Me he sentado a la puerta y he mirado pasar
los años como ramas hacia el humo.
Los pesados membrillos fueron humo
también. Y las granadas,
alveolada codicia de incendiados
veranos,
se abrieron sin salvarse:
amarilla, astringente, con amargo
sabor medicinal,
la cáscara en el clavo.
Pocas cosas
y sentido común
y la jarra de loza, grácil,
con el ramo
resplandeciente.
La difícil extracción del sentido
es simple:
el acto claro
en el momento claro
y pocas cosas -
verde
sobre blanco.
Hugo Padeletti (Alcorta, 1928), Antología poética (1944-1980), Editorial Pre-Textos, Aldaia, Valencia, 2006
Ilustración: Caspar David Friederich, Monk by the sea, 1809
los años como ramas hacia el humo.
Los pesados membrillos fueron humo
también. Y las granadas,
alveolada codicia de incendiados
veranos,
se abrieron sin salvarse:
amarilla, astringente, con amargo
sabor medicinal,
la cáscara en el clavo.
Pocas cosas
y sentido común
y la jarra de loza, grácil,
con el ramo
resplandeciente.
La difícil extracción del sentido
es simple:
el acto claro
en el momento claro
y pocas cosas -
verde
sobre blanco.
Hugo Padeletti (Alcorta, 1928), Antología poética (1944-1980), Editorial Pre-Textos, Aldaia, Valencia, 2006
Ilustración: Caspar David Friederich, Monk by the sea, 1809
Hermoso poema. Y aleccionador. Buscar el sentido común y no enredadas asociaciones. El poema me remite a las naturalezas muertas de Giorgio Morandi: austeridad, los objetos reducidos a lo esencial.
ResponderBorrarDicen que el sentido común es el menos común de los sentidos. Padeletti es dueño de lo hermoso de ese sentido. Gracias por traerlo.
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