Sin embargo tus ojos ardían recientes bajo las drogas
fugaces y livianos como dos cirios en las sombras.
Acunabas un lobo por corazón, oh queridísima Clodia, oh Lesbia.
Abandonado elijo tu lado bueno: entre las luces
mínimas, las atroces, parecidas a un meteoro,
tu cabeza bailaba y expandía como con aspas verdes
la claridad. Abandonado elijo
tu lado triste: a veces, como Dios, no estás
en ningún lado; entonces cierras
los ojos, oh Lesbia, y tiemblas como esas
grandes hojas tropicales mojadas. Abandonado
elijo tu lado esencial: nunca vuelves,
eres como una muerta obstinada, tú,
la oscura patrona de haber sido. Abandonado
elijo tu lado vuelto hacia mí: algo de cuya cara
tu corazón es el reverso.
Juan José Saer (Serodino, Argentina, 1937-París, 2005), El arte de narrar, Universidad Nacional del Litoral, Santa Fe, Argentina, 1988
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Foto: Juan José Saer por Daniel Mordzinski, portada de El concepto de ficción, de Juan José Saer, Rayo Verde, Barcelona, 2016
ResponderBorrarComo el amor por Saer me supera, a lo único que atino es a decir: Gracias.