Estos hombres ¿pusieron lo mejor de sí mismos en el papel?
Envueltos en silencio; alejados del mundo,
incapaces de hacerlo con azada ni espada,
empuñaron la pluma.
Era su forma resignada
de llenar el minuto vacío de sus vidas;
de sangrar las palabras atadas en su lengua;
de mirarse sin asco en el espejo
que su tinta opacaba;
desesperado intento de perdurar, clavados
cadáveres de insectos;
de no sentirse inútiles ni solos
una tarde, una noche, una hora como ésta;
de aguardar, de entregarse, de florecer su fruto;
de confiar el fracaso de su muerte
al azar de otra vida
que en soledad, tendiera ¡alguna vez! las manos y los ojos
a sorber su veneno y a entregarles el suyo.
16 de septiembre de 1967
Salvador Novo (Ciudad de México, 1904-1974), Antología personal. Poesía 1915-1974, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, México, 1991
Envueltos en silencio; alejados del mundo,
incapaces de hacerlo con azada ni espada,
empuñaron la pluma.
Era su forma resignada
de llenar el minuto vacío de sus vidas;
de sangrar las palabras atadas en su lengua;
de mirarse sin asco en el espejo
que su tinta opacaba;
desesperado intento de perdurar, clavados
cadáveres de insectos;
de no sentirse inútiles ni solos
una tarde, una noche, una hora como ésta;
de aguardar, de entregarse, de florecer su fruto;
de confiar el fracaso de su muerte
al azar de otra vida
que en soledad, tendiera ¡alguna vez! las manos y los ojos
a sorber su veneno y a entregarles el suyo.
16 de septiembre de 1967
Salvador Novo (Ciudad de México, 1904-1974), Antología personal. Poesía 1915-1974, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, México, 1991
Envío gentileza Sr Ainbinder
Foto: Novo, Museos de México
Devastador este mexicano que sólo me sonaba de nombre. Menos mal que no sentimos estas cosas todo el tiempo, porque si no, tendríamos que dejar de escribir y, lo que es muchísimo peor, DEJAR DE LEER!!!, o, por lo menos, suicidarnos.
ResponderBorrar