Padre
el traje de Santa Claus
que compraste en Wolff Fonding Theatrical Supplies
mucho antes de que yo naciera,
está muerto.
La barba blanca con la que me engañabas
y el pelo como el de Moisés,
la lana gruesa y crespa
que solía susurrarme en el cuello,
está muerta.
Sí, mi rozagante Santa
haciendo sonar tu cencerro de bronce.
Con hollín de verdad sobre tu nariz
y nieve (a veces sacada del refrigerador)
sobre tus grandes hombros.
La habitación era como Florida.
Sacaste tantas naranjas de tu saco
y las esparciste en el salón,
riendo todo el tiempo con esa risa de Polo Norte.
Mamá te besaba
para ella esa era la altura.
Mamá podía abrazarte
porque no tenía miedo.
Los renos golpeaban sobre el techo
(Era mi Nana con un mazo en el altillo.
Para mis hijos era mi esposo
rompiendo cosas con una palanca).
El año que dejé de creer en ti
es el año en que estabas ebrio.
Mi hombre rojo y borrachín,
tu voz pastosa como el jabón,
estabas muy lejos de ser San Nico
con ese olor a coctel de papá.
Lloré y salí corriendo del cuarto
y tú dijiste, "¡Bien, gracias a Dios ésto terminó!"
Y así fue, hasta que llegaron los nietos.
Entonces te amarré las almohadas
a las 5:00 A.M. de la mañana de Cristo
y te ajusté la barba,
toda amarillenta con el tiempo,
y puse rouge sobre tus mejillas
y Blanco Tiza en tus cejas.
Eramos conspiradores,
actores secretos,
y te besé
porque era lo suficientemente alta.
Pero eso ya pasó.
La era se acaba
y hay niños grandes que cuelgan sus calcetas
y construyen un negro monumento a tu memoria.
Y tú, tú te esfumas
como un guardavías perdido
moviendo su linterna
ante el tren que ya no llega.
Anne Sexton (Newton, Massachusetts, Estados Unidos, 1928-Weston, Massachusetts, Estados Unidos, 1974)
Versión de Verónica Zondek
4. Santa
Father,/ the Santa Claus suit/ you bought from Wolff Fording Theatrical Supplies,/ back before I was born,/ is dead./ The white beard you fooled me with/ and the hair like Moses,/ the thick crimpy wool/ that used to buzz me on the neck,/ Ìs dead./ Yes, my busting rosy Santa,/ ringing your bronze cowbell./ You with real soot on your nose/ and snow (taken from the refrigerator some years)/ on your big shoulder./ The room was like Florida./ You took so many oranges out of your bag/ and threw them around the living room,/ all the time laughing that North Pole laugh./ Mother would kiss you/ for she was that tall./ Mother could hug you/ for she was not afraid./The reindeer pounded on the roof./ (It was my Nana with a hammer in the attic,/ For my children it was my husband/ with a crowbar breaking things up.)/ The year I ceased to believe in you/ is the year you were drunk./ My boozy red man,/ your voice all slithery like soap,/ you were a long way from Saint Nick/ with Daddy's cocktail smell./ I cried and ran from the room/ and you said, "Well, thank God that's over!"/ And it was, until the grandchildren came./ Then I tied up your pillows/ in the five A.M. Christ morning/ and I adjusted the beard,/ all yellow with age,/ and applied rouge to your cheeks/ and Chalk White to your eyebrows./ We were conspirators,/ secret actors,/ and I kissed you/ because I was tall enough./ But that is over./ The era closes/ and large children hang their stockings/ and build a black memorial to you./ And you, you fade out of sight/ like a lost signalman/ wagging his lantern/ for the train that comes no more.
el traje de Santa Claus
que compraste en Wolff Fonding Theatrical Supplies
mucho antes de que yo naciera,
está muerto.
La barba blanca con la que me engañabas
y el pelo como el de Moisés,
la lana gruesa y crespa
que solía susurrarme en el cuello,
está muerta.
Sí, mi rozagante Santa
haciendo sonar tu cencerro de bronce.
Con hollín de verdad sobre tu nariz
y nieve (a veces sacada del refrigerador)
sobre tus grandes hombros.
La habitación era como Florida.
Sacaste tantas naranjas de tu saco
y las esparciste en el salón,
riendo todo el tiempo con esa risa de Polo Norte.
Mamá te besaba
para ella esa era la altura.
Mamá podía abrazarte
porque no tenía miedo.
Los renos golpeaban sobre el techo
(Era mi Nana con un mazo en el altillo.
Para mis hijos era mi esposo
rompiendo cosas con una palanca).
El año que dejé de creer en ti
es el año en que estabas ebrio.
Mi hombre rojo y borrachín,
tu voz pastosa como el jabón,
estabas muy lejos de ser San Nico
con ese olor a coctel de papá.
Lloré y salí corriendo del cuarto
y tú dijiste, "¡Bien, gracias a Dios ésto terminó!"
Y así fue, hasta que llegaron los nietos.
Entonces te amarré las almohadas
a las 5:00 A.M. de la mañana de Cristo
y te ajusté la barba,
toda amarillenta con el tiempo,
y puse rouge sobre tus mejillas
y Blanco Tiza en tus cejas.
Eramos conspiradores,
actores secretos,
y te besé
porque era lo suficientemente alta.
Pero eso ya pasó.
La era se acaba
y hay niños grandes que cuelgan sus calcetas
y construyen un negro monumento a tu memoria.
Y tú, tú te esfumas
como un guardavías perdido
moviendo su linterna
ante el tren que ya no llega.
Anne Sexton (Newton, Massachusetts, Estados Unidos, 1928-Weston, Massachusetts, Estados Unidos, 1974)
Versión de Verónica Zondek
4. Santa
Father,/ the Santa Claus suit/ you bought from Wolff Fording Theatrical Supplies,/ back before I was born,/ is dead./ The white beard you fooled me with/ and the hair like Moses,/ the thick crimpy wool/ that used to buzz me on the neck,/ Ìs dead./ Yes, my busting rosy Santa,/ ringing your bronze cowbell./ You with real soot on your nose/ and snow (taken from the refrigerator some years)/ on your big shoulder./ The room was like Florida./ You took so many oranges out of your bag/ and threw them around the living room,/ all the time laughing that North Pole laugh./ Mother would kiss you/ for she was that tall./ Mother could hug you/ for she was not afraid./The reindeer pounded on the roof./ (It was my Nana with a hammer in the attic,/ For my children it was my husband/ with a crowbar breaking things up.)/ The year I ceased to believe in you/ is the year you were drunk./ My boozy red man,/ your voice all slithery like soap,/ you were a long way from Saint Nick/ with Daddy's cocktail smell./ I cried and ran from the room/ and you said, "Well, thank God that's over!"/ And it was, until the grandchildren came./ Then I tied up your pillows/ in the five A.M. Christ morning/ and I adjusted the beard,/ all yellow with age,/ and applied rouge to your cheeks/ and Chalk White to your eyebrows./ We were conspirators,/ secret actors,/ and I kissed you/ because I was tall enough./ But that is over./ The era closes/ and large children hang their stockings/ and build a black memorial to you./ And you, you fade out of sight/ like a lost signalman/ wagging his lantern/ for the train that comes no more.
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