miércoles, diciembre 31, 2008

Feliz Año Nuevo

Edgar Bayley / De "El día"


Vacaciones

ir por esta calle o Por
la otra lo mismo da A tus
años Llevan claveles bocas
no hay clases hasta el lunes
llevan hojas un partidazo y
campanas cuando Hay sol no
puedo olvidarme ese día
Amanece domingo voy
por esta calle o por la otra
Años de sol nuevo
noche mendicante

Edgar Bayley (Buenos Aires, 1919-1990), Obra poética, "El día" (1960-1963), Ediciones Corregidor, Buenos Aires, 1976

Foto: Francisco Madariaga, Edgar Bayley, Oscar Portela, en Triplov

martes, diciembre 30, 2008

Asombrado me tiene...



A una moza muy hablativa

Asombrado me tiene, Pancha mía,
Tu charlar eterno y portentoso,
Ese habladero cruel, tan afanoso
Que toca en los extremos de manía.

Hablas, mi Pancha, hablas noche y día,
Ora agitada estés, ora en reposo;
Así tu labio nunca está mohoso,
Y tu lengua jamás con perlesía.

¡Prodigioso charlar! Si la escultura
El busto de un locuaz hacer quisiera
¿Qué original mejor que tu figura?

Entonces, con asombro el mundo viera
Que hasta el sólido mármol, ¡cosa rara!
Por ser tu copia, sin cesar charlara.

Fray Cayetano Rodríguez (San Pedro, 1761-Buenos Aires, 1823), Primera poesía argentina, 1600-1850. Investigación, selección y notas: Javier Cófreces. Ediciones en Danza, 2006

lunes, diciembre 29, 2008

Fabián Casas / El Renaciente: Bar-Parrilla


El Renaciente: Bar-Parrilla

Qué harías vos, Seurat,
con esa luz que golpea en las mesas, 
con estos días en que el malestar
no está en el cuerpo ni en la mente
sino en un cruce desolado
que va hacia nuestra casa de la infancia.
El galgo ladró toda la noche
y una ráfaga de calor
le inyectó vida al letargo del insecto.
Pero ahora el bar está repleto
de hombres notables
que hurgan en su boca con el escarbadientes
y se mueven, tranquilos,
entre el humo del tabaco y el olor del estofado.
En la vereda del sol,
los taxistas duermen con un pie fuera de sus coches
y tiene las persianas bajas
el almacén del señor Scardanelli.

Fabián Casas (Buenos Aires, 1965), Oda, editorial Mansalva, Buenos Aires, 2008 

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Foto: Casas, en Hablando del asunto 

domingo, diciembre 28, 2008

Pier Paolo Pasolini / Fragmento epistolar...


Fragmento epistolar:
al muchacho Codignola

Querido muchacho, sí, claro, encontrémonos,
pero no esperes nada de este encuentro.
Si acaso, una nueva desilusión, un nuevo
vacío: de aquellos que hacen bien
a la dignidad narcisista, como un dolor.
A los cuarenta años yo estoy como a los diecisiete.
Frustrados, el de cuarenta y el de diecisiete
pueden, claro, encontrarse, balbuceando
ideas convergentes, sobre problemas
entre los que se abren dos décadas, toda una vida,
y que, sin embargo, aparentemente son los mismos.
Hasta que una palabra, salida de las gargantas inseguras,
aridecida de llanto y deseo de estar solos,
revela su irremediable diferencia.
Y, además, tendré que hacer de poeta
padre, y entonces me replegaré sobre la ironía,
que te incomodará: al ser el de cuarenta
más alegre y joven que el de diecisiete,
él, ya dueño de la vida.
Más allá de esta apariencia, de este aspecto,
no tengo nada que decirte.
Soy avaro, lo poco que poseo
me lo guardo apretado en el corazón diabólico.
Y los dos palmos de piel entre pómulo y mentón,
bajo la boca torcida a furia de sonrisas
de timidez, y los ojos que han perdido
su dulzura, como un higo agrio,
te parecerían el retrato
precisamente de esa madurez que te hace daño,
madurez no fraterna. ¿De qué puede servirte
un coetáneo, simplemente entristecido
en la delgadez que le devora la carne?
Cuanto ha dado ya lo ha dado, el resto
es árida piedad. 


Pier Paolo Pasolini (Bolonia, 1922- Ostia, 1975), De Poesía en forma de rosa , 1964
Versión de Carlos Vitale 

Frammento epistolare:
al ragazzo Codignola  

Caro ragazzo, sì, certo, incontriamoci,/ma non aspettarti nulla da questo incontro./Se mai, una nuova delusione, un nuovo /vuoto: di quelli che fanno bene /alla dignità narcissica, come un dolore./A quarant'anni io sono come a diciassette./Frustrati, il quarantenne e il diciassettenne /si possono, certo, incontrare, balbettando /idee convergenti, su problemi /tra cui si aprono due decenni, un'intera vita,/e che pure apparentemente sono gli stessi./ Finché una parola, uscita dalle gole incerte,/inaridita di pianto e voglia d'esser soli / ne rivela l'immedicabile disparità./E, insieme, dovrò pure fare il poeta/padre, e allora ripiegherò sull'ironia/ — che t'imbarazzerà: essendo il quarantenne/ più allegro e giovane del diciassettenne,/lui, ormai padrone della vita./Oltre a questa apparenza, a questa parvenza,/non ho niente altro da dirti./Sono avaro, quel poco che possiedo /me lo tengo stretto al cuore diabolico./E i due palmi di pelle tra zigomo e mento, /sotto la bocca distorta a furia di sorrisi/ di timidezza, e l'occhio che ha perso /il suo dolce, come un fico inacidito,/ti apparirebbero il ritratto/ proprio di quella maturità che ti fa male, /maturità non fraterna. A che può servirti/ un coetaneo — semplicemente intristito/nella magrezza che gli divora la carne?/Ciò ch'egli ha dato ha dato, il resto/ è arida pietà.

