Cuando yo ordeno
lo que se ordena no es mi mente
mi mente queda suspendida entre una escoba y un peine
entre una silla y una media
preguntándose algo.
Hubo una vez niñas que trabajaron esclavas
diez horas de martirio frente a la cocina
diez horas de martirio lavando platos
diez horas bordando.
Tengo la posibilidad de ordenar sin amo
me hablaron de esto
y al alma le aplico
otra restricción más forzada.
*
Cuando haya transcurrido tiempo
cambiará todo
Europa y su farsa de castillos
y sus hombres disfrazados de campesinos
los atractivos mundiales
un orden habitual de prioridades.
La piedra como testimonio
mudez de lo inorgánico
reemplazada por basura
el testimonio de la imagen
volverá nuevamente a las palabras
las estrellas en el cielo por toda luz
el fin de los mesianismos
el cuerpo recuperado como medio
el trabajo de las manos
los alces enterrados
bajo montañas de tecnología obsoleta.
La carne sola
frente al silencio de Dios
y finalmente
también el final de la palabra.
Mercedes Alvarez (Tandil, Argentina, 1979), Buenos Aires Poetry, diciembre 19, 2017
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Foto: FB
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