jueves, marzo 19, 2009
Nacarado en la luz del atardecer
La tempestad
Nacarado en la luz del atardecer
boga el río un árbol sobre la marea
con raíces de proa como si fuera
un ataúd del monte que rinde ahora
tributo a la tormenta recién en calma
donde el mundo reza y nubes en lo alto
se adelgazan como un tocado de plumas
en fúnebre recorrido sobre las aguas
listas ya para desembocar en el Plata
Turbio y bello se rehace el mundo y me iguala,
puño de cenizas lanzado al alba
Epica
Por qué será que se vuelve a intentar
aquello donde siempre se fracasa,
como la ropa vieja las sentencias
que ayer corrían altivas por las roncas
gargantas quisiéramos reanimar,
o no es a las frases sino a la gente
que se desbarranca de la historia
hacia el cuarto trasero de la casa,
y fracaso mediante se pudiera
fijar ahí el desorden o la creación
organizados por un momento
con su sello de plata, solidarios
como la mano de Dios
Diana Bellessi (Zavalla, Santa Fe, 1946), Tener lo que se tiene - Poesía reunida, Adriana Hidalgo Editora, Buenos Aires, 2009
Foto: Bellessi, por Juana Ghersa, 2007 Página 12
De Bellessi en este blog: Variaciones de la luz
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Porque, como dice María del Carmen Colombo:
ResponderBorrar"por qué habría de extender
sus alas el águila
envejecida
dijo
el águila
envejecida
extendiendo
sus alas
porque tengo esperanza de volver
porque tengo esperanza
de volver al lugar
del que nunca
me he ido
este lugar
porque tengo esperanza
sobre la línea desafinada
de los techos
lloro y canto"
Gracias, Irene
Cuanta virtud.
ResponderBorrarBellísimo.
Gracias Jorge.
Saludos