(Da Poesia in forma di rosa, 1964)


Foto: BFI

sábado, diciembre 27, 2008

Arthur Rimbaud / Oración de la tarde



Vivo sentado como un ángel en manos de un barbero,
empuñando un chop de gruesas caladuras,
el hipogastrio y el cuello arqueados, una Gambier
entre los dientes, en el aire henchido de impalpables velámenes.

Como los excrementos cálidos de un viejo palomar,
mil sueños dejan en mí dulces quemaduras,
por momentos mi corazón es triste como un alburno
que sangra sobre el sombrío oro joven de los colores.

Después, cuando he tragado mis sueños uno a uno,
habiéndome tomado treinta o cuarenta chops, doy media vuelta
y me retiro para hacer las acres necesidades:

dulce como el señor del cedro y los hisopos,
muy alto y lejos meo, hacia los cielos brunos,
con la aprobación de los grandes heliotropos.

Arthur Rimbaud (Charleville, 1854-Marsella, 1891), Le Bateau Ivre, dossier Paul Verlaine, 1871-72
Versión de J. Aulicino

Oraison du soir
Je vis assis, tel qu'un ange aux mains d'un barbier,/ Empoignant une chope à fortes cannelures, / L'hypogastre et col cambrés, une Gambier /Aux dents, sous l'air gonflé d'impalpables voilures.// Tels que les excréments chauds d'un vieux colombier,/ Mille Rêves en moi font de douces brûlures:/ Puis par instants mon coeur triste est comme un aubier /Qu'ensanglante l'or jeune et sombre des coulures.//Puis, quand j'ai ravalé mes rêves avec soin,/ Je me tourne, ayant bu trente ou quarante chopes, /Et me recueille, pour lâcher l'âcre besoin:// Doux comme le Seigneur du cèdre et des hysopes,/ Je pisse vers les cieux bruns, très haut et très loin,/ Avec l'assentiment des grands héliotropes.
en torno a 1871

en Arthur Rimbaud, le Poète

Ilustración: Rimbaud, dibujo de Paul Verlaine, en Arthur Rimbaud, le Poète /Iconografía

viernes, diciembre 26, 2008

Sergio Bizzio / Arte de mí


Me levanto en la cara más visible del día, la noche.
Salgo. Paso la mano por el pasto que plantamos la semana
pasada mi hijo y yo y vuelvo a entrar.

"Estrellas, un evento masivo
para que el desolado adquiera más importancia que al aire".
(¿Yo escribí eso? No, fui yo.)

Con un libro cualquiera apoyado como una carpa
en mi rodilla, se hacen las tres de la mañana, las cuatro,
de nuevo las tres...
¿Y si vuelvo a salir?
Todo lo que es débil en este momento alza la vista, me mira.
Todo lo que es débil en este momento
siente la obligación de atacar.

Aleteos, picoteos en las ramas, en el suelo...

Sergio Bizzio (Villa Ramallo, Argentina, 1956), Te desafío a correr como un idiota por el jardín, editorial Mansalva, Buenos Aires, 2008

jueves, diciembre 25, 2008

W. H. Auden / Bruselas en invierno




Vagando por las calles frías,
retorcidas como manojo de viejas cuerdas,
llegas a fuentes silentes en la escarcha,
la ciudad todavía se te escapa; perdió
la cualidad de decir "Soy un cosa".
Solo los sin techo y los humillados realmente
parecen estar seguros de dónde están exactamente,
y en su miseria todos están unidos;
el invierno los contiene como la Ópera.
Tejados de departamentos ricos se alzan esta noche
con aisladas ventanas que brillan como granjas:
una frase se va llenando de sentido como un coche,
una mirada contiene la historia del hombre,
y cincuenta francos darán derecho al extranjero
a entibiar en sus brazos la ciudad sin alma.

W. H. Auden (York, 1907-Viena, 1973)
Versión J. A.  

Brussels in winter
Wandering the cold streets tangled like old string,/ Coming on fountains silent in the frost, / The city still escapes you, it has lost/ The qualities that say “I am a Thing.”/ Only the homeless and the really humbled / Seem to be sure exactly where they are, /And in their misery are all assembled; /The winter holds them like the Opera. / Ridges of rich apartments rise tonight / Where isolated windows glow like farms: /A phrase goes packed with meaning like a van, / A look contains the history of man, /And fifty francs will earn the stranger rigth / To warm the heartless city in his arms.
spoon self-analysis
---
Foto: Auden en St. Mark's Place, Nueva York, 1960, por Richard Avedon. National Portrait Gallery, Londres

miércoles, diciembre 24, 2008

James Joyce / Ecce puer














Ecce puer


Del oscuro pasado
un niño nació;
con alegría y pena
se abrió mi corazón.

Tranquila en su cuna
se encuentra la vida.
¡Amor y piedad
abran sus ojos!

La vida joven respira
en el cristal;
el mundo que no era
viene para pasar.

El niño está durmiendo;
el viejo se marchó.
¡Oh padre abandonado,
perdona a tu hijo!

[1932]

James Joyce (Dublin, 1882-Zurich, 1941), Collected Poems, 1936
Versión de J. Aulicino


Ecce Puer

Of the dark past
A child is born;
With joy and grief
My heart is torn.

Calm in his cradle
The living lies.
May love and mercy
Unclose his eyes!

Young life is breathed
On the glass;
The world that was not
Comes to pass.

A child is sleeping:
An old man gone.
O, father forsaken,
Forgive your son!


