domingo, septiembre 12, 2010
Hölderlin / Canción
Canción del destino de Hiperión
Allá arriba marcháis por la luz,
en blando suelo, ¡bienaventurados genios!
Fúlgidas brisas de los dioses
os tocan ligeras
como los dedos del artista
las sagradas cuerdas.
Sin hado, como el dormido
niño, respiran los celestiales;
castamente guardado
en modesto capullo,
florece eterno
para ellos el espíritu,
y los ojos dichosos
miran en tranquila
y eterna claridad.
Pero a nosotros no nos es dado
descansar en ningún lugar;
desaparecen, caen
los dolientes hombres
ciegamente de una
hora a otra,
como agua de peñasco
en peñasco, arrojada,
a través de los años, allá hacia lo incierto.
Friedrich Hölderlin (Lauffen am Neckarm, 1770-Tubinga, 1843), Poemas, traducción de José María Valverde, Editorial Icaria, Barcelona, 1983
Hyperions Schicksalslied
Ihr wandelt droben im Licht / Auf weichem Boden, selige Genien! / Glänzende Götterlüfte / Rühren Euch leicht, / Wie die Finger der Künstlerin / Heilige Saiten. // Schicksallos, wie der schlafende / Säugling, atmen die Himmlischen; / Keusch bewahrt / in bescheidener Knospe, / Blühet ewig / Ihnen der Geist, / Und die seligen Augen / Blicken in stiller / Ewiger Klarheit. // Doch uns ist gegeben, / Auf keiner Stätte zu ruhn; / Es schwinden, es fallen / Die leidenden Menschen / Blindlings von einer / Stunde zur andern, / Wie Wasser von Klippe / Zu Klippe geworfen, / Jahrlang ins Ungewisse hinab.
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Ilustración: Friedrich Hölderlin a los 18 años, grabado de JG Nust ullstein bild/ullstein bild / Getty Images
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como agua de peñasco en peñasco
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