Un sueño, luego de leer el episodio
de Dante sobre Paolo y Francesca
Como Hermes cuando agitó sus plumas ligeras
mientras el arrullado Argos estaba atontado, desmayado,
dormido, así mi ocioso espíritu sopló en una caña délfica
así encantó, así conquistó, así despojó
al dragón del mundo de sus cientos de ojos,
y lo miró mientras dormía y huyó muy lejos,
no hacia la pura Ida con sus cielos helados,
ni hacia Tempe donde Júpiter penó algún día,
sino hacia ese segundo círculo del triste Infierno
donde entre las ráfagas, los torbellinos y los golpes
de la lluvia y el granizo los amantes no necesitan decir
sus pesares. Pálidos eran los dulces labios que vi;
pálidos eran los labios que besé y bella la forma
que flotó conmigo sobre aquella melancólica tormenta.
Como Hermes cuando agitó sus plumas ligeras
mientras el arrullado Argos estaba atontado, desmayado,
dormido, así mi ocioso espíritu sopló en una caña délfica
así encantó, así conquistó, así despojó
al dragón del mundo de sus cientos de ojos,
y lo miró mientras dormía y huyó muy lejos,
no hacia la pura Ida con sus cielos helados,
ni hacia Tempe donde Júpiter penó algún día,
sino hacia ese segundo círculo del triste Infierno
donde entre las ráfagas, los torbellinos y los golpes
de la lluvia y el granizo los amantes no necesitan decir
sus pesares. Pálidos eran los dulces labios que vi;
pálidos eran los labios que besé y bella la forma
que flotó conmigo sobre aquella melancólica tormenta.
[1820]
John Keats (Londres, 1795-Roma, 1821), Robin Hood y otros poemas, Selecciones de Amadeo Mandarino, Buenos Aires, 2001
Versión J. Aulicino
John Keats (Londres, 1795-Roma, 1821), Robin Hood y otros poemas, Selecciones de Amadeo Mandarino, Buenos Aires, 2001
Versión J. Aulicino
A Dream, after Reading Dante’s
Episode of Paulo and Francesca
As Hermes once took to his feathers light,
When lulled Argus, baffled, swoone’d and slept,
So on a Delphic reed, my idle spright
So play’d, so charm’d, so conquer’d, so bereft
The dragon-world of all its hundred eyes;
And, seeing it asleep, so fled away –
Not to pure Ida with its snow-cold skies,
Nor unto Tempe where Jove griev’d a day;
But to that second circle of sad hell,
Where ‘mid the gust, the whirlwind, and the flaw
Of rain and hail-stones, lovers need not tell
Their sorrows. Pale were the sweet lips I saw,
Pale were the lips I kiss’d, and fair the form
I floated with, about that melancholy storm.
The complete poetical works and letters of John Keats, Houghton, Mifflin and Co., Cambridge, 1899
---Ilustración: Retrato de John Keats por William Hilton (National Portrait Gallery, Londres)
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