The New Yorker, 5 de abril de 1947
Poets Org.

lunes, diciembre 22, 2008

Edmond Jabès / La eternidad de las piedras


















«Aprendí que, emprenda lo que emprenda,
nunca haré otra cosa que perseverar
».
Roger Caillois, Aproximaciones a lo imaginario

La piedra es, quizás, la menos elocuente, pero seguramente, la más identificable de las formas de la eternidad.
Sobre ella se elevan nuestros edificios, estallan nuestras tormentas.

Cuando la piedra se hace transparente o, más bien, cuando la transparencia se hace piedra, todos los sueños de la tierra se dan a leer.

La eternidad juega con la eternidad, en la limpidez de sus grandes espejos inmóviles.

… cercas inclinadas.

¿Y si la tormenta estuviera también en el cristal?

Le livre des marges (1975)

Edmond Jabès (El Cairo, 1912- París, 1991), Poesía francesa contemporánea, 1940-1997. Selección, traducción, prólogo y notas, Jorge Fondebrider. Libros de Tierra Firme, Buenos Aires, 1997


L’e eternite des pierres

«J’ai appris que, quoi que j’entrepenne, je ne ferai jamais que persévérrer». Roger Caillois, Approches de l’imaginaire.

La pierre est, sans doute, la moins êloquente, mais certainement la plus identifiable des formes de l’eternité./ Sur elle, s’êlêvent nos édifices, éclatent nos orages. // Quand la pierre se fait transparente ou, plutòt, quande la transparence se fait pierre, tous le réves de la terre se donnent á lire.// L’éternité joue avec l’éternité, dans la limpidité de ses grands miroirs inmobiles.// … rampantes clótures. // Et si l’orange était aussi dans le cristal?
---
Foto: Jabés, por Bernard Carrère, en Electronic Poetry Center

domingo, diciembre 21, 2008

Cual docto observador infatigable


Muerte de Plinio el naturalista *

Cual docto observador infatigable,
El denso velo descorrer procura
Que las causas esconde de natura,
Y la hace en sus arcanos insondable.

¿Mas, qué se ha de ocultar a la admirable
Penetración de Plinio? Cosa oscura
No halla él; todo lo traza con pintura
Verdadera, sencilla, inimitable.

Pero ¡ay! Que sin piedad naturaleza
Castiga de su intérprete la audacia,
Que descubre y revela su grandeza;

Pues cuando del incendio el sabio quiere
Observar el fenómeno (¡oh desgracia!)
¡La llama le sofoca y Plinio muere!


El termómetro y el hombre

Como entrasen tertulios, más de ciento,
De un rico al aposento,
donde encienden cigarros, chimenea,
Y cada vela que arde es una tea,
El termómetro allí, por consiguiente,
Subió mucho. Pues de esto un concurrente
Combustión en la atmósfera concluye
Que va a sobrevenir, se asusta y huye
Sin pensar que tan súbita ocurrencia
De la misma reunión es consecuencia.

¿Por qué, a causas sencillas y triviales,
No atribuimos las cosas?
¿Para qué recurrir a portentosas
Y sobrenaturales?
Lo que es somero y llano en el abismo
Nos gusta contemplar, para que asombre.
¡Así forja un coco siempre el hombre!
¿Pero, el coco quién es...? El hombre mismo.

Gabriel Alejandro Real de Azua (Buenos Aires, 1803-?), Primera poesía argentina 1600-1850. Investigación, selección y notas: Javier Cófreces. Ediciones en Danza, Buenos Aires, 2006

* Cayo Plinio Segundo, llamado Plinio el Viejo (Como, 23-Pompeya, 79). Escritor. Comandante de caballería en la Germania, procurador en la Galia y en Hispania. Prefecto de la flota romana. Escribió una historia de las guerras germánicas, una historia general, un tratado de retórica y una monumental historia natural en 37 libros. Murió en Pompeya, a donde acudió a examinar de cerca la catastrófica erupción del Vesubio.

Ilustración: Baco junto al Vesubio, fresco de la Casa del Centenario de Pompeya, conservado en el Museo Arqueológico Nacional de Nápoles.

sábado, diciembre 20, 2008

Eugenio Montale / No hay peligro


No hay peligro

El filósofo interdisciplinario
es el que ama se vautrer
(quiere decir despatarrarse) en el más fétido
basural consumista. Y lo peor es
que lo hace con suprema voluptuosidad
y obviamente en lo alto de un cátedra
antes despreciada.

Jamás se había visto
que un náufrago incapaz de nadar
delirase de alegría mientras la nave
se iba a pique. Pero no hay peligro
para los hombres neumáticos y él lo sabe.

Eugenio Montale (Génova,1896-Milán,1981), Quaderno di quattro anni, Mondadori, Milán, 1977
Versión de J. Aulicino


Senza pericolo
Il filosofo interdisciplinare /è quel tale che ama se vautrer / (vuol dire stravaccarsi) nel più fetido / lerciume consumistico. E il peggio è / che lo fa con suprema voluttà / e ovviamente dall’alto di una cattedra / già da lui disprezzata.  // Non s’era visto mai / che un naufrago incapace di nuotare / delirasse di gioia mentre la nave / colava a picco. Ma non c’è pericolo / per gli uomini pneumatici e lui lo sa.

---
Foto en Polpo Mario

jueves, diciembre 18, 2008

Edgar Allan Poe / Elizabeth


Elizabeth, a pesar de Zenón y de otros sabios,
sin duda corresponde
-la lógica y el hábito lo ordenan-
que en tu libro se escriba primero tu nombre;
y yo tengo otras razones para hacerlo,
al margen de mi gusto por la contradicción.
El poeta -si es poeta- que explora las alcobas
de la Ficción o la Realidad en busca de las musas,
ha estudiado muy poco su parte, no leyó nada,
ha escrito menos, en suma, es un tonto
carente de alma, de juicio y de arte,
cuando ignora una regla elemental,
empleada incluso en las tesis de la escuela,
llamada -olvidé la palabra griega-
llamada como sea, el sentido es el mismo:
"Siempre escribe primero las cosas
en lo más alto del corazón".

