Ladrón de gallos
Mi vecino floricultor
me ha robado un ave muy preciada.
Se trata de un gallo color tabaco
que pastaba en una jaula
al fondo del segundo patio de la casa.
No hice ningún reclamo,
simplemente no me atreví.
Cada madrugada caminé furtivo
por la carretera de tierra
que bordea nuestras casas
y acercándome a la suya
escuché de nuevo cantar mi gallo.
Es un ave que canta como el Ángel Gabriel
espantando las sombras,
con cuatro inflexiones musicales bien marcadas.
Este modesto ritual
se prolongó por tres noches.
Tres veces aguardé el amanecer
anhelando escucharlo.
Mi vista y mi oído
se aguzaron de tal manera
en aquel último gesto
de pertenencia sobre el ave,
que sentí,
que la deuda estaba saldada.
Igor Barreto (San Fernando de Apure, Venezuela, 1952), XVIII Festival Internacional de Poesía de Rosario
Mi vecino floricultor
me ha robado un ave muy preciada.
Se trata de un gallo color tabaco
que pastaba en una jaula
al fondo del segundo patio de la casa.
No hice ningún reclamo,
simplemente no me atreví.
Cada madrugada caminé furtivo
por la carretera de tierra
que bordea nuestras casas
y acercándome a la suya
escuché de nuevo cantar mi gallo.
Es un ave que canta como el Ángel Gabriel
espantando las sombras,
con cuatro inflexiones musicales bien marcadas.
Este modesto ritual
se prolongó por tres noches.
Tres veces aguardé el amanecer
anhelando escucharlo.
Mi vista y mi oído
se aguzaron de tal manera
en aquel último gesto
de pertenencia sobre el ave,
que sentí,
que la deuda estaba saldada.
Igor Barreto (San Fernando de Apure, Venezuela, 1952), XVIII Festival Internacional de Poesía de Rosario
act. 2022
Yo conocí a Igor Barreto cuando asistía como amigo (y oyente) a sus talleres de Poesía en el Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos, en los años 97 y 98. Recuerdo sus recomendaciones, su criterio flexible; bastante poco frecuente en ése tipo de actividades, en las que muchas veces se crean poetas "en serie".
ResponderBorrarMe ha gustado volver a leerlo. Éste poema en especial, es magnífico.
Un saludo, Aulicino.
Si me pidiesen dónde colocar la voz de poeta de Igor Barreto lo acomodaría junto a Eugenio Montejo, al lado de Lêdo Ivo y otros que se ocupan del hombre en miniatura que alcanza talla universal.
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