No se renueva el personal de esta calle:
el elenco de la prostitución gasta su último centavo
en maquillaje
bajo una luz polvorienta que se le pega a la cara.
Una doble hilera de caries, dentadura de casas
desmoronadas
es la escenografia de esta Danza Macabra
trivial bailongo sabatino en la pústula de la ciudad.
Es una cara conocida llena de costurones con lividas
cicatrices bajo unos centavos de polvo, y que
emerge de todas las grietas
de la ciudad, en este barrio más antiguo que el Barrio de
los Alquimistas
como la cara sin cuerpo del caracol ofreciéndose en los
dos sexos de su cuello andrógino
blandamente fálico y untado de baba vaginal
el busto de un boxeador que muestra las tetas en el marco
de un socavón.
No avanza ni retrocede el rio en este tramo descolorido y
bullente alrededor de la compuerta
El mecanismo de un reloj descompuesto cuelga como la
tripa de un pescado
de la mesita de noche
entre los rizos de una peluca rosada
La fermentación de las aguas del tiempo que se enroscan
alrededor del detritus como el caracol en su concha
el éxtasis de lo que por fin se pudre para siempre.
Enrique Lihn (Santiago de Chile, 1929-1988), A partir de Manhattan, Ediciones Ganymedes, Valparaíso, 1979
Más poemas de Enrique Lihn en Otra Iglesia es Imposible
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Foto: Archivo Enrique Lihn
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