Edgar Allan Poe (Boston,1809-Baltimore, 1849), Poesías completas, Editorial Claridad, Buenos Aires, 2005
Versión de Gerardo Gambolini

Elizabeth
Elizabeth, it surely is most fit / [Logic and common usage so commanding] / In thy own book that first thy name be writ, / Zeno and other sages notwithstanding; / And I have other reasons for so doing / Besides my innate love of contradiction; / Each poet - if a poet - in pursuing / The muses thro' their bowers of Truth or Fiction, / Has studied very little of his part, / Read nothing, written less - in short's a fool / Endued with neither soul, nor sense, nor art, / Being ignorant of one important rule, / Employed in even the theses of the school- / Called - I forget the heathenish Greek name / [Called anything, its meaning is the same] / "Always write first things uppermost in the heart."

Poetry Lovers Page

---
Ilustración: Poe, daguerrotipo, probablemente realizado por el estudio Manchester, Masury y Hartshorn en Providence, hacia 1848. The Library of Congress, USA

miércoles, diciembre 17, 2008

Hasta hace diez minutos...


El rock se ha muerto


Hasta hace diez minutos, cuando abriste la ventana sin mirar
por no sé qué urgencia intempestiva,
allí, sobre el alféizar, había una botella.
Los restos, en el piso, hacen del vidrio apenas un despojo,
recuerdo miserable de lo que fue una forma. A cierta edad
odiamos que las formas se transformen en basura.

Jorge Fondebrider (Buenos Aires, 1956), inédito

De Fondebrider en este blog: Monocorde

martes, diciembre 16, 2008

Arthur Rimbaud / Las Vocales




















A negra, E blanca, I roja, U verde, O azul: vocales,
yo diré algún día su nacimiento latente;
A, negro corsé velludo de moscas relucientes
que se agitan en torno de porquerías crueles,

golfos de sombra; E, candores de vapores y de tiendas,
lanzas de glaciares fieros, reyes blancos, temblor de sombrillas;
I, púrpura, sangre escupida, reír de labios bellos
en la cólera o las borracheras penitentes;

U, ciclos, vibraciones divinas de mares víridos*,
paz de campo sembrado de animales, paz de arrugas
que la alquimia imprimió en grandes frentes estudiosas;

O, supremo clarín pleno de estridencias extrañas,
silencio atravesado de Mundos y de Ángeles:
- O, la Omega, ¡el reflejo violeta de Sus ojos!

Arthur Rimbaud (Charleville, 1854- Marsella, 1891), Le Bateau Ivre, dossier Paul Verlaine, 1871-72
Versión de J. Aulicino

* Virides en el original: latinismo por verdes o verdosos.

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Nota en la web Arthur Rimbaud, le Poète sobre el original de este poema:

Hay dos versiones manuscritas sin fecha:
- la primera, titulada Les Voyelles , es el texto del "Archivo Verlaine de 1871-principios de 1872", es una copia de puño y letra de Verlaine.
- la segunda, autógrafa, perteneció a Émile Blémont. Es muy probable que sea posterior: "Las variantes de los manuscritos autógrafos de Vowels y Oraison du soir parecen probar que son textos posteriores" (SM-IV, 89).
Los editores eligen la versión autógrafa en lugar de la copia realizada por Verlaine [La que sigue es la copia realizada por Verlaine] 


Les Voyelles

A, noir ; E, blanc ; I, rouge ; U vert ; O, bleu : voyelles,
Je dirai quelque jour vos naissances latentes.
A, noir corset velu des mouches éclatantes
Qui bombinent autour des puanteurs cruelles,
 
Golfes d'ombre. E, frissons des vapeurs et des tentes,
Lances de glaçons fiers, rais blancs, frissons d'ombelles !
I, pourpre, sang craché, rire des lèvres belles
Dans la colère ou les ivresses pénitentes,
 
U, cycles, vibrements divins des mers virides ;
Paix des pâtis semés d'animaux ; paix des rides
Qu'imprima l'alchimie aux doux fronts studieux.
 
O, suprême clairon plein de strideurs étranges,
Silences traversés des Mondes et des Anges...
- O l'Oméga, rayon violet de ses yeux !


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Ver Rimbaud y la sinestesia, por José Mañoso, donde se sostiene que el poema no fue concebido en estado de delirio inducido por drogas, aunque Rimbaud consumió alucinógenos

En este blog: Adiós de Una temporada en el infierno, por Oliverio Girondo y Enrique Molina

Foto: Rimbaud por Étienne Carjat, 1872

lunes, diciembre 15, 2008

Ezra Pound / N. Y.

¡Mi ciudad, mi amada, mi blanca! ¡Ah esbelta,
escucha! Escúchame y yo infundiré en ti un alma.
¡Delicadamente sobre la flauta, atiéndeme!

Ahora sé que estoy loco.
Pues aquí hay un millón de personas ásperas por el tráfico;
no es doncella
ni podría yo tañirla sobre alguna flauta, si tuviera.


Mi ciudad, mi amada,
eres una doncella sin pechos,
eres esbelta como una flauta de plata.
¡Escúchame, atiéndeme!
y yo infundiré en ti un alma
y vivirás para siempre.

Ezra Pound (Hailey, 1885- Venecia, 1972)
Versión: J. Aulicino

N.Y.
My City, my beloved, my white! Ah, slender,/ Listen! Listen to me, and I will breathe into thee a soul./ Delicately upon the reed, attend me!// Now do I know that I am mad,/ For here are a million people surly with traffic; / This is no maid. /Neither could I play upon any reed if I had one.// My City, my beloved,/ Thou art a maid with no breasts, / Thou art slender as a silver reed./ Listen to me, attend me! /And I will breathe into thee a soul,/ And thou shalt live for ever.

