domingo, septiembre 28, 2014

Isabella Panfido / Dos poemas










Ocre

Días de fin de verano, desgajados
como granos de agosto, agrios.
En las manos lo árido, sin eco
del adiós, es tierra magra,
así como en torno a la sofora,
en círculo calcinado,
la hierba del año muere
en el néctar de una intempestiva florescencia.


Ámbar. Cementerio judío

En Praga, indolente y desordenada,
entre despojos de magia,
bajo una pequeña piedra
que emergía entre raíces de sauco,
he escrito una plegaria en lápiz negro.

Era el verano del noventa y seis,
la última quietud antes del desmoronamiento;
a Rabbi Loeb, destilador de tiempo y deseos,
pedía la alquimia elemental
de convertir en cobre el plomo de los pensamientos.

Pero mi piedra gentil se habrá perdido
si cada día es excavación de la memoria
y aflora intacto el sufrimiento
como un insecto en ámbar.

Isabella Panfido (Venecia, 1955), "Pantone", La grazia del danno, La Vita Felice, Milán, 2014
Versiones de Jorge Aulicino


Ocra    

Giorni di fine estate, spiccati 
come grani d’agosto, agri. 
Nelle mani il secco senza eco 
del commiato è terra magra 
come intorno alla sofora
in cerchio calcinato   
l’erba dell’anno muore     
nel nettare di una intempestiva fioritura. 


Ambra. Cimitero ebraico    
                         
A Praga, indolente e sciatta 
tra spoglie di magia, 
sotto una piccola pietra   
emersa tra le radici di sambuco 
ho scritto una preghiera in nero di matita.  

Era l’estate del novantasei, 
l’ultima quieta prima dello smottamento, 
a Rabbi Low, distillatore di tempo e desideri,  
chiedevo l’alchimia elementare 
di convertire in rame il piombo dei pensieri   

Ma la mia pietra gentile si è perduta 
se ogni giorno è sterro di memoria 
e il danno affiora intatto 
come un insetto in ambra. 

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