La mini encuesta "¿Hay poesía fuera de la poesía?" debió ser binaria, pues la tercera respuesta no es una real alternativa a las dos primeras: que la poesía esté fuera no niega que además esté dentro (la cuarta alternativa anula la encuesta al tachar su objeto; la quinta nada puede decir). Pero de los diez humanos que respondieron, siete fueron a la tercera respuesta. Compruébase en ese mínimo universo de diez que la mayoría entiende que la poesía es mímesis o intento de mímesis, en sentido aristotélico... Siete, de estos diez ciudadanos, parecen pensar en términos clásicos.
Personalmente, me inclino por la segunda respuesta: la poesía está sólo en la mirada. Llego a esta afirmación por lógica convencional (aristotélica): las cosas no pueden existir sin mirada, puesto que no podemos saber cómo son las cosas cuando no son miradas. Dicho de otro modo: el mundo es lo que miramos, y lo que miramos es el mundo.
No sólo es mirada la poesía: es mirada estrábica, no familiar. El que escribe dice: mirá. Ofrece un punto de vista. Muchas miradas han dicho: un atardecer es poético; menos miradas dijeron: una piedra lo es.
Los clásicos querrían decir: el mundo no es tal como lo vemos: es mejor. Los románticos: el mundo es más grande de lo que creemos. Y tal grandeza devenía sublime ("El aspecto de una cadena de montañas cuyos picos nevados se pierden entre las nubes, la descripción de una tormenta o la que hace Milton del reino infernal, nos producen un placer mezclado con terror. El espectáculo de los prados poblados de flores y los valles surcados por arroyuelos, y donde pacen los rebaños, nos producen también un sentimiento agradable, pero plenamente gozoso y amable... La noche es sublime, el día es bello." Kant, Lo bello y lo sublime, 1764).
Los posmodernos (Baudelaire en adelante) afirman: el mundo es inaprensible, pero es. Por lo tanto, la aguja indica a veces que la poesía está sólo en lo que escribimos, lo que vemos; y a veces que sólo está en lo que no escribimos ni vemos, es decir, en ambos lugares -de donde tiene sentido la tercera respuesta-. No estamos demasiado lejos de los románticos; pero, paradojalmente, estamos más cerca de los clásicos.
Ilustración: Caminante sobre mar de niebla, 1818, de Caspar David Friedrich (Greifswald, 1774-Dresde,1840). Hamburger Kunsthalle. Collections, 19th Century
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¿Hay poesía fuera de la poesía?
Sí en las cosas mismas, 1 (10%)
No, solo en la mirada 2 (20%)
En ambas 7 (70%)
No hay poesía 0 (0%)
No sé 0 (0%)
Votos totales: 10
Personalmente, me inclino por la segunda respuesta: la poesía está sólo en la mirada. Llego a esta afirmación por lógica convencional (aristotélica): las cosas no pueden existir sin mirada, puesto que no podemos saber cómo son las cosas cuando no son miradas. Dicho de otro modo: el mundo es lo que miramos, y lo que miramos es el mundo.
No sólo es mirada la poesía: es mirada estrábica, no familiar. El que escribe dice: mirá. Ofrece un punto de vista. Muchas miradas han dicho: un atardecer es poético; menos miradas dijeron: una piedra lo es.
Los clásicos querrían decir: el mundo no es tal como lo vemos: es mejor. Los románticos: el mundo es más grande de lo que creemos. Y tal grandeza devenía sublime ("El aspecto de una cadena de montañas cuyos picos nevados se pierden entre las nubes, la descripción de una tormenta o la que hace Milton del reino infernal, nos producen un placer mezclado con terror. El espectáculo de los prados poblados de flores y los valles surcados por arroyuelos, y donde pacen los rebaños, nos producen también un sentimiento agradable, pero plenamente gozoso y amable... La noche es sublime, el día es bello." Kant, Lo bello y lo sublime, 1764).
Los posmodernos (Baudelaire en adelante) afirman: el mundo es inaprensible, pero es. Por lo tanto, la aguja indica a veces que la poesía está sólo en lo que escribimos, lo que vemos; y a veces que sólo está en lo que no escribimos ni vemos, es decir, en ambos lugares -de donde tiene sentido la tercera respuesta-. No estamos demasiado lejos de los románticos; pero, paradojalmente, estamos más cerca de los clásicos.
Ilustración: Caminante sobre mar de niebla, 1818, de Caspar David Friedrich (Greifswald, 1774-Dresde,1840). Hamburger Kunsthalle. Collections, 19th Century
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¿Hay poesía fuera de la poesía?
Sí en las cosas mismas, 1 (10%)
No, solo en la mirada 2 (20%)
En ambas 7 (70%)
No hay poesía 0 (0%)
No sé 0 (0%)
Votos totales: 10
"El punto de vista define el objeto" escribió Saussure. Así que, si bien fue un lingüista, te felicito en su nombre y el mío por esta exquisita conclusión de dónde está la poesía.
ResponderBorrarBécquer estaría de tu lado también, aunque él podría llegar a discutir que la poesía no está en los suyos sino en aquellos ojos verdes sobre los que escribió...
Te invito a visitar mi blog.
Saludos,
Pablo
Gracias, Pablo. Bécquer no se equivocaba.
ResponderBorrarVisitaré el blog
Jorge
Tal vez, dado que los comentarios tomaron esta dirección, valga la pena citar al poeta mexicano José María Espinasa. El escribió: "(...) Gustavo Adolfo Bécquer escribió poemas de una transparencia enorme, uno de los más citados, hasta el grado de trivializarlo, es el que dice: 'Qué es poesía? ¿Y tú me preguntas? Poesía, poesía eres tú'. Sin duda esto se puede calificar de expresión directa y sencilla de una idea y un sentimiento que comparte tanto el poeta como el lector menos dispuesto ante la poesía. De allí su éxito. Borges mirará con admiración el gesto, pero con escepticismo la idea, y le quedaría en la boca un cierto regusto de simplues buenas intenciones.
ResponderBorrarNo está, sin embargo, tan lejos como él creería lo que escribe de la obra del autor de las "Rimas". Ni el español es tan ingenuo ni Borges --al menos en esa época-- se la sabe de todas todas. La diferencia está en la dirección de lo que afirma: si la poesía eres tú (el otro), la poesía está en mí (el yo que escribe). Este doble movimiento: la convicción o egoísmo del poeta y la necesidad de un sujeto al cual dirigirse, sea como inspiración o como lector, le permite a Borges plantear la modernidad en sus propios términos, la de ser su propio lector, la de dirigirse a sí mismo, la de interrogarse como sujeto puesto en duda por la escritura". La cita proviene del curioso "Temor de Borges (Paseos por la poesía argentina contemporánea)", México, Ediciones Sin Nombre, 2003.
Jorge Fondebrider
Mi voto fue a la tercera opción.
ResponderBorrarLo hice recordando los primeros versos del poema "El golem", de Borges (me persigue desde sexto grado cuando una maestra nos lo dictó e hizo analizar).
A lo mejor sea un razonamiento ramplón.
En general, pienso la poesía como distorsión.