Poems & Translations, "Ripostes (1912)", The Library of America, New York, 2003
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Ilustración: Joaquín Torres García (Montevideo, 1874-1949), boceto en New York (1921), Museo Torres García y Casa Editorial Hum, Montevideo, 2007

Gustavo Valle / Toda ciudad es invisible


Tokio no existe, Bruselas no existe
Cartago, sin embargo, se robustece en sus ruinas
Madrid es una mancha fugaz en la meseta
México adquiere la forma del humo
Johannesburgo viaja junto a las aves migratorias
Moscú se convirtió en una nueva estalactita
Babella, sin embargo, esta en boca de todos
La Meca se encuentra lejos, siempre lejos
Miami fue arrastrada por el viento huracanado
Bogotá se quemó en los hornos del alfarero
Venecia ha naufragado, Amsterdam ha naufragado
Tiahuanaco, sin embargo, está por construirse
Nueva York sobrevive en los aeropuertos
París se extravió bajo el arco del triunfo
Londres sucumbió a la muerte de Mr. Hyde
Buenos Aires es la nostalgia de Buenos Aires
Lisboa es la saudade de Lisboa
El Dorado, sin embargo, está a la vuelta de la esquina
Y Troya ha salido de la Turquía de Herodoto
Para llevar sus murallas al norte de Tijuana o al peñón de Gibraltar

Gustavo Valle (Caracas, 1967), de Ciudad imaginaria, 2006, en Ciudades Circulares N° 5, Valdivia, Chile
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Foto: Página de Gustavo Valle

domingo, diciembre 14, 2008

Ezra Pound / El estudio en Estética
















Chicos muy chicos de ropa remendada,
en un golpe de inusual sabiduría,
detuvieron sus juegos al paso de ella
y gritaron desde los adoquines:
Guarda! Ahi, guarda!  ch´è be'a!*
Pero tres años después
escuché al joven Dante, cuyo apellido ignoro,
porque hay allí, en Sirmione, veintiocho Dantes y
treinta y cuatro Catulos;
y habían sacado una gran redada de sardinas,
y sus mayores
las estaban guardando en grandes cajas de madera
para venderlas en Brescia, y él
saltaba alrededor, metiendo mano en el brillante pescado
y agarrándolo de cualquier forma;
inútilmente le decían sta fermo!**
y como no le dejaron acomodar
el pescado en las cajas,
él acariciaba a los que estaban embalados,
murmurando para su satisfacción
idéntica frase:
Ch' è be'a
Y me sentí ligeramente desubicado.

Ezra Pound (Hailey, 1885- Venecia, 1972)
Versión: J. Aulicino

* ¡Mira! ¡Ay, mira! ¡Qué bella!
** Quédate quieto

The study en Aesthetics
The very small children in patched clothing,/ Being smitten with an unusual wisdom,/ Stopped in their play as she passed them/ And cried up from their cobbles:/ Guarda! Ahi, guarda! ch'è be'a! //But three years after this /I heard the young Dante, whose last name I do not know —/ For there are, in Sirmione, twenty-eight young Dantes and thirty-four Catulli; /And there had been a great catch of sardines,/ And his elders /Were packing them in the great wooden boxes/ For the market in Brescia, and he /Leapt about, snatching at the bright fish/ And getting in both of their ways;/ And in vain they commanded him to sta fermo!/ And when they would not let him arrange/ The fish in the boxes,/ He stroked those which were already arranged,/ Murmuring for his own satisfaction/ This identical phrase:/ Ch'è be'a. / And at this I was mildly abashed.

Poems & Translations, "Lustra (1916-1917)", The Library of America, New York, 2003
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sábado, diciembre 13, 2008

Un revuelo naranja en el poniente


Variaciones de la luz

Un revuelo naranja en el poniente
en lucha libre contra el violeta
donde se hace de repente un claro
verde como aquel rayo purísimo
perseguido en la juventud
y al fondo el coro de gallinetas
y un silencio al frente que corta
el tajo de la luna con más silencio
y plata y noche hasta que sólo
quedan las luces de tu casa
a veces como mágicas naranjas
dulces y en la soledad amargas

Diana Bellessi (Zavalla, 1946), Variaciones de la luz, Ediciones Bajo la Luna /Poesía en Obra, Buenos Aires, 2006

Foto: Diana Bellessi, por Niní Bernardello en Safo Piensa

viernes, diciembre 12, 2008

Arthur Rimbaud / Adiós




























Adiós

¡El otoño ya! - Pero por qué añorar un sol eterno, cuando estamos empeñados en descubrir la claridad divina - lejos de las gentes que mueren en las estaciones.
El otoño. Nuestra barca en lo alto de las brumas inmóviles vira hacia el puerto de la miseria, la ciudad enorme de cielo manchado de fuego y lodo. ¡Ah!, los harapos podridos, el pan empapado en lluvia, la embriaguez, los mil amores que me han crucificado! ¿No acabará nunca esta vampira, soberana de millones de almas y de cuerpos muertos y que serán juzgados? Vuelvo a verme, la piel devorada por el fango y la peste, lleno de gusanos los cabellos y las axilas y con gusanos aun mayores en el corazón, tendido entre desconocidos sin edad, sin sentimiento... Hubiera podido morir allí... ¡Horrible evocación! Execro la miseria.
¡Y temo al invierno por ser la estación del confort!
-A veces veo en el cielo playas sin fin cubiertas de blancas naciones jubilosas. Por encima de mí, un enorme navío de oro agita sus pabellones multicolores en la brisa de la mañana. He creado todas las fiestas, todos los triunfos, todos los dramas. He tratado de inventar nuevas flores, nuevos astros, nuevas carnes, nuevos idiomas. Creí adquirir poderes sobrenaturales. ¡Y bien! ¡Debo enterrar mi imaginación y mis recuerdos! ¡Bella gloria de artista y de narrador perdida!
¡Yo! ¡Yo que me consideré ángel o mago, dispensado de toda moral, soy restituido a la tierra con un deber que hay que buscar, y una rugosa realidad que es necesario estrechar! ¡Patán!
¿Me engaño? ¿La caridad sería, para mí, hermana de la muerte?
En fin, pediré perdón por haberme nutrido de falsedad. ¡Y adelante!
¡Pero ni una mano amiga! ¿Y adónde pedir socorro?

