Baños populares
Hombre que rozo en la calle con el brazo,
siempre para mí pavorosamente
extraño, te reencuentro
en esta parda barraca, que oprime
la oscura tarde de diciembre.
Entre el fragor del agua, a media voz,
esbozas una melodía, te hace eco,
invisible, algún otro.
En la ventanita, ensimismados, tiemblan
los árboles desnudos del patio.
Pienso por qué te he traicionado, por qué
no hablé tu misma lengua, por qué
nuestra pena idéntica
yo debo expresar en estas confusas palabras
que no comprendes. La muda
poesía se me hace un nudo en el corazón. Esta
mano que ofrezco, inútil,
déjala caer.
Pero esta tarde, invisible, también soy
un hermano tuyo. Entre el fragor del agua
esbozas una melodía, yo la sigo, otro,
silbando, hace el eco, surge un coro.
De la dura obediencia cotidiana
se liberan al fin los miembros
en el dulce baño dominical, resignados
prisioneros, nuestra tímida
libertad en música se exhala;
a media voz, finalmente juntos,
hermanos míos, cantamos.
Sergio Solmi (Rieti, 1899–Milán, 1981), Fine di stagione, 1933, en Il Club degli Autori
Versión de Jorge Aulicino
Bagni popolari
Uomo che sfioro per via col braccio
e sempre a me così paurosamente
estraneo, ti ritrovo
in questa bigia caserma, che grava
l'oscura sera di dicembre.
Tra gli scrosci dell'acqua, a mezza voce
un motivo tu accenni, ti fa eco,
invisibile, un altro.
Dal finestrino in sé raccolti tremano
gli alberi scarni del cortile.
Penso perché t'ho tradito, perché
l'istessa tua lingua io non parli, perché
l'eguale nostra pena
io debba in queste confuse parole
che non intendi, esprimere. La muta
poesia mi fa nodo in cuore. Questa
mano ch'io porgo, inutile
lasci cadere.
Ma stasera, invisibile, anch'io sono
un tuo fratello. Tra gli scrosci d'acqua
un motivo tu accenni, io seguo, un altro
fischiettando fa eco, un coro sorge.
Dalla dura ubbidienza quotidiana
sciolte alfine le membra dentro il lene
bagno domenicale, prigionieri
rassegnati, la timida
libertà nostra in musica s'esala;
a mezza voce, finalmente insieme,
miei fratelli, cantiamo.
Ilustración: Superficie 154, 1956, Giuseppe Capogrossi
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