miércoles, febrero 15, 2017

Rudyard Kipling / La balada de los autos
















"Puede ser el precio por tomar de más",
dijo el doctor arrodillado,
y pidió que removieran al hombre
cuando comprobó que estaba muerto.

Levantaron y trasladaron
el triste cuerpo inmóvil,
para llevarlo al pueblo más cercano
a la espera del forense.

Le cubrieron el rostro,
y los conductores de los autos detenidos
en la puerta del mercado
hablaban del accidente sin cesar.

"Tal vez haya bebido demasiado,
nada nos podría ayudar
a traerlo nuevamente a este mundo,
a despedirse de su amada."

"No hay calle alguna en Inglaterra
que un hombre ebrio pueda cruzar,
sin mirar hacia los costados
y también hacia adelante y hacia atrás."

Le descubrieron el rostro
y el forense lo examinó;
los autos detenidos en la puerta del mercado
ya habían retomado sus caminos.

Rudyard Kipling (Bombay, India, 1865-Londres, 1936)
Versión libre de Javier Cófreces y Maximiliano  Legnani

Los autos
(Poemas a cuatro ruedas),
Selección y prólogo de Maximiliano Legnani,
Ediciones en Danza,
Buenos Aires, 2017









No hay comentarios.:

Publicar un comentario