***

Si, la nueva hora al menos es muy severa.
Porque puedo decir que alcancé la victoria: el rechinar de dientes, los silbos del fuego, los suspiros pestíferos se moderan. Todos los inmundos recuerdos se desvanecen. Mis últimos pensamientos escapan -celos de los mendigos, los bandoleros, los amigos de la muerte, los retardados de toda especie-. Condenados, ¡si yo me vengase!
Hay que ser absolutamente moderno.
Nada de cánticos: conservar lo ganado. ¡Dura noche! La sangre reseca humea en mi rostro, y detrás de mí sólo tengo ese horrible y diminuto arbusto... El combate espiritual es tan brutal como la batalla de los hombres; pero la visión de la justicia es el placer de Dios, únicamente.
Entretanto, es la víspera. Recibamos todos los influjos de vigor y de auténtica ternura. Y al llegar la aurora, armados de ardiente paciencia, entraremos en las espléndidas ciudades.
¡Qué hablaba yo de mano amiga! Es una ventaja considerable poder reírme de los viejos amores engañosos y cubrir de vergüenza esas parejas embusteras -he visto allá el infierno de las mujeres - y me será posible poseer la verdad en un alma y en un cuerpo.

Abril-agosto, 1873 *

Arthur Rimbaud (Charleville, Francia, 1854 – Marsella, Francia, 1891), Una temporada en el infierno, traducción de Oliverio Girondo y Enrique Molina, Fabril Editora, Buenos Aires, 1971

* Rimbaud escribió el poema completo en su pueblo de nacimiento, a los 19 años, alejado del infierno que había encontrado en París. Especialmente por su relación con Paul Verlaine y el aplastamiento de la Comuna, en 1871. Vio a Verlaine por última vez en 1875. Desde entonces, se dedicó a viajar. Durante 14 años, a partir de 1880, vivió en Adén. En 1884 se estableció en Harar como traficante de marfil y armas. En 1887 escribía a su familia desde El Cairo, donde había quedado varado tras el fracaso de una caravana: "Estos días me encuentro aquejado de reumatismo en los riñones, que me duelen mucho; también tengo reuma en la pierna izquierda, que de vez en cuando me paraliza, también tengo un dolor articular en la rodilla izquierda y más reuma (ya antiguo) en el hombro derecho; tengo el pelo completamente gris. Parece que mi vida periclita." (Arthur Rimbaud, Cartas abisinias, Tusquet, Barcelona, 1980). Regresó a Francia enfermo de cáncer de huesos. Murió después de la amputación de una pierna. (N. del Ad.)

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Ilustración: Un rincón de mesa (1872), óleo sobre tela de Henri Fantin-Latour (1836-1904). En el ángulo izquierdo, Paul Verlaine (Metz, 1844-París, 1896) y Arthur Rimbaud. Detalle: todos los circunstantes vestidos con ropa oscura son literatos; el único con ropa gris y cuyo aspecto responde al clisé de poeta decimonónico es Camile Pelletan (París, 1846-1915), político de izquierda. Musée d'Orsay, París

Adieu
L'automne, déjà ! - Mais pourquoi regretter un éternel soleil, si nous sommes engagés à la découverte de la clarté divine, - loin des gens qui meurent sur les saisons.
L'automne. Notre barque élevée dans les brumes immobiles tourne vers le port de la misère, la cité énorme au ciel taché de feu et de boue. Ah ! les haillons pourris, le pain trempé de pluie, l'ivresse, les mille amours qui m'ont crucifié ! Elle ne finira donc point cette goule reine de millions d'âmes et de corps morts et qui seront jugés ! Je me revois la peau rongée par la boue et la peste, des vers plein les cheveux et les aisselles et encore de plus gros vers dans le coeur, étendu parmi les inconnus sans âge, sans sentiment... J'aurais pu y mourir... L'affreuse évocation ! J'exècre la misère.
Et je redoute l'hiver parce que c'est la saison du comfort !
- Quelquefois je vois au ciel des plages sans fin couvertes de blanches nations en joie. Un grand vaisseau d'or, au-dessus de moi, agite ses pavillons multicolores sous les brises du matin. J'ai créé toutes les fêtes, tous les triomphes, tous les drames. J'ai essayé d'inventer de nouvelles fleurs, de nouveaux astres, de nouvelles chairs, de nouvelles langues. J'ai cru acquérir des pouvoirs surnaturels. Eh bien ! je dois enterrer mon imagination et mes souvenirs ! Une belle gloire d'artiste et de conteur emportée !
Moi ! moi qui me suis dit mage ou ange, dispensé de toute morale, je suis rendu au sol, avec un devoir à chercher, et la réalité rugueuse à étreindre ! Paysan !
Suis-je trompé ? la charité serait-elle soeur de la mort, pour moi ?
Enfin, je demanderai pardon pour m'être nourri de mensonge. Et allons.
Mais pas une main amie ! et où puiser le secours ?

