
Para mi collar.


Los filósofos

Pienso, luego existo, dijo un hombre, y de inmediato su madre le dio un golpe en la cabeza diciendo le doy un golpe en la cabeza a mi hijo, luego existo.
No, no, lo entiendes todo mal, gritó el hombre.
Entonces ella le dio otro golpe en la cabeza y gritó luego existo.
No es así, no es así; se supone que tienes que pensar, no dar golpes en la cabeza, gritó el hombre.

… Pienso, luego existo, dijo el hombre.
Doy golpes en la cabeza, luego ambos existimos, el que los recibe y el que los da, dijo la madre del hombre.
Sin embargo, llegados a este punto el hombre había dejado de existir; inconsciente, ya no podía pensar. Pero su madre sí podía. Entonces pensó, luego existo, y luego soy mi hijo inconsciente, aunque él no lo sepa.

Russell Edson (Connecticut, Estados Unidos, 1935-2014)
Versiones de Jonio González para este blog


The fall

There was a man who found two leaves and came indoors holding them out saying to his parents
that he was a tree.
To which they said then go into the yard and do not grow in the living room as your roots may
ruin the carpet.
He said I was fooling I am not a tree and he dropped his leaves.
But his parents said look it is fall.


The Autopsy


In a back room a man is performing an autopsy on an old raincoat.
His wife appears in the doorway with a candle and asks, how does it go?
Not now, not now, I'm just getting to the lining, he murmurs with impatience.
I just wanted to know if you found any blood clots?
Blood clots?
For my necklace.


The Philosophers

I think, therefore I am, said a man whose mother quickly hit him on the head, saying, I hit my son on the head, therefore I am.
No no, you've got it all wrong, cried the man.
So she hit him on the head again and cried, therefore I am.
You're not, not that way; you're supposed to think, not hit,cried the man.

... I think, therefore I am, said the man.
I hit, therefore we both are, the hitter and the one who gets hit, said the man's mother.
But at this point the man had ceased to be; unconscious he could not think. But his mother could. So she thought, I am, and so is my unconscious son, even if he doesn't know it.

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Ilustración: Still Life with Liz, Tom Wesselmann

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