viernes, septiembre 16, 2011

Sharon Olds / Aceite de pescado



Una medianoche, llegué a casa después del trabajo
y el departamento apestaba a pescado cocido
en aceite. Todas las ventanas estaban cerradas,
y todas las puertas, abiertas ─ de
la sartén y la espátula se desprendía un espeso
remolino de bacalao y oliva. Mi esposo
dormía. Abrí las ventanas y cerré
las puertas y puse los platos en la pileta
y unté Palmolive por todas partes. Al día
siguiente le fui con el chisme a una amiga, y ella dijo,
algunos podrían vivir con eso, y hasta
llegar a deleitarse con el olor a frito. Y esa noche,
miré a mi amor, y quien él es
me tocó el fondo del corazón. Busqué
una botella de extra- extra virgen,
y una receta de filete de mar en
aceite de oliva, llené los cuartos con
volutas de perfume de aleta, el contorno
en la arena que dibujaron los primeros cristianos,
el lazo que significaba seguridad, que significaba yo también,
recordé el ceño fruncido de mis padres frente a cualquier
dejo de olor fuera de la cocina,
el escalofrío Calvinista, en esa casa, frente a la dulce
grasa de la vida. Yo había venido a mi compañero
horrorizada, curiosa, un poco de sal
en su canasto de pesca, chica en aceite,
su plato. No había sabido que uno
pudiera aprobar a otro completamente ─ que uno pudiera
despertarse al día acre, que uno pudiera despertarse
del sueño del enjuiciamiento.

Sharon Olds (San Francisco, 1942), The Unswept Room, editorial Alfred A. Knopf, NY 2002
Versión: Inés Garland, Ignacio Di Tullio


Fish oil 

One midnight, I got home from work
and the apartment reeked of fish boiled
in oil. All the windows were shut,
And all the doors were open –up
from the pan and spatula rose a thick
helix of cod and olive. My husband
slept. I opened the windows and shut
the doors and put the plates in the sink
and oodled Palmolive all over. The next
day I fishwifed to a friend, and she said,
Someone might live with that, and come to
savor the smell of a fry. And that evening,
I looked at my love, and who he is
touched me in the core of my heart . I sought
a bottle of extra-extra virgin,
and a recipe of sea filet in
olive-branch juice, I filled the rooms with
swirls of finny perfume, the outlines
in the sand the early Christians drew,
the loop meaning safety, meaning me too,
I remembered my parents´frowns at any
Whiff of savor outside the kitchen,
the Calvinist shudder, in that house, at the sweet
grease of life. I had come to my mate
a shocked being, agog, a salt
dab in his creel, girl in oil,
his dish. I had not known that one
could approve of someone entirely --one could
wake to the pungent day, one could awake
from the dream of judgement.
---
Ilustración: Los cuatro elementos. Agua (detalle), 1569, Joachim Beuckelaer

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