***

Oui l'heure nouvelle est au moins très-sévère.
Car je puis dire que la victoire m'est acquise : les grincements de dents, les sifflements de feu, les soupirs empestés se modèrent. Tous les souvenirs immondes s'effacent. Mes derniers regrets détalent, - des jalousies pour les mendiants, les brigands, les amis de la mort, les arriérés de toutes sortes. - Damnés, si je me vengeais !
Il faut être absolument moderne.
Point de cantiques : tenir le pas gagné. Dure nuit ! le sang séché fume sur ma face, et je n'ai rien derrière moi, que cet horrible arbrisseau !... Le combat spirituel est aussi brutal que la bataille d'hommes ; mais la vision de la justice est le plaisir de Dieu seul.
Cependant c'est la veille. Recevons tous les influx de vigueur et de tendresse réelle. Et à l'aurore, armés d'une ardente patience, nous entrerons aux splendides villes.
Que parlais-je de main amie ! Un bel avantage, c'est que je puis rire des vieilles amours mensongères, et frapper de honte ces couples menteurs, - j'ai vu l'enfer des femmes là-bas ; - et il me sera loisible de posséder la vérité dans une âme et un corps.
avril-août, 1873.

jueves, diciembre 11, 2008

Marianne Moore / El tuátara


En otra parte, ciertos lagartos marinos ignoran
despreocupadamente a sus vecinos -mientras van congregándose
de tal modo que no dejan lugar ni para dar un paso, con las colas encimadas
al estilo de los cocodrilos -son rodeados por pájaros que entran y
salen dandos saltos. Así la vida social entre los reptiles y las aves es
apacible. El tuátara

le permitirá a un petrel
entrar en su cueva, donde guarda sus nueve
o diez huevos... que es la cantidad que ponen los dragones, ya que
"un auténtico dragón engendra nueves hijos". El camaleón de tres
cuernos y el lagarto de collar, de la clase que no tiene patas, no toman en serio

a ningún ser que no sea volador. En
Copenhague, la puerta principal
del Mercado de la Bolsa está techada con dos pares de dragones parados
sobre las cabezas, de modo que sus cuatro
colas verdes -trenzadas así por el arquitecto- se unen verticalmente
simbolizando el amparo de una seguridad cuadruplicada.

Marianne Moore (Missouri, 1887-Nueva York, 1972), El basilisco emplumado, Ediciones Jimmy Jimmereeno, Buenos Aires, 1991. Bilingüe. Traducción de Ernesto Montequín.


The Tuatera
Elsewhere, sea lizards / caongregated so there is no room /to step, with tails laid crisscross, alligator style, among/ birds toddling in and out-- are innocent of whom/ they neighbor. Bird-reptile social life is pleasing. The tuatera// will tolerate a/ petrel in is den, and leys ten eggs/ or nine-the number laid by dragons since "a true dragons/ has nine sons". The frilled lizard, the kind with no legs,/ and three-horned chamaleon, are non-serious ones that take to fligth.//if you do not. In / Copenhagen the principal door7 of the bourse is roofed by two pairs of dragons standing on/ their heads -twirled by the architect- so that the four/ green tails conspiring upright, symbolze fourfold security.
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Foto: Marianne Moore, por George Platt Lynes, circa 1935. Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos

miércoles, diciembre 10, 2008

Como operación delicada que es, los poetas...



La destrucción de la realidad

Como operación delicada que es, los poetas
comienzan a roer la realidad con tal delicadeza e inocencia
que nadie, juraría, creería que eso es lo que sucede.
Se desmontan los mecanismos del pensamiento.
La orfebrería mental
se desvanece.
La realidad se aleja del corazón. Desaparece el placer.

(Otra manera de verlo:
el mundo se aleja de los hombres
porque el mundo los sobrepasa en inteligencia,
veut dire: la Tierra piensa.)

Se destruye la tapa de lo razonable: el cerebro
estalla.
Entonces la vuelta de tuerca,
el golpe de efecto,
retroceso para la ironía:
se ha ido,
se ha ido,
repite la voz: se ha ido
un hombre viejo que al enfrentar su vejez
decidió arrancar de la muerte
un argumento: la revelación de un misterio:
ver
lo que no existe.

Víctor Redondo (Buenos Aires, 1953), Circe, Editorial Ultimo Reino, 1985. En la Revista del Festival de Poesía de Medellín

Foto: s/d

martes, diciembre 09, 2008

Jack Spicer / Tres Poemas


Cantata

Ridículo
que el espacio entre tres violines
sea una amenaza para nuestra poesía.
Nos vamos amontonando como niños
exploradores en un pic-nic. Se oye un alarido.
Amenaza de lluvia. En este instante: de terror.
Extraño, como todas nuestras certezas
desaparecen.

Canción de un prisionero

Nada se me escapa dentro de mi cuerpo.
El sonido de un águila lanzándose
sobre unos mirlos
o el lamento de un búho.
Nada se me escapa dentro de mi cuerpo.
Cada vía está sellada.
Yo
desde la garganta repito cada canción
rugiendo cada sonido.

Viernes Santo: A falta de una orquesta

Una mula decapitada
corría bajo la lluvia
tenía el pelaje como tablero de ajedrez
y el lomo pardo y descarnado
"¿Dónde", le pregunté
"dónde está Babilonia?"
"No", rebuznó
"De Babilonia sólo quedan unos ladrillos
cubiertos de símbolos que no entenderías.
Yo voy hasta el fin del mundo."
y relinchando
siguió corriendo como un loro rojo y verde
por la arena.

Jack Spicer (Los Angeles, 1925 -San Francisco, 1965), versiones de Ernesto Montequín. Un cuaderno de música, edición bilingüe con un posfacio de Eduardo Ainbinder. Ediciones Jimmy Jimmereeno, seguramente Buenos Aires, sin fecha de edición

Cantata
Ridiculous / How the space between three violins / Can threaten all of our poetry. / We bunch together like Club / Scouts at a picnic. There is a high scream. / Rain threatens. That moment of terror. / Strange how all our beliefs / Disappear.

Song of a Prisioner
Nothing in my body escapes me. / The sound of an eagle diving / Upon some black bird / Or the sorrow of an owl. / Nothing in my body escapes me. / Each branch is closed / I / Echo each song from its throat / Below each sound.

Good Friday: For lack of an orchestra
I saw headless she-mule / Running through the rain / She had the hide of chessboard / An withers that were lank and dark /"Tell me", I asked /"Where / Is Babylon?" / "No", she bellowed /"Babylon is a few backed bricks / With some symbols on them. / You could not heard them. I am running / To end of the world." / She ran / Like a green and purple parrot, screaming / Through the sand.


Foto: Jack Spicer en la apertura de la legendaria Six Gallery. San Francisco, Halloween, 1954. Foto copyright © Robert Berg, 1954, 1999. Cortesía de Small Press Traffic en San Francisco para Jacket Magazine

lunes, diciembre 08, 2008

Eugenio Montale / Pressepapiers


Pressepapiers

Cuando publiqué Buffalo y Keepsake
un crítico ilustre y también amigo volteó el pulgar
y decretó carencia de sentimiento, casi
como si sentimiento y recuerdo fueran incompatibles.
En realidad keepsakes literalmente hablando
poseo muy pocos. No tengo torres inclinadas
en miniatura, minigóndolas o baratijas
por el estilo, pero tengo relámpagos que se encienden
y se apagan. Es todo mi equipaje.
El problema es que el recuerdo no es jerárquico,
ignora lo precedente y lo subsiguiente
y oscurece lo esencial o lo que tal nos parecía.
El recuerdo es un pábilo, el único que nos queda.
A veces se desprende y vive por su cuenta.
Lo que no fue alumbrado, fue corpóreo, no vivo.
Tenemos a los Dioses y también a un dios al alcance de la mano
del que ignoramos todo. Sólo los dementes atrapan
algún soplo. Es un error estar en la tierra
y lo pagan.

Eugenio Montale (Génova, 1896-Milán, 1981), Quaderno di quattro anni, en Poesía Completa, Edición bilingüe de Fabio Morábito. Galaxia Gutenberg-Círculo de Lectores, Barcelona, 2006


I pressepapiers
Quando pubblicai Buffallo e Keepsake / un critico illustre e anche amico volse il pollice / e decretò carenza di sentimento quasi / che sentimento e ricordo fossero incompatibili. / In verità di keepsakes in senso letterale / ne posseggo ben pochi. Non ho torri pendenti / in miniatura, minigondole o simili / cianfrusaglie ma ho lampi che s'accendono / e si spengono. È tutto il mio bagaglio. / Il guaio è che il ricordo non è gerachico, / ignora le precedenze e le susseguenze / e abbuia l'importante, ciò che ci parve tale. / Il ricordo è un lucignolo, il solo che ci resta. / C'è il caso che stacchi e viva per conto suo. / Ciò che non fu iluminato fu corporeo, non vivo. / Abbiamo gli Dèi o anche un dio a portata di mano / senza saperne nulla. Solo i dementi acciuffano /qualche soffio. È un errore essere in terra / e lo pagano.

Bagres, bagres, bagres


Pescados de río

a Ignacio Cobas

Bagres, bagres, bagres
sólo bagres pican desde el muelle
Bagres blancos
Bagres amarillos
Bagres bigotudos
movedizos, resbaladizos
Bagres cabezones
con puntas
en las aletas dorsales
que lastiman los dedos
Bagres, bagres, bagres
sólo bagres pican desde el muelle
Bagres chicos
Bagres grandes
Bagres de inmensa boca
Bagres que chillan
por el anzuelo que daña
su labio superior
Bagres, bagres, bagres
sólo bagres pican desde el muelle
Bagres que nadan
bajo el agua marrón
del arroyo Caraguatá
Bagres que toman todo
lo que se les ofrece:
lombriz
pasta, isoca
anguila, corazón
asado, morcilla
salame, queso
bocaditos de seso
sfogliatella napolitana
Bagres que no le hacen
asco a cualquier carnada
Bagres, bagres, bagres
sólo bagres pican desde el muelle

Qué daría por comenzar ya mismo
otro poema a la voz de
Bogas, bogas, bogas
luego un tercero
Patí, patí, patí
tras él, un cuarto
Surubí, surubí, surubí
luego el quinto
Pacú, pacú, pacú
y finalmente
culminar un sexteto
dedicado a los pescados de río
Dorado, dorado, dorado
y encender unas brasas
para saborear la blanca carne
del tigre del Paraná
luego de volver al agua
tanto bagre
Bagre blanco
Bagre amarillo
Sólo bagres pican desde el muelle.


Último poema

a Blanca y Vicente

Nunca di para el poema genial
menos ahora, que merodeo un techo
como quien dice:
“Hasta aquí llegó mi amor”

Tal vez me haya detenido
demasiado en recrear
imágenes surrealistas
herméticas o abstractas

Que no conmovieron
no emocionaron a nadie
ni provocaron adhesiones
en el terreno literario

Quizás haya perdido
mis mejores años en procura
de transmitir algo
que quedó en el camino

Ahora veo huir las palabras
despavoridas de mi mano
los recursos de la lírica
se cierran en retirada

Por lo tanto me despido
y renuncio a la causa
que me condujo a este punto
lleno de versos y libros

Estos últimos poemas
sugieren mi despedida
un “hasta siempre” quizás
un “gracias por todo”

No sé qué más decir
no se me ocurre
excepto recomendar la lectura
de poetas que no se agotan.


21/9/2005

Javier Cófreces (Buenos Aires, 1957)

Foto: Ediciones en Danza