Al corazón gentil... *
Al corazón gentil acude siempre Amor
como el pájaro de la selva a la verdura;
ni hizo a Amor antes que a corazón gentil,
ni a gentil corazón antes que a Amor, Natura.
Que entonces como existió el Sol,
así pronto fue el esplendor luciente,
mas no antes que el Sol.
Y toma Amor en la gentileza el sitio,
tan propiamente
como el calor en la claridad del fuego.
Fuego de amor en gentil corazón se enciende
como virtud de la piedra preciosa,
pues de estrella no acude valor
antes que el Sol la haga gentil cosa;
luego que le ha quitado afuera
la vileza con su fuerza el Sol,
la estrella le da valor:
así al corazón hecho por Natura,
elegido, puro, gentil,
mujer a guisa de estrella lo enamora.
Amor arde deste modo en corazón gentil,
como fuego en lo alto de la antorcha:
esplende a su gusto, claro y sutil;
no de otra guisa, tanta es su fuerza.
Y si la burda naturaleza
enfrenta a Amor como agua al fuego
ardiente, porque es fría,
Amor al gentil corazón se allega,
como al preciado sitio
adamantino el hierro en la mina.
Se da el Sol al fango todo el día,
aunque es vil, pero no pierde calor el Sol.
Dice el hombre: "Por mi raza soy gentil",
pero es como el barro: el Sol es gentil valor.
No debe dar el hombre fe
a que gentileza sin corazón exista
con debida dignidad
y sin virtud en el corazón,
como rayo es en el agua
y en el cielo estrellas y esplendor.
Esplende en la inteligencia del cielo
Dios creador más que en nuestros ojos, el Sol:
el juicio oye a su factor más allá del cielo,
y el cielo deseando, a Él lo obedece;
y así como corresponde al juicio
dar a la justicia de Dios santo cumplimiento,
así en verdad obra deseo
la mujer bella: en la mirada enciende,
por gentileza, el talento
que le será siempre obediente.
Señora, Dios me dirá: "¿Qué presumiste?",
siendo mi alma de Él delante.
"Al cielo pasaste y hasta Mí viniste
y diste en vano amor a Mí en semblante:
que a Mí convienen laudes,
y a la reina del dominio digno
por quien cesa el fraude".
Dirle podré: "Tiene semblante de ángel
que fuese de tu reino;
no ha sido una falta que la amase".
Guido Guinizelli (Bolonia, c.1230-Monselice, c.1276), Poeti del Dolce Stil Novo, Mondadori, Milán, 2010
Versión de J. Aulicino
* Esta canción fue tenida por los propios stilnovistas como el acta de fundación de la "moderna escuela": de ella es extensa y filosófica paráfrasis Donna mi prega..., de Guido Cavalcanti. Dante reconoce a Guinizelli como fundador del Dolce Stil Novo en el XXVI canto de "Purgatorio": "Ma se le tue parole or ver giuraro, / dimmi che è cagion per che dimostri / nel dire e nel guardar d'avermi caro." (Pero si tus palabras de verdad juraron, dime por qué razón tanto demuestras, en el mirar y el decir, que te soy caro), dice Guinizelli. E io a lui: "Li dolci detti vostri, / che, quanto durerà l'uso moderno,/ faranno cari ancora i loro incostri." (Y yo: "Por los dulces dichos tuyos, que, cuanto dure el uso moderno, harán queridos todos tus escritos"), responde Dante. En el primer verso de Al cor gentil... se conjuga la idea central del Dolce Stil Novo de que la virtud y el amor se requieren mutuamente; y en las dos últimas estrofas la concepción de que el amor por la mujer es vínculo con Dios, que, sucintamente, contiene el sustrato de la Divina Comedia. Los comentaristas han visto, asimismo, el ocaso de la nobleza hereditaria en la idea de que el cor gentil es un acto decidido por la naturaleza, y por Dios a través de ella; idea cuyo correlato político fue la sanción de los Ordinamenti da Giustizia en 1293 en Florencia, con los que se excluyó a los nobles de los cargos públicos. (N. del T.)
Al cor gentil...
Al cor gentil rempaira sempre amore
come l’ausello in selva a la verdura;
né fe’ amor anti che gentil core,
né gentil core anti ch’amor, natura:
ch’adesso con’ fu ’l sole,
sì tosto lo splendore fu lucente,
né fu davanti ’l sole;
e prende amore in gentilezza loco
così propïamente
come calore in clarità di foco.
Foco d’amore in gentil cor s’aprende
come vertute in petra prezïosa,
che da la stella valor no i discende
anti che ’l sol la faccia gentil cosa;
poi che n’ha tratto fòre
per sua forza lo sol ciò che li è vile,
stella li dà valore:
così lo cor ch’è fatto da natura
asletto, pur, gentile,
donna a guisa di stella lo ’nnamora.
Amor per tal ragion sta ’n cor gentile
per qual lo foco in cima del doplero:
splendeli al su’ diletto, clar, sottile;
no li stari’ altra guisa, tant’è fero.
Così prava natura
recontra amor come fa l’aigua il foco
caldo, per la freddura.
Amore in gentil cor prende rivera
per suo consimel loco
com’ adamàs del ferro in la minera.
Fere lo sol lo fango tutto ’l giorno:
vile reman, né ’l sol perde calore;
dis’omo alter: «Gentil per sclatta torno»;
lui semblo al fango, al sol gentil valore:
ché non dé dar om fé
che gentilezza sia fòr di coraggio
in degnità d’ere’
sed a vertute non ha gentil core,
com’aigua porta raggio
e ’l ciel riten le stelle e lo splendore.
Splende ’n la ’ntelligenzïa del cielo
Deo crïator più che [’n] nostr’occhi ’l sole:
ella intende suo fattor oltra ’l cielo,
e ’l ciel volgiando, a Lui obedir tole;
e con’ segue, al primero,
del giusto Deo beato compimento,
così dar dovria, al vero,
la bella donna, poi che [’n] gli occhi splende
del suo gentil, talento
che mai di lei obedir non si disprende.
Donna, Deo mi dirà: «Che presomisti?»,
sïando l’alma mia a lui davanti.
«Lo ciel passasti e ’nfin a Me venisti
e desti in vano amor Me per semblanti:
ch’a Me conven le laude
e a la reina del regname degno,
per cui cessa onne fraude».
Dir Li porò: «Tenne d’angel sembianza
che fosse del Tuo regno;
non me fu fallo, s’in lei posi amanza».
Ilustración: Al cor gentil..., siglo XIII, códice Banco Rari, Biblioteca de Florencia
Me retornó a Elena Bellamuerte. Un abrazo Jorge.
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