Harán una película con mi entierro, María Malusardi (El Desenfreno, 2023)
Dijo Gabriela Franco: "Es imposible no hacerse la película". Y también: “El lenguaje permite lo imposible. El yo asiste a su funeral y sostiene la voz. En la ceremonia, los verbos sacan las mortajas al sol y cantan. (...) La vida después es un estribillo que repiquetea en los días por venir":
harán una ceremonia con mis poemas creerán
que mis poemas son mis hijos asistirán como
mariposas tuertas a una película sobre mi
incendio y se alojarán tímidamente bajo mis
sábanas sabrán despedirme sin llorar (los
poemas no tienen ojos ni pañuelos los poemas
son almendra untando la oscuridad del alma)
no habrá espectáculo no correrá sangre sólo
tierra sólo tierra y deshabitarme
La máquina traqueteante, Leticia Hernando (La Mariposa y la Iguana, 2023)
[Ronda de las hojas que trae
el viento]
mi raíz son los pájaros
el resto es espesura S.V.
lo que reverbera y enhebra
lo que une sin atar
esta alegría
tiene la velocidad de una flor silvestre
*
pivotea esto que envuelve
esto que tiembla hace juego
(un hilo de agua un hilo de aire)
nos llenamos de brotes
y no preguntamos:
¿a dónde nos lleva esta danza?
¿qué flor se abre en la boca
Oficio de sombra, Alfredo Luna (Ediciones del Camino, 2023)
hay que lamer esta piedra
no sabía escribir
ni decir que tus besos tenían alas en mi boca
y el miedo alto de lo secreto
de lo clandestino incontenible
de lo prohibido
de este linaje también es la sed
que tumba a los pájaros.
Por las ramas, Gabriela Franco (Ediciones en Danza, 2023)
Como su título lo indica, es todo un manifiesto a favor de “irse por las ramas”, de seguir el deseo de escritura. Está compuesto por 50 poemas breves, numerados con números romanos y que abren con una raya de diálogo. De este modo se anudan al árbol del lenguaje, “donde cada uno intenta sumar una ramita a la vez que se nutre de todas esas voces. También los poemas se arman como una ramificación, evitando el lugar común, la frase convencional, donde se ha hecho ya un surco en el camino”:
XXII
-Está presente en el poema, aunque
no responde a las preguntas. Ya
dijo. Y si sigue hablando es solo
un empecinamiento de la letra. Un
tesoro se esconde a la vista
de todos y está ahí,
brillando, pura riqueza
abandonada. Restos,
rastros de que hubo
fiesta
Todos queremos ser hallados, Alberto Cisnero (Barnacle, 2023)
11-
tu profundo devoto, tu taciturno actor
cortesano, tu perdedor sensual, tu proveedor
de droga, con entera simplicidad te toma
como testigo y confiesa ante vos: como la luz,
como el fuego, como nuestra más heroica
resignación, todos queremos ser hallados,
todos queremos que nos encuentren;
éste es mi vaso y lo apronto.
18-
tan jamletiano y tan sentimental, algo
disoluto, algo cansado, casi siempre cortés.
si no me conocieras, creerías que estuve
tomando. y fue, por un momento, un sueño,
porque tales cosas no suceden. a lo sumo
las añadimos, modificamos, inventamos.
mas ninguno habrá de cotejar la fidelidad
de nuestra memoria tras la tinta negra
o azul oscuro. sólo quisiera estar muy lejos
de acá, poner distraídamente una mano
sobre tu pie.
19-
hacías que me volviese valiente
y desesperado. solía tropezar con las frases.
me daba golpes en la oscuridad, permanecía
en el mismo sitio. permanecía a la sombra
de un rincón y hablaba solo. no intentaba
recordar las viejas promesas. sólo formar
palabras con las nuestras. aquellas
que comunican el amor de un hombre
a una mujer. debí rasgar en menudos
fragmentos estas notas anónimas y ológrafas.
proteger del viento una llama.
* Lidia Rocha (Trenque Lauquen, provincia de Buenos Aires, 1959). Docente, escritora y difusora cultural. Publicó los libros de poesía Aves migratorias, Roma, Así la vida de nuestra primavera y Soltar la casa. En ensayo, El lenguaje del amor en la poesía de San Juan de la Cruz.
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