Cuatro Bueyes
Un buey blanco
en las afueras de Pisa
¿Sería más hermoso
si alguien lo hubiese esculpido
en mármol de Carrara?
¿Sería más hermoso
ese buey de mármol
que este buey sólido,
echado ahí, quieto,
apenas rumiando, respirando?
¿Más hermoso que estos
bueyes de palabras?
¿Más bello que la nieve
que se posa
en ese bloque
de mármol sin tallar?
Fronteras / Limes
pasa el 95, le nonante-cinq
I
Los límites entre germanos y romanos
fluctuaban entre el Mosa y el Rin
y coinciden casi puntuales con la divisoria
entre “el mundo católico” y “el mundo protestante”
tal como surgiría más de un milenio después.
La frontera entre Holanda y Bélgica
fue trazada unas millas más al sur,
y la frontera entre los idiomas:
el flamenco y el francés, se encuentra
otras tantas millas más al sur:
a la altura de lo que hoy es Bruselas.
II
Estoy en Bruselas, ciudad “bilingüe”
Acabo de ver pasar el nonante cinq
Un cartel luminoso indica su destino final,
por turno en francés y en neerlandés:
GRAND-PLACE
GROTE MARKT
O sea literalmente
Plaza Grande
Gran Mercado
Se los dejo ahí, queridos alumnos
para que se lo mediten
III
Eso lo escribí ayer, y primero pensé
lo que se piensa automáticamente:
ah, plaza: ocio, el holgado mundo mediterráneo
versus mercado: negocio, la moral protestante del trabajo.
Hoy en cambio amanecí pensando otra cosa:
los días de mercado, de feria, los feriantes flamencos
de túnicas marrones, sudorosas,
descargando cajones de mercadería, vociferando,
VERSE VIS! HELE GROTE BLOEMKOLEN!
esos días eran “Grote Markt”
en cambio los otros días, la plaza semivacía,
los nobles paseando flânant, luciendo
jubón de brocado azul y hablando en francés,
esos días eran “Grand-Place”
se escuchan opiniones
Jan de Jager (Buenos Aires, 1959), Casa de cambio IV, inédito
Más poemas de Jan de Jager en Otra Iglesia Es Imposible
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Foto: Jan de Jager/